/ sábado 12 de marzo de 2022

Lo que no nos define | "Estanflación" a la mexicana


Esta semana, el INEGI dio a conocer que la inflación en febrero de 2022, en términos anuales, se ubicó en 7.28 %; es decir, muy por arriba de la meta del Banxico de 3 %. La cifra anterior fue de 7.07 % (enero de 2022). Este dato es reflejo de una tendencia alcista expuesta a lo largo del año pasado. De enero a abril de 2021, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) pasó de 3.54 % a 6.08 %; se redujo en agosto (5.59 %) y, posteriormente, se disparó a 7.36 % en diciembre.

De acuerdo con el INEGI, en febrero de 2022, entre los productos que tuvieron un mayor incremento en los precios, destacan: gas doméstico LP; pollo; gasolina de bajo octanaje; limón; tortilla de maíz; automóviles; y aguacate. Por el contrario, dentro de los productos con precios a la baja se encuentran: jitomate; chile poblano; tomate verde; papa; frijol; y gas doméstico natural.

Así pues, México ha enfrentado un contexto de elevada inflación —no visto desde hace dos décadas— derivado de los choques ocasionados por la pandemia de COVID-19 y, recientemente, el agravamiento del conflicto entre Rusia y Ucrania. A nivel mundial, la inflación aumentó por los cuellos de botella en las cadenas globales de suministro, la subida de precios de alimentos y energéticos, la recomposición del gasto hacia mercancías, así como la recuperación de determinados servicios.

Ante esta coyuntura, el 10 de febrero de 2022 la Junta de Gobierno del Banco de México decidió incrementar en 50 puntos base la Tasa de Interés Interbancaria a un día a un nivel de 6.0 %.

En la primera reunión de política monetaria del Comité de Operaciones de Mercado Abierto (FOMC) de la Reserva Federal, Jerome Powell, presidente de la Fed, informó que, si se daban las condiciones adecuadas, a partir de este mes comenzarían a subir la tasa de interés luego de situarla en un rango de 0 a 0.25 % desde hace más de un año. Los expertos apuntan que el ajuste será de 25 puntos base. Powell estima que, dada una tasa de desempleo baja (3.8 %) y un gasto de consumo robusto, la economía podrá soportar aumentos en la tasa de interés.

Se prevén tres incrementos durante este año, por lo cual podría ubicarse en 1 % al cierre de 2022. Sin embargo, Powell no descartó la posibilidad de que este episodio inflacionario se prolongue. Cabe recordar que Estados Unidos terminó el 2021 con una inflación de casi 7 % —la mayor en veinte años—.

En definitiva, México atraviesa por un período de estanflación, esto es, la combinación de una alta inflación y estancamiento económico; no ocurría desde la década de los ochenta. Cabe precisar que la economía nacional decreció 0.1 % en el cuarto trimestre de 2021, al tiempo que las proyecciones de crecimiento para nuestro país este año podrían ajustarse a la baja hacia un pronóstico de 1.5 %.

¿Será la inflación y el estancamiento lo que no nos define?


Consultor y profesor universitario

Twitter: Petaco10marina

Facebook: Petaco Diez Marina

Instagram: Petaco10marina



Esta semana, el INEGI dio a conocer que la inflación en febrero de 2022, en términos anuales, se ubicó en 7.28 %; es decir, muy por arriba de la meta del Banxico de 3 %. La cifra anterior fue de 7.07 % (enero de 2022). Este dato es reflejo de una tendencia alcista expuesta a lo largo del año pasado. De enero a abril de 2021, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) pasó de 3.54 % a 6.08 %; se redujo en agosto (5.59 %) y, posteriormente, se disparó a 7.36 % en diciembre.

De acuerdo con el INEGI, en febrero de 2022, entre los productos que tuvieron un mayor incremento en los precios, destacan: gas doméstico LP; pollo; gasolina de bajo octanaje; limón; tortilla de maíz; automóviles; y aguacate. Por el contrario, dentro de los productos con precios a la baja se encuentran: jitomate; chile poblano; tomate verde; papa; frijol; y gas doméstico natural.

Así pues, México ha enfrentado un contexto de elevada inflación —no visto desde hace dos décadas— derivado de los choques ocasionados por la pandemia de COVID-19 y, recientemente, el agravamiento del conflicto entre Rusia y Ucrania. A nivel mundial, la inflación aumentó por los cuellos de botella en las cadenas globales de suministro, la subida de precios de alimentos y energéticos, la recomposición del gasto hacia mercancías, así como la recuperación de determinados servicios.

Ante esta coyuntura, el 10 de febrero de 2022 la Junta de Gobierno del Banco de México decidió incrementar en 50 puntos base la Tasa de Interés Interbancaria a un día a un nivel de 6.0 %.

En la primera reunión de política monetaria del Comité de Operaciones de Mercado Abierto (FOMC) de la Reserva Federal, Jerome Powell, presidente de la Fed, informó que, si se daban las condiciones adecuadas, a partir de este mes comenzarían a subir la tasa de interés luego de situarla en un rango de 0 a 0.25 % desde hace más de un año. Los expertos apuntan que el ajuste será de 25 puntos base. Powell estima que, dada una tasa de desempleo baja (3.8 %) y un gasto de consumo robusto, la economía podrá soportar aumentos en la tasa de interés.

Se prevén tres incrementos durante este año, por lo cual podría ubicarse en 1 % al cierre de 2022. Sin embargo, Powell no descartó la posibilidad de que este episodio inflacionario se prolongue. Cabe recordar que Estados Unidos terminó el 2021 con una inflación de casi 7 % —la mayor en veinte años—.

En definitiva, México atraviesa por un período de estanflación, esto es, la combinación de una alta inflación y estancamiento económico; no ocurría desde la década de los ochenta. Cabe precisar que la economía nacional decreció 0.1 % en el cuarto trimestre de 2021, al tiempo que las proyecciones de crecimiento para nuestro país este año podrían ajustarse a la baja hacia un pronóstico de 1.5 %.

¿Será la inflación y el estancamiento lo que no nos define?


Consultor y profesor universitario

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