/ sábado 27 de noviembre de 2021

Lo que no nos define | Finanzas públicas: ¿foco rojo?


Es bien sabido entre los economistas y hacedores de políticas que una de las bases estructurales que permite el mejoramiento sustancial del desempeño económico de un país es el orden y equilibrio de las finanzas públicas. Ahora bien, ¿México cómo se encuentra en este rubro? La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) publica un estudio denominado Government at a Glance, en el cual vierte una serie de datos referentes a la gobernabilidad en 37 naciones. La edición 2021 contempla indicadores sobre finanzas públicas.

Destaca que México fue el país con la inversión pública más baja, como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB), entre los países de la OCDE. Hungría (6.3 %), Noruega (6.0 %) y Corea del Sur (5.4 %) son los que mayor gasto público ejercen, mientras que nuestro país únicamente 1.3 % en 2019 —muy por debajo de la media—. En ese mismo año, el promedio entre los países miembros de la organización fue de 3.3 %. El documento revela una caída en el nivel de inversión pública en México.

Ahora bien, en promedio, las entidades federativas destinaron un porcentaje menor (0.4 %) en gasto público como proporción de su PIB. Treinta estados de la república ejercieron menos del 1.0 %, y el Estado de México fue el que más (1.2 %).

Pareciera que dentro de las posibles causas del problema, se asoman una recaudación de impuestos ineficiente. Sin ingresos públicos suficientes el gobierno no puede gastar en proyectos ni programas que generen un impacto positivo en la población —infraestructura, educación, salud, etcétera—. De acuerdo con la OCDE, México recaudó únicamente el 16.47 % de su PIB en 2019, cuando el promedio de los países de dicha organización fue de 33.84 %. ¿Se explica por un tema de evasión o de una base gravable reducida? Sin duda, las autoridades fiscales mexicanas deberán desplegar esfuerzos en torno a este asunto.

La evidencia empírica disponible sugiere que los países desarrollados, es decir, aquellos con un mayor nivel de ingreso per cápita, son los que más recaudan como porcentaje del PIB. Tal es el caso de algunos países, como: Dinamarca (46.34 %), Francia (45.40 %), Suecia (42.91 %), Italia (42.45 %), Finlandia (42.19 %) y Noruega (39.93 %).

Retomando el caso de México, la estructura de los ingresos totales del gobierno federal se compone de la siguiente manera: el impuesto que tiene un mayor impacto en la recaudación es el impuesto sobre la renta (ISR), representó el 40 % en 2020. Por su parte, el impuesto al valor agregado (IVA) aportó el 23 % en el mismo año. Será necesario replantear el modelo de captación de impuestos, a fin de fortalecer la capacidad fiscal del Estado mexicano.

Government at a Glance 2021 da a conocer que la deuda pública ha ido en aumento en nuestro país. El saldo contraído se ha incrementado a lo largo de la última década: 32.4 % en 2007, 41.1 % en 2012 y 59 % en 2019. En el corto plazo, resulta conveniente endeudarse si se incurre en un déficit, siempre y cuando los recursos obtenidos sirvan para financiar proyectos de inversión rentables.

En vísperas de 2022, tres aspectos deberán ocupar al gobierno mexicano, particularmente, a la SHCP: un incremento razonable del gasto público, un aumento importante de la recaudación de impuestos y el manejo responsable del saldo histórico de la deuda pública.

¿Serán las finanzas públicas lo que no nos define?


Consultor y profesor universitario

Twitter: Petaco10marina

Facebook: Petaco Diez Marina

Instagram: Petaco10marina


Es bien sabido entre los economistas y hacedores de políticas que una de las bases estructurales que permite el mejoramiento sustancial del desempeño económico de un país es el orden y equilibrio de las finanzas públicas. Ahora bien, ¿México cómo se encuentra en este rubro? La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) publica un estudio denominado Government at a Glance, en el cual vierte una serie de datos referentes a la gobernabilidad en 37 naciones. La edición 2021 contempla indicadores sobre finanzas públicas.

Destaca que México fue el país con la inversión pública más baja, como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB), entre los países de la OCDE. Hungría (6.3 %), Noruega (6.0 %) y Corea del Sur (5.4 %) son los que mayor gasto público ejercen, mientras que nuestro país únicamente 1.3 % en 2019 —muy por debajo de la media—. En ese mismo año, el promedio entre los países miembros de la organización fue de 3.3 %. El documento revela una caída en el nivel de inversión pública en México.

Ahora bien, en promedio, las entidades federativas destinaron un porcentaje menor (0.4 %) en gasto público como proporción de su PIB. Treinta estados de la república ejercieron menos del 1.0 %, y el Estado de México fue el que más (1.2 %).

Pareciera que dentro de las posibles causas del problema, se asoman una recaudación de impuestos ineficiente. Sin ingresos públicos suficientes el gobierno no puede gastar en proyectos ni programas que generen un impacto positivo en la población —infraestructura, educación, salud, etcétera—. De acuerdo con la OCDE, México recaudó únicamente el 16.47 % de su PIB en 2019, cuando el promedio de los países de dicha organización fue de 33.84 %. ¿Se explica por un tema de evasión o de una base gravable reducida? Sin duda, las autoridades fiscales mexicanas deberán desplegar esfuerzos en torno a este asunto.

La evidencia empírica disponible sugiere que los países desarrollados, es decir, aquellos con un mayor nivel de ingreso per cápita, son los que más recaudan como porcentaje del PIB. Tal es el caso de algunos países, como: Dinamarca (46.34 %), Francia (45.40 %), Suecia (42.91 %), Italia (42.45 %), Finlandia (42.19 %) y Noruega (39.93 %).

Retomando el caso de México, la estructura de los ingresos totales del gobierno federal se compone de la siguiente manera: el impuesto que tiene un mayor impacto en la recaudación es el impuesto sobre la renta (ISR), representó el 40 % en 2020. Por su parte, el impuesto al valor agregado (IVA) aportó el 23 % en el mismo año. Será necesario replantear el modelo de captación de impuestos, a fin de fortalecer la capacidad fiscal del Estado mexicano.

Government at a Glance 2021 da a conocer que la deuda pública ha ido en aumento en nuestro país. El saldo contraído se ha incrementado a lo largo de la última década: 32.4 % en 2007, 41.1 % en 2012 y 59 % en 2019. En el corto plazo, resulta conveniente endeudarse si se incurre en un déficit, siempre y cuando los recursos obtenidos sirvan para financiar proyectos de inversión rentables.

En vísperas de 2022, tres aspectos deberán ocupar al gobierno mexicano, particularmente, a la SHCP: un incremento razonable del gasto público, un aumento importante de la recaudación de impuestos y el manejo responsable del saldo histórico de la deuda pública.

¿Serán las finanzas públicas lo que no nos define?


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