/ sábado 21 de mayo de 2022

Lo que no nos define | Fracaso regional 


La Cumbre de las Américas es un espacio de diálogo que convoca a los jefes de Estado y de gobierno de los múltiples países que integran el continente americano. Su objetivo se desdobla en distintas vertientes tales como promover la cooperación, debatir sobre aspectos políticos compartidos, afirmar valores comunes y delinear acciones a nivel regional para hacer frente a los desafíos de la agenda. Actualmente, se están llevando a cabo los preparativos de la novena Cumbre, la cual tendrá lugar del 6 al 10 de junio en Los Ángeles, California.

Cabe precisar que esta ciudad alberga la comunidad hispano-latina más extensa de Estados Unidos, donde se hablan más de 224 idiomas al tiempo que concentra una población representativa de 140 naciones. Ésta será la primera ocasión en que EE.UU. acoja la reunión desde la primera Cumbre de las Américas en Miami, Florida, en diciembre de 1994, misma que encabezó el expresidente Bill Clinton.

Esta semana, Marcelo Ebrard dio a conocer que aún no hay noticias respecto a si Joe Biden aceptará invitar a Cuba, Venezuela y Nicaragua a la Cumbre. El presidente López Obrador ha destacado la importancia de que todos los líderes del hemisferio estén presentes en dicho evento, a fin de sentar las bases de una nueva relación multilateral. En caso de que se excluya a algún país, ha señalado que no acudirá al encuentro y, en representación del gobierno de México, asistirá el secretario de Relaciones Exteriores. Luis Arce, presidente de Bolivia, también ha condicionado su participación. Por su parte, Guatemala ha declinado.

La Cumbre de las Américas se ha tornado en un mal juego para los demócratas. Por el contrario, se ha convertido en una buena estrategia para el mandatario mexicano. Quizá sea otro de los temas que se le ha salido de control a Biden, en el marco de la pérdida de su fuerza al interior del partido. Mientras tanto, Donald Trump realiza apariciones en el terreno político. Baste mencionar sus declaraciones recientes en un mitin en Ohio, donde sugirió haber “doblado” a México para contener los flujos migratorios.

Estos hechos se insertan en un contexto anticipado, debido a que Estados Unidos tendrá comicios en 2022 y 2024. Nuestro vecino del norte atraviesa por un entorno de profunda tensión. Biden se ve cada vez más debilitado en lo que podría concebirse como un rotundo fracaso electoral y el regreso de Trump a la Casa Blanca. De manera paralela, América Latina se encuentra invertebrada a causa del populismo y del predominio de discursos antagónicos. Se viven nuevos aires en el continente. Considero que la Cumbre es una oportunidad valiosa para que México se posicione como puntero de la región.

¿Será el éxito de la política exterior regional lo que no nos define?


Consultor y profesor universitario

Twitter: Petaco10marina

Facebook: Petaco Diez Marina

Instagram: Petaco10marina



La Cumbre de las Américas es un espacio de diálogo que convoca a los jefes de Estado y de gobierno de los múltiples países que integran el continente americano. Su objetivo se desdobla en distintas vertientes tales como promover la cooperación, debatir sobre aspectos políticos compartidos, afirmar valores comunes y delinear acciones a nivel regional para hacer frente a los desafíos de la agenda. Actualmente, se están llevando a cabo los preparativos de la novena Cumbre, la cual tendrá lugar del 6 al 10 de junio en Los Ángeles, California.

Cabe precisar que esta ciudad alberga la comunidad hispano-latina más extensa de Estados Unidos, donde se hablan más de 224 idiomas al tiempo que concentra una población representativa de 140 naciones. Ésta será la primera ocasión en que EE.UU. acoja la reunión desde la primera Cumbre de las Américas en Miami, Florida, en diciembre de 1994, misma que encabezó el expresidente Bill Clinton.

Esta semana, Marcelo Ebrard dio a conocer que aún no hay noticias respecto a si Joe Biden aceptará invitar a Cuba, Venezuela y Nicaragua a la Cumbre. El presidente López Obrador ha destacado la importancia de que todos los líderes del hemisferio estén presentes en dicho evento, a fin de sentar las bases de una nueva relación multilateral. En caso de que se excluya a algún país, ha señalado que no acudirá al encuentro y, en representación del gobierno de México, asistirá el secretario de Relaciones Exteriores. Luis Arce, presidente de Bolivia, también ha condicionado su participación. Por su parte, Guatemala ha declinado.

La Cumbre de las Américas se ha tornado en un mal juego para los demócratas. Por el contrario, se ha convertido en una buena estrategia para el mandatario mexicano. Quizá sea otro de los temas que se le ha salido de control a Biden, en el marco de la pérdida de su fuerza al interior del partido. Mientras tanto, Donald Trump realiza apariciones en el terreno político. Baste mencionar sus declaraciones recientes en un mitin en Ohio, donde sugirió haber “doblado” a México para contener los flujos migratorios.

Estos hechos se insertan en un contexto anticipado, debido a que Estados Unidos tendrá comicios en 2022 y 2024. Nuestro vecino del norte atraviesa por un entorno de profunda tensión. Biden se ve cada vez más debilitado en lo que podría concebirse como un rotundo fracaso electoral y el regreso de Trump a la Casa Blanca. De manera paralela, América Latina se encuentra invertebrada a causa del populismo y del predominio de discursos antagónicos. Se viven nuevos aires en el continente. Considero que la Cumbre es una oportunidad valiosa para que México se posicione como puntero de la región.

¿Será el éxito de la política exterior regional lo que no nos define?


Consultor y profesor universitario

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