/ sábado 18 de junio de 2022

Lo que no nos define | Panorama inflacionario


Esta semana, los mercados atravesaron por un clima de tensión en virtud del anuncio de política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos, luego de que incrementó la tasa de interés de referencia en 75 puntos base, ubicándola en un rango entre 1.50 y 1.75 por ciento. Desde 1994, el banco central estadounidense no realizaba un movimiento de tal magnitud.

Esta decisión es congruente con el dato de la inflación de EE.UU. en mayo: 8.6 por ciento, la más elevada en cuatro décadas, muy por encima del objetivo de dos por ciento. De manera paralela, la Fed ajustó a la baja su pronóstico de crecimiento para 2022 y 2023 situándolo en 1.7 por ciento —y en 1.9 por ciento en 2024—. Igualmente, aumentó su expectativa de inflación de 4.3 a 5.2 por ciento para 2022 y la recortó ligeramente para los dos años subsecuentes. En este contexto, hay nerviosismo por riesgo de recesión de la economía norteamericana.

Las señales apuntan que el 23 de junio el Banco de México incrementará la tasa de interés en 75 puntos base, en una coyuntura donde los altos niveles inflacionarios han cedido poco. Si bien distintos bancos centrales han optado por implementar políticas restrictivas como una forma de contener las presiones inflacionarias, la reacción de la Fed podría afectar el crecimiento de Estados Unidos. Ello desencadenaría nocivos para la economía mexicana.

Sin duda, el tema inflacionario ha deteriorado la credibilidad del gobierno de Joe Biden en el marco de los comicios de noviembre próximo, donde posiblemente los demócratas pierdan el control del Congreso. En conferencia de prensa, el mandatario norteamericano precisó que el repunte inflacionario se explica por la invasión rusa en Ucrania, misma que ha provocado el incremento de los precios de la gasolina y los alimentos, así como el choque a las cadenas de suministro derivado de la pandemia de Covid-19.

Mientras tanto, reapareció en la escena política la comisión de la Cámara de Representantes encargada de investigar el asalto al Capitolio ocurrido el 6 de enero de 2021, cuando una turba irrumpió en dicho edificio para impedir que se ratificara el triunfo de Biden. Cabe señalar que Donald Trump aún cuenta con el respaldo de buena parte de su base electoral; es decir, tiene amplias probabilidades de regresar a la Casa Blanca en 2024.

De cara a los meses venideros, la inflación continuará representando un desafío en el plano mundial. En este sentido, los gobiernos deberán respetar la autonomía de los bancos centrales si pretenden anclar las expectativas y frenar la alza generalizada de precios.

¿Será un entorno de certidumbre lo que no nos define?


  • Consultor y profesor universitario
  • Twitter: Petaco10marina
  • Facebook: Petaco Diez Marina
  • Instagram: Petaco10marina



Esta semana, los mercados atravesaron por un clima de tensión en virtud del anuncio de política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos, luego de que incrementó la tasa de interés de referencia en 75 puntos base, ubicándola en un rango entre 1.50 y 1.75 por ciento. Desde 1994, el banco central estadounidense no realizaba un movimiento de tal magnitud.

Esta decisión es congruente con el dato de la inflación de EE.UU. en mayo: 8.6 por ciento, la más elevada en cuatro décadas, muy por encima del objetivo de dos por ciento. De manera paralela, la Fed ajustó a la baja su pronóstico de crecimiento para 2022 y 2023 situándolo en 1.7 por ciento —y en 1.9 por ciento en 2024—. Igualmente, aumentó su expectativa de inflación de 4.3 a 5.2 por ciento para 2022 y la recortó ligeramente para los dos años subsecuentes. En este contexto, hay nerviosismo por riesgo de recesión de la economía norteamericana.

Las señales apuntan que el 23 de junio el Banco de México incrementará la tasa de interés en 75 puntos base, en una coyuntura donde los altos niveles inflacionarios han cedido poco. Si bien distintos bancos centrales han optado por implementar políticas restrictivas como una forma de contener las presiones inflacionarias, la reacción de la Fed podría afectar el crecimiento de Estados Unidos. Ello desencadenaría nocivos para la economía mexicana.

Sin duda, el tema inflacionario ha deteriorado la credibilidad del gobierno de Joe Biden en el marco de los comicios de noviembre próximo, donde posiblemente los demócratas pierdan el control del Congreso. En conferencia de prensa, el mandatario norteamericano precisó que el repunte inflacionario se explica por la invasión rusa en Ucrania, misma que ha provocado el incremento de los precios de la gasolina y los alimentos, así como el choque a las cadenas de suministro derivado de la pandemia de Covid-19.

Mientras tanto, reapareció en la escena política la comisión de la Cámara de Representantes encargada de investigar el asalto al Capitolio ocurrido el 6 de enero de 2021, cuando una turba irrumpió en dicho edificio para impedir que se ratificara el triunfo de Biden. Cabe señalar que Donald Trump aún cuenta con el respaldo de buena parte de su base electoral; es decir, tiene amplias probabilidades de regresar a la Casa Blanca en 2024.

De cara a los meses venideros, la inflación continuará representando un desafío en el plano mundial. En este sentido, los gobiernos deberán respetar la autonomía de los bancos centrales si pretenden anclar las expectativas y frenar la alza generalizada de precios.

¿Será un entorno de certidumbre lo que no nos define?


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