Las elecciones intermedias están en puerta. Más allá de los candidatos, el espectáculo y las promesas de campaña, es importante subrayar que mucho estará en juego por la dimensión y la complejidad de las circunstancias. Quizá sean los comicios más concurridos desde que se tiene registro oficial, o al menos esto se prevé.
Los queretanos elegiremos: gobernador, 18 presidentes municipales, 15 diputados de mayoría relativa y 10 de representación proporcional, 36 síndicos y 148 regidores. Un total de 228 cargos de elección popular. No sólo se trata del presente inmediato, sino de lo que vendrá por delante y, por ende, impactará a futuras generaciones. Por ello, debemos estudiar la coyuntura con perspectiva. Después del 6 junio, independientemente de nuestras preferencias políticas tendremos que construir un país —y un Querétaro— en unidad; máxime en el marco de la pandemia. Se necesitan respuestas convincentes para superar los desafíos titánicos.
Ahora bien, poco viable resulta plantear un escenario catastrófico que produzca una sensación de frustración y ansiedad entre los lectores. No nos dejemos mover por la inercia y el desazón. En medio de la adversidad, hay aspectos sumamente alentadores.
Nuestro estado está anclado en una posición privilegiada en comparación con otras entidades federativas. Es un referente de la economía mexicana. Destaca por ser un generador de empleos; tan sólo en mayo de 2019, de los 3 mil 983 puestos de trabajo creados a nivel nacional, mil 863 (46.8 %, casi la mitad) correspondieron a Querétaro.
Asimismo, de acuerdo con el Índice de Competitividad Estatal 2018, publicado por el IMCO, Querétaro es el segundo lugar nacional en competitividad. Por otro lado, es el segundo estado con mayor número de empresas e instituciones científicas y tecnológicas; además de ser el tercer estado con mayor tasa de investigadores en el país.
Querétaro ocupa el cuarto lugar en Estado de derecho de acuerdo con el World Justice Project México 2020-2021, destacando su puntuación en rubros como: respeto a derechos fundamentales, justicia penal, límites al poder gubernamental, ausencia de corrupción y cumplimiento regulatorio.
¿Cuál es el futuro para Querétaro? Comúnmente manifiesto que somos repetidores de nobles ideas. En este sentido, aludo a Jacques Attali, quien sostiene que se deberán orientar esfuerzos hacia una "economía de la vida", donde las principales plataformas de desarrollo serán: salud, educación, alimentación, higiene, agricultura y cultura digital. Se explica por sí sola la trascendencia de cada sector, y la relevancia de vincularnos a estos canales.
Lo anterior podría dar una pauta a la futura administración queretana respecto a cuál será el camino a recorrer en los años venideros. Cabe señalar que el próximo gobierno encontrará áreas de oportunidad de enorme valor, tales como: el tema del cambio climático y el cuidado al medio ambiente, así como la igualdad sustantiva con el objetivo de reducir la brecha hombre-mujer.
Estos deberán ser los ejes rectores de su actuación, así como el enfoque que defina las políticas públicas. ¡Confiemos en que tenemos un gran estado!
¿Será el futuro de Querétaro lo que nos define?
Consultor y profesor universitario
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