La Organización de las Naciones Unidas (ONU) aseguró que 1.2 millones de personas han abandonado el territorio ucraniano a causa de la invasión. Cabe señalar que el flujo de refugiados se intensificó en los países fronterizos al oeste y suroeste de Ucrania: Polonia (650 mil); Eslovaquia (90 mil); Hungría (145 mil); Rumanía (57 mil); y Moldavia (103 mil). Asimismo, la ONU confirmó esta semana la muerte de al menos 331 civiles.
En la región bielorrusa de Gómel, los representantes de los grupos negociadores de Rusia y Ucrania pactaron un cese al fuego temporal en aquellos sitios donde se establezcan corredores humanitarios, a fin de facilitar el desalojo de civiles. Aleksandr Lukashenko, presidente de Bielorrusia, pretende fungir como mediador del conflicto, pese a que es bien sabido que respalda al Kremlin. En 2014, Bielorrusia también acogió el Protocolo de Minsk, esto es, acuerdos que intentaron apaciguar el enfrentamiento entre ucranianos y separatistas prorrusos en la región del Donbás.
El domingo se celebró un referéndum en Bielorrusia relativo a las enmiendas al texto constitucional propuestas por su mandatario; 65.15 % de los bielorrusos votaron a favor. En consecuencia, Lukashenko, a sus 67 años, permanecerá en el cargo hasta 2035 —ocupa el poder desde 1994—. Además, su país podrá recibir armas nucleares por primera vez desde que se independizó de la URSS en 1990, lo cual ha encendido las alertas.
Ahora bien, la Corte Penal Internacional informó que abrirá una investigación sobre la situación en Ucrania por presuntos crímenes de guerra y lesa humanidad. Dicho tribunal llevó a cabo una averiguación preliminar respecto a la represión violenta de las protestas proeuropeas en Kiev (2013-2014), así como las denuncias de delitos en Crimea.
Hace unos días, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, hizo un llamado a la Unión Europea para que autorizara la adhesión inmediata de su nación como miembro. En atención a lo cual la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, declaró: “[Ucrania] es uno de nosotros y lo queremos con nosotros”. Es oportuno subrayar que este viernes la CE suspendió de manera inmediata su cooperación con Rusia y Bielorrusia, al tiempo que anunció nuevas sanciones.
Los múltiples esfuerzos en favor de la protección a nuestros connacionales en el exterior no han interrumpido. La madrugada de este viernes, aterrizó un avión de la Fuerza Aérea Mexicana procedente de Bucarest, Rumanía, con 81 evacuados desde Ucrania: 44 mexicanos, 28 ucranianos, 7 ecuatorianos, 1 peruano y 1 australiano. Es preciso destacar la incansable labor diplomática de los embajadores de México en Ucrania y Rumanía —Olga García Guillén y Guillermo Ordorica Robles, respectivamente—.
La ambición, el terror y la incertidumbre siguen presentes en la disputa.
¿Será una salida pacífica lo que no nos define?
Consultor y profesor universitario
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