Por Lucía Villarreal
Autoevaluación.
Me reconozco perfeccionista, solitaria y socarrona. Concienzuda, empática y atenta. Formal, aunque un poco impuntual. Responsable, rayando en lo intensa. Cariñosa, altruista, pacífica, bueno no… a veces soy bélica. También soy prudente, ñoña y sumamente impresionable. Afable, impaciente y volátil. Melancólica, acumuladora y procastinadora.
¡Tanto por dónde trabajarme! Y por lo mismo, me voy con mucho cuidado. Como dijo sabiamente Clarice Lispector: “Hasta cortar nuestros defectos puede ser peligroso. Nunca se sabe cuál es el defecto que sustenta nuestro edificio entero”.
Quise hacer una lista de propósitos personales, pero acabé abrazando mis bemoles.
escribe@luciavillarreal.net