/ martes 8 de junio de 2021

Neurona Ciudadana | El voto apenas es el comienzo

“El papel del ciudadano de cualquier democracia no acaba con el voto”. Hace unos días encontré esta frase, que aunque parece obvia, muchos no alcanzamos a comprender que la democracia se construye diariamente y no sólo el día de la elección.

Debemos reconocer la amplia participación que se vivió este domingo 6 de junio de 2021 en esta elección intermedia, que históricamente presentan altos índices de abstención, pero esto es sólo el 50%.

Miles de personas salieron a las calles a votar y a pesar de las largas filas que se presentaron en muchas casillas (producto de la pandemia que aún no termina), la gente no quiso perderse la oportunidad de participar. Y eso hay que aplaudir, destacar y felicitar, no sólo a los ciudadanos que acudieron a las urnas, sino a todos aquellos funcionarios de casilla, al INE y al IEEQ, pues demostraron con hechos que están a prueba de cualquier sospecha.

Sin embargo, es necesario que nos hagamos conscientes de que nuestra labor como ciudadanos no termina al votar, al contrario, apenas empieza, pues es responsabilidad de todos darle seguimiento a las propuestas que nos hicieron los políticos como candidatos. Vigilar el uso que hacen de los recursos públicos o que las leyes que promueven y aprueban tengan el sentido de generar mejores condiciones para todxs, que tengan claro el contexto social y ambiental que vivimos para que el cuidado al medio ambiente, la generación de energías limpias, el empoderamiento y protección de las mujeres y niñxs o el impulso a los emprendedores y a las PyMEs, bajo un esquema de economía sustentable, sean las constantes y no las excepciones.

Al llegar a este punto, muchas personas que tienen la intención de participar en la vida pública de nuestra comunidad se preguntan cómo lo pueden hacer y ahí es donde el papel ciudadano cobra relevancia en las organizaciones civiles, que a través de un esfuerzo colectivo realizan diferentes actividades que buscan construir una mejor sociedad. Y las hay de todas las temáticas; quizás deberías saber en primer lugar en qué área deseas contribuir y después acercarte a alguna de ellas para iniciar el camino de una verdadera participación ciudadana y esta elección debería ser el pretexto perfecto.

Esto no tendrá otra consecuencia más que la de generar una sociedad mucho más crítica, analítica y propositiva, pues no olvidemos que la calidad de la sociedad que tenemos es un reflejo de los políticos que nos gobiernan.

Hagamos una introspección como ciudadanos y trabajemos en nuestro núcleo más cercano, que es la familia, reconstruyamos el tejido social, limpiemos nuestro ambiente, cuidemos a nuestros niñxs, protejamos a nuestras mujeres e indígenas, impulsemos el comercio local.

Es hora de involucrarnos en la vida política de nuestro país y estado y ser verdaderos agentes de cambios, de lo contrario, podemos pagar el precio, como lo mencionó Platón: “Desentenderse de la política lleva aparejado el tener que pagar un precio: ser gobernado por los peores hombres”.

“El papel del ciudadano de cualquier democracia no acaba con el voto”. Hace unos días encontré esta frase, que aunque parece obvia, muchos no alcanzamos a comprender que la democracia se construye diariamente y no sólo el día de la elección.

Debemos reconocer la amplia participación que se vivió este domingo 6 de junio de 2021 en esta elección intermedia, que históricamente presentan altos índices de abstención, pero esto es sólo el 50%.

Miles de personas salieron a las calles a votar y a pesar de las largas filas que se presentaron en muchas casillas (producto de la pandemia que aún no termina), la gente no quiso perderse la oportunidad de participar. Y eso hay que aplaudir, destacar y felicitar, no sólo a los ciudadanos que acudieron a las urnas, sino a todos aquellos funcionarios de casilla, al INE y al IEEQ, pues demostraron con hechos que están a prueba de cualquier sospecha.

Sin embargo, es necesario que nos hagamos conscientes de que nuestra labor como ciudadanos no termina al votar, al contrario, apenas empieza, pues es responsabilidad de todos darle seguimiento a las propuestas que nos hicieron los políticos como candidatos. Vigilar el uso que hacen de los recursos públicos o que las leyes que promueven y aprueban tengan el sentido de generar mejores condiciones para todxs, que tengan claro el contexto social y ambiental que vivimos para que el cuidado al medio ambiente, la generación de energías limpias, el empoderamiento y protección de las mujeres y niñxs o el impulso a los emprendedores y a las PyMEs, bajo un esquema de economía sustentable, sean las constantes y no las excepciones.

Al llegar a este punto, muchas personas que tienen la intención de participar en la vida pública de nuestra comunidad se preguntan cómo lo pueden hacer y ahí es donde el papel ciudadano cobra relevancia en las organizaciones civiles, que a través de un esfuerzo colectivo realizan diferentes actividades que buscan construir una mejor sociedad. Y las hay de todas las temáticas; quizás deberías saber en primer lugar en qué área deseas contribuir y después acercarte a alguna de ellas para iniciar el camino de una verdadera participación ciudadana y esta elección debería ser el pretexto perfecto.

Esto no tendrá otra consecuencia más que la de generar una sociedad mucho más crítica, analítica y propositiva, pues no olvidemos que la calidad de la sociedad que tenemos es un reflejo de los políticos que nos gobiernan.

Hagamos una introspección como ciudadanos y trabajemos en nuestro núcleo más cercano, que es la familia, reconstruyamos el tejido social, limpiemos nuestro ambiente, cuidemos a nuestros niñxs, protejamos a nuestras mujeres e indígenas, impulsemos el comercio local.

Es hora de involucrarnos en la vida política de nuestro país y estado y ser verdaderos agentes de cambios, de lo contrario, podemos pagar el precio, como lo mencionó Platón: “Desentenderse de la política lleva aparejado el tener que pagar un precio: ser gobernado por los peores hombres”.