/ martes 7 de diciembre de 2021

Neurona Ciudadana | Movilidad empática


Para que una ciudad sea eficiente se deben generar y garantizar las condiciones adecuadas para que sus habitantes cuenten con espacios idóneos para su desarrollo físico, cultural, emocional, económico, entre otros tantos aspectos.

Se debe procurar en todo momento que tengan las herramientas y la infraestructura necesarias en un espacio armónico, dinámico y equilibrado. En esta construcción de espacios, sin duda, el ser humano debe ser el centro de las decisiones, sin olvidar aspectos tan importantes como el medio ambiente.

Dicho lo anterior, la movilidad de los ciudadanos debe ser una prioridad. Contar con un sistema de transporte eficiente, de calidad y sobre todo empático con las necesidades de la población debe ser una obligación para los gobiernos y en Querétaro así lo han entendido las diferentes administraciones estatales y municipales, pero aún hay mucho por hacer, pues sabemos que no es una tarea fácil, más no imposible. Nuestro estado ya ha demostrado que cuenta con el capital humano necesario para hacer que las cosas funcionen y ese es el gran reto.

De acuerdo al índice de Movilidad Urbana 2019 realizada por el IMCO, Querétaro se encuentra en el lugar 8 de competitividad en este rubro. El índice estudió a 20 ciudades, tomando en cuenta aspectos como eficiencia y transparencia gubernamental, seguridad, infraestructura, entre otros puntos. En los primeros tres lugares se encuentran el Valle de México, Saltillo y Guadalajara.

Para nadie es un secreto que Querétaro se ha convertido en un imán para miles de personas nacionales y extranjeras que han decidido buscar un mejor futuro. Nos hemos convertido en sinónimo de crecimiento, desarrollo, oportunidades, pero asimismo, los retos también se han incrementado de manera considerable.

Ese es el costo que tenemos que pagar, por eso es necesario que nuestros políticos sean conscientes de ello y estructuren esquemas y proyectos que no sólo estén pensados para tres o seis años. En cuestión de movilidad es necesario que se trabaje y piense a largo plazo y sobre todo, en las necesidades de todos los sectores de la población para construir una relación sana entre automovilistas, motociclistas, ciclistas, peatones y usuarios del transporte público.

Si queremos que se reduzca el tráfico y la contaminación es fundamental que pensemos en elevar la calidad de nuestro transporte público y con ello reducir el impacto ambiental, social y de salud que esto ocasiona. De acuerdo al Banco Mundial, cerca del 55% de la población mundial (4 mil 200 millones de habitantes) vive en ciudades. Se estima que para 2050, la población urbana se duplicará y casi 7 de cada 10 personas vivirán en ciudades, de ahí la importancia de planificar a largo plazo.

Les propongo un ejercicio a todos y todas aquellas que tenemos el privilegio de contar con un automóvil: utilicemos el transporte público. Así comprenderemos de mejor manera de lo qué estamos hablando, de las necesidades y las soluciones, de lo contrario, no podremos avanzar si desconocemos la dinámica que tiene nuestro transporte. Hagámoslo desde la sensibilidad, el amor, la comprensión y sobre todo, la empatía.

El reto es mayúsculo pero lo podemos lograr. Gobierno, empresarios y ciudadanos debemos ir de la mano para brindar soluciones que nos lleven a contar con un sistema de movilidad sostenible que cuente con un transporte público eficiente, inclusivo, sustentable y responsable con el medioambiente, pues bien dicen que si quieres conocer el desarrollo de una ciudad debes mirar hacia su movilidad interna y ahí aún tenemos mucho que hacer.


Para que una ciudad sea eficiente se deben generar y garantizar las condiciones adecuadas para que sus habitantes cuenten con espacios idóneos para su desarrollo físico, cultural, emocional, económico, entre otros tantos aspectos.

Se debe procurar en todo momento que tengan las herramientas y la infraestructura necesarias en un espacio armónico, dinámico y equilibrado. En esta construcción de espacios, sin duda, el ser humano debe ser el centro de las decisiones, sin olvidar aspectos tan importantes como el medio ambiente.

Dicho lo anterior, la movilidad de los ciudadanos debe ser una prioridad. Contar con un sistema de transporte eficiente, de calidad y sobre todo empático con las necesidades de la población debe ser una obligación para los gobiernos y en Querétaro así lo han entendido las diferentes administraciones estatales y municipales, pero aún hay mucho por hacer, pues sabemos que no es una tarea fácil, más no imposible. Nuestro estado ya ha demostrado que cuenta con el capital humano necesario para hacer que las cosas funcionen y ese es el gran reto.

De acuerdo al índice de Movilidad Urbana 2019 realizada por el IMCO, Querétaro se encuentra en el lugar 8 de competitividad en este rubro. El índice estudió a 20 ciudades, tomando en cuenta aspectos como eficiencia y transparencia gubernamental, seguridad, infraestructura, entre otros puntos. En los primeros tres lugares se encuentran el Valle de México, Saltillo y Guadalajara.

Para nadie es un secreto que Querétaro se ha convertido en un imán para miles de personas nacionales y extranjeras que han decidido buscar un mejor futuro. Nos hemos convertido en sinónimo de crecimiento, desarrollo, oportunidades, pero asimismo, los retos también se han incrementado de manera considerable.

Ese es el costo que tenemos que pagar, por eso es necesario que nuestros políticos sean conscientes de ello y estructuren esquemas y proyectos que no sólo estén pensados para tres o seis años. En cuestión de movilidad es necesario que se trabaje y piense a largo plazo y sobre todo, en las necesidades de todos los sectores de la población para construir una relación sana entre automovilistas, motociclistas, ciclistas, peatones y usuarios del transporte público.

Si queremos que se reduzca el tráfico y la contaminación es fundamental que pensemos en elevar la calidad de nuestro transporte público y con ello reducir el impacto ambiental, social y de salud que esto ocasiona. De acuerdo al Banco Mundial, cerca del 55% de la población mundial (4 mil 200 millones de habitantes) vive en ciudades. Se estima que para 2050, la población urbana se duplicará y casi 7 de cada 10 personas vivirán en ciudades, de ahí la importancia de planificar a largo plazo.

Les propongo un ejercicio a todos y todas aquellas que tenemos el privilegio de contar con un automóvil: utilicemos el transporte público. Así comprenderemos de mejor manera de lo qué estamos hablando, de las necesidades y las soluciones, de lo contrario, no podremos avanzar si desconocemos la dinámica que tiene nuestro transporte. Hagámoslo desde la sensibilidad, el amor, la comprensión y sobre todo, la empatía.

El reto es mayúsculo pero lo podemos lograr. Gobierno, empresarios y ciudadanos debemos ir de la mano para brindar soluciones que nos lleven a contar con un sistema de movilidad sostenible que cuente con un transporte público eficiente, inclusivo, sustentable y responsable con el medioambiente, pues bien dicen que si quieres conocer el desarrollo de una ciudad debes mirar hacia su movilidad interna y ahí aún tenemos mucho que hacer.