/ martes 16 de agosto de 2022

Neurona ciudadana | Recuperemos a México


La semana pasada fue una pesadilla para nuestro México. Irapuato, Celaya, Guadalajara, Ciudad Juárez, Tijuana, Mexicali, entre otros lugares, fueron el epicentro de bloqueos, quema de autos, negocios y ataques en contra de la población por parte del crimen organizado. Horas de violencia que marcarán la vida de miles de mexicanos y mexicanas.

Es inconcebible la idea de que nos tengamos que “acostumbrar” a este tipo de escenas y peor aún, es reprobable que desde Palacio Nacional se asegure que se trata de una propaganda negra, calumnias y amarillismo por parte de la oposición y de los medios de comunicación.

¿Qué responderían las familias de las víctimas inocentes que perdieron la vida en estos actos? ¿Pensarán también que se trata de una exageración y de pura propaganda negra? ¿Qué responderían los empresarios y comerciantes que ven cómo sus proyectos merman ante esta situación cada vez menos sostenible? ¿Qué responderían los niños que están creciendo en medio de un entorno nada favorable para un sano desarrollo?

Está claro que el clima de violencia que vive nuestro país no es exclusivo de la actual administración federal. Sin embargo, se prometió acabar con ella a través de una cuestionada intención de promover, sin una estrategia clara y fuerte, la política de “abrazos, no balazos”, la cual, vemos a todas luces que no ha funcionado.

El Estado debe cumplir con la obligación constitucional de garantizar la seguridad física y patrimonial de todos y todas las mexicanas, pero eso no está sucediendo. Por eso, considero que es necesario que empecemos a exigir a las autoridades que cumplan con ese mandato que dicta nuestra Constitución.

Desde el ámbito empresarial, específicamente, desde Coparmex, condenamos enérgicamente estos actos violentos que generan incertidumbre, miedo y que inhiben el desarrollo integral de nuestro país, por lo que exigimos al gobierno de México que diseñe e implemente una estrategia efectiva de seguridad que tenga como objetivo la paz social de todos los que habitamos este país y al mismo tiempo demandamos que las autoridades cumplan con su función en lugar de evadirla.

Los datos duros son claros y contundentes; el INEGI señala que el 67% de la población se siente insegura y eso no sólo es percepción, se trata de una realidad que afecta vidas y que daña además la dinámica productiva de un país que no termina de crecer, pues se inhiben inversiones, enrarece el ambiente de negocios, pero más allá de esto, afecta el estado emocional de una población que ve cómo su país se desmorona y la esperanza de que la situación cambie se ve cada vez más lejana.

Tras los hechos en Ciudad Juárez y en otros lugares, ha quedado más claro que nunca que la escalada de violencia ha alcanzado un nuevo y alarmante nivel: ahora lastima directamente a la sociedad al atentar contra la vida de ciudadanos inocentes, mujeres y hombres, padres y madres de familia que únicamente hacían su vida ordinaria, por ello, es momento que el Estado asuma su responsabilidad sin vacilaciones y garantice la vida y la seguridad de todos los mexicanos.


#OpiniónCoparmex



La semana pasada fue una pesadilla para nuestro México. Irapuato, Celaya, Guadalajara, Ciudad Juárez, Tijuana, Mexicali, entre otros lugares, fueron el epicentro de bloqueos, quema de autos, negocios y ataques en contra de la población por parte del crimen organizado. Horas de violencia que marcarán la vida de miles de mexicanos y mexicanas.

Es inconcebible la idea de que nos tengamos que “acostumbrar” a este tipo de escenas y peor aún, es reprobable que desde Palacio Nacional se asegure que se trata de una propaganda negra, calumnias y amarillismo por parte de la oposición y de los medios de comunicación.

¿Qué responderían las familias de las víctimas inocentes que perdieron la vida en estos actos? ¿Pensarán también que se trata de una exageración y de pura propaganda negra? ¿Qué responderían los empresarios y comerciantes que ven cómo sus proyectos merman ante esta situación cada vez menos sostenible? ¿Qué responderían los niños que están creciendo en medio de un entorno nada favorable para un sano desarrollo?

Está claro que el clima de violencia que vive nuestro país no es exclusivo de la actual administración federal. Sin embargo, se prometió acabar con ella a través de una cuestionada intención de promover, sin una estrategia clara y fuerte, la política de “abrazos, no balazos”, la cual, vemos a todas luces que no ha funcionado.

El Estado debe cumplir con la obligación constitucional de garantizar la seguridad física y patrimonial de todos y todas las mexicanas, pero eso no está sucediendo. Por eso, considero que es necesario que empecemos a exigir a las autoridades que cumplan con ese mandato que dicta nuestra Constitución.

Desde el ámbito empresarial, específicamente, desde Coparmex, condenamos enérgicamente estos actos violentos que generan incertidumbre, miedo y que inhiben el desarrollo integral de nuestro país, por lo que exigimos al gobierno de México que diseñe e implemente una estrategia efectiva de seguridad que tenga como objetivo la paz social de todos los que habitamos este país y al mismo tiempo demandamos que las autoridades cumplan con su función en lugar de evadirla.

Los datos duros son claros y contundentes; el INEGI señala que el 67% de la población se siente insegura y eso no sólo es percepción, se trata de una realidad que afecta vidas y que daña además la dinámica productiva de un país que no termina de crecer, pues se inhiben inversiones, enrarece el ambiente de negocios, pero más allá de esto, afecta el estado emocional de una población que ve cómo su país se desmorona y la esperanza de que la situación cambie se ve cada vez más lejana.

Tras los hechos en Ciudad Juárez y en otros lugares, ha quedado más claro que nunca que la escalada de violencia ha alcanzado un nuevo y alarmante nivel: ahora lastima directamente a la sociedad al atentar contra la vida de ciudadanos inocentes, mujeres y hombres, padres y madres de familia que únicamente hacían su vida ordinaria, por ello, es momento que el Estado asuma su responsabilidad sin vacilaciones y garantice la vida y la seguridad de todos los mexicanos.


#OpiniónCoparmex