/ martes 30 de marzo de 2021

Neurona ciudadana|La empresa como factor de cambio

Una empresa sostenible es aquella que crea valor económico, medioambiental y social a corto y largo plazo, contribuyendo de esa forma al aumento del bienestar y al auténtico progreso de las generaciones presentes y futuras, tanto en su entorno inmediato como en el planeta en general, así lo menciona el Código de Gobierno para la Empresa Sostenible.

Durante los últimos años, hemos visto cómo las grandes empresas se han ocupado de este asunto y han implementado y fortalecido sus áreas y políticas de responsabilidad social corporativa tanto al interior como al exterior de la organización. Sin embargo, la mayoría aún tienen muchas áreas de oportunidad en su impacto en el medio ambiente o el trato con sus colaboradores. Sus buenas intenciones no deben ser sólo una moda o un discurso bonito plasmado en papel; se tienen que hacer cambios de forma y fondo basados en la congruencia.

Pero si con las grandes empresas aún hay mucho por hacer, lo es más con los emprendedores, las micro, pequeñas y medianas empresas, pues es necesario que nazcan con ideas claras sobre su funcionamiento como organización que produce valor económico, pero lo es también, que tengan claro su papel e influencia dentro de la comunidad. Para generar verdaderos cambios se tiene que trabajar en una cultura organizacional.

De ahí la importancia de que las empresas que ya están trabajando en ello compartan sus buenas prácticas para así mejorar y permear cada vez más y que esto se replique en cada negocio, compañía o sociedad de nuestro país, pues sabemos que los beneficios son muchos, como el incremento en la productividad, el aumento de valor de la marca y su reputación, así como la creación de un entorno más transparente y eficiente tanto con los clientes internos y los grupos de interés o stakeholders, así como el aporte invaluable hacia el tejido social.

Debemos trabajar en la inteligencia emocional, en el cuidado al medio ambiente, en la flexibilidad entre la vida laboral y la vida familiar, en la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, en las oportunidades de desarrollo profesional, en las condiciones dignas de trabajo, salud y seguridad, salarios competitivos, comunicación efectiva y capacitación permanente; elementos que no deben faltar en las empresas con una visión de responsabilidad social corporativa. La empresa no debe ser sólo una unidad de negocio, debe ser generadora de oportunidades, de cambios de vida y de un progreso verdadero.

Parece simple y fácil, pero no es así, pues a aquellas empresas que han iniciado este camino, les ha costado muchos años implementar dichas políticas. Debemos comprender que las decisiones que tomemos como líderes empresariales tienen un impacto a corto, mediano y largo plazo. Debemos saber también que, como empresas, es nuestra responsabilidad ser parte de ese cambio que queremos para nuestro país. Comencemos por casa.

Ejemplo de todo lo anterior, es Caballero Solution, una empresa queretana que tuve la oportunidad de conocer hace unos días. Me llena de esperanza que haya compañías comprometidas con su entorno. Definitivamente esas son las buenas prácticas que debemos integrar en nuestras organizaciones.

Una empresa sostenible es aquella que crea valor económico, medioambiental y social a corto y largo plazo, contribuyendo de esa forma al aumento del bienestar y al auténtico progreso de las generaciones presentes y futuras, tanto en su entorno inmediato como en el planeta en general, así lo menciona el Código de Gobierno para la Empresa Sostenible.

Durante los últimos años, hemos visto cómo las grandes empresas se han ocupado de este asunto y han implementado y fortalecido sus áreas y políticas de responsabilidad social corporativa tanto al interior como al exterior de la organización. Sin embargo, la mayoría aún tienen muchas áreas de oportunidad en su impacto en el medio ambiente o el trato con sus colaboradores. Sus buenas intenciones no deben ser sólo una moda o un discurso bonito plasmado en papel; se tienen que hacer cambios de forma y fondo basados en la congruencia.

Pero si con las grandes empresas aún hay mucho por hacer, lo es más con los emprendedores, las micro, pequeñas y medianas empresas, pues es necesario que nazcan con ideas claras sobre su funcionamiento como organización que produce valor económico, pero lo es también, que tengan claro su papel e influencia dentro de la comunidad. Para generar verdaderos cambios se tiene que trabajar en una cultura organizacional.

De ahí la importancia de que las empresas que ya están trabajando en ello compartan sus buenas prácticas para así mejorar y permear cada vez más y que esto se replique en cada negocio, compañía o sociedad de nuestro país, pues sabemos que los beneficios son muchos, como el incremento en la productividad, el aumento de valor de la marca y su reputación, así como la creación de un entorno más transparente y eficiente tanto con los clientes internos y los grupos de interés o stakeholders, así como el aporte invaluable hacia el tejido social.

Debemos trabajar en la inteligencia emocional, en el cuidado al medio ambiente, en la flexibilidad entre la vida laboral y la vida familiar, en la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, en las oportunidades de desarrollo profesional, en las condiciones dignas de trabajo, salud y seguridad, salarios competitivos, comunicación efectiva y capacitación permanente; elementos que no deben faltar en las empresas con una visión de responsabilidad social corporativa. La empresa no debe ser sólo una unidad de negocio, debe ser generadora de oportunidades, de cambios de vida y de un progreso verdadero.

Parece simple y fácil, pero no es así, pues a aquellas empresas que han iniciado este camino, les ha costado muchos años implementar dichas políticas. Debemos comprender que las decisiones que tomemos como líderes empresariales tienen un impacto a corto, mediano y largo plazo. Debemos saber también que, como empresas, es nuestra responsabilidad ser parte de ese cambio que queremos para nuestro país. Comencemos por casa.

Ejemplo de todo lo anterior, es Caballero Solution, una empresa queretana que tuve la oportunidad de conocer hace unos días. Me llena de esperanza que haya compañías comprometidas con su entorno. Definitivamente esas son las buenas prácticas que debemos integrar en nuestras organizaciones.