/ martes 15 de diciembre de 2020

Psicología para todos | Di positivo

Al igual que millones de personas, me obsesioné con este virus. Desde muy al principio del año leí que era necesario tener un oxímetro y oxígeno en casa y monitorearse

SEGUNDA PARTE.- Al inicio de la primavera oí que había un cocktail “milagroso” que curaba de la enfermedad: ivermectina, azitromicina e hidroxicloroquina, pero con el paso del tiempo, la investigación médica ha encontrado que realmente no tienen efecto alguno y por lo cual es absolutamente desaconsejable administrarlo si no hay síntomas graves; me dieron eso y me inyectaron otras cosas y vitaminas. Mi caso fue grave y si temí morir. Me negué a ser hospitalizada, por lo que no recomiendo automedicarse.

Ver las calles más repletas de gente, ya muchos sin cubrebocas, y locales que dicen estar al 30% de ocupación, pero que no lo parecen. Más que juzgar, entiendo el hartazgo y la necesidad de trabajar. Dicen los economistas que en el mundo los asiáticos, ya recuperaron las pérdidas económicas de los primeros tres meses y han rebasado los resultados del año inmediato. Cabe aclarar que no en todos esos países son demócratas, liberales y sociales, son autoritarios. Las democracias respetuosas de las libertades se han mostrado ineficientes, dando paso a gobiernos populistas de derechas o izquierdas, que polarizan, nada resuelven y tensan las relaciones entre la sociedad.

Este maldito virus gordo te aísla de la gente querida, te despoja del placer, del goce del sabor de los alimentos, en casos fatales el virus no te permite estar con tus seres queridos. México rebasó ya las 101 mil muertes reconocidas por Covid. Apenas el 4 de junio pasado, López- Gatell decía que llegar a 60 mil sería catastrófico. Hoy se molesta porque los medios hacen lo que él realiza desde el 28 de febrero pasado: informar con datos. Y peor, explota cuando alguien le insiste en realizar más pruebas, se irrita cuando se habla de vacunas, las que Ebrard está consiguiendo con las farmacéuticas, o da maromas mentales cuando le preguntan sobre el uso del cubrebocas. 101 mil muertes oficiales que la ONU ha tildado de cifra atroz y que Gatell llama “alarmismo”. López-Gatell no representa empatía ni humanismo. Creo que el reparto y venta de las vacunas va a ser una gran prueba para los gobiernos populistas o los gobiernos demócratas, en mi opinión deben de ser gratuitas. Y los gobiernos democráticos se deben inclinar más por poder asistir a los mexicanos de la cuna a la tumba, sin quitarnos el que podamos ser emprendedores y libres, garantizando un buen sistema de salud, un buen sistema de educación y dándonos seguridad a los ciudadanos en nuestras casas y en la calle. Creo que debemos exigir soluciones coordinadas y consensuarlas con los sectores organizados de la sociedad.

Me siento profundamente agra decida por los cuidados, privilegiada de conservar mi empleo, de poder estar en casa. Tuve tres sustos, de toser hasta sentir que me ahogaba y moría, fiebre de 39. Y quedarme sin olfato, pero lo que me ocurre más frecuente es despertarme en la madrugada, oír las sirenas y llorar por el dolor de cuerpo, y por pensar en que en esa ambulancia va alguien mucho menos afortunado que yo. Intento conciliar el sueño de nuevo, pienso en las personas fallecidas, me entristezco profundamente y me quedo dormida pensando en “a ver qué diablos voy a sentir mañana”. Aprovechemos que ahora todo mundo se preocupa por todo mundo, Parece ser que así vivimos, ahora. Es momento de grades cambios y como ciudadanos de exigir nuestros derechos pero cumplir con nuestras obligaciones creo que los contagios no sólo se deben a malas políticas públicas de los gobiernos, también a las malas prácticas ciudadanas en los espacios públicos.

¡Tengo miedo y rabia!

Al igual que millones de personas, me obsesioné con este virus. Desde muy al principio del año leí que era necesario tener un oxímetro y oxígeno en casa y monitorearse

SEGUNDA PARTE.- Al inicio de la primavera oí que había un cocktail “milagroso” que curaba de la enfermedad: ivermectina, azitromicina e hidroxicloroquina, pero con el paso del tiempo, la investigación médica ha encontrado que realmente no tienen efecto alguno y por lo cual es absolutamente desaconsejable administrarlo si no hay síntomas graves; me dieron eso y me inyectaron otras cosas y vitaminas. Mi caso fue grave y si temí morir. Me negué a ser hospitalizada, por lo que no recomiendo automedicarse.

Ver las calles más repletas de gente, ya muchos sin cubrebocas, y locales que dicen estar al 30% de ocupación, pero que no lo parecen. Más que juzgar, entiendo el hartazgo y la necesidad de trabajar. Dicen los economistas que en el mundo los asiáticos, ya recuperaron las pérdidas económicas de los primeros tres meses y han rebasado los resultados del año inmediato. Cabe aclarar que no en todos esos países son demócratas, liberales y sociales, son autoritarios. Las democracias respetuosas de las libertades se han mostrado ineficientes, dando paso a gobiernos populistas de derechas o izquierdas, que polarizan, nada resuelven y tensan las relaciones entre la sociedad.

Este maldito virus gordo te aísla de la gente querida, te despoja del placer, del goce del sabor de los alimentos, en casos fatales el virus no te permite estar con tus seres queridos. México rebasó ya las 101 mil muertes reconocidas por Covid. Apenas el 4 de junio pasado, López- Gatell decía que llegar a 60 mil sería catastrófico. Hoy se molesta porque los medios hacen lo que él realiza desde el 28 de febrero pasado: informar con datos. Y peor, explota cuando alguien le insiste en realizar más pruebas, se irrita cuando se habla de vacunas, las que Ebrard está consiguiendo con las farmacéuticas, o da maromas mentales cuando le preguntan sobre el uso del cubrebocas. 101 mil muertes oficiales que la ONU ha tildado de cifra atroz y que Gatell llama “alarmismo”. López-Gatell no representa empatía ni humanismo. Creo que el reparto y venta de las vacunas va a ser una gran prueba para los gobiernos populistas o los gobiernos demócratas, en mi opinión deben de ser gratuitas. Y los gobiernos democráticos se deben inclinar más por poder asistir a los mexicanos de la cuna a la tumba, sin quitarnos el que podamos ser emprendedores y libres, garantizando un buen sistema de salud, un buen sistema de educación y dándonos seguridad a los ciudadanos en nuestras casas y en la calle. Creo que debemos exigir soluciones coordinadas y consensuarlas con los sectores organizados de la sociedad.

Me siento profundamente agra decida por los cuidados, privilegiada de conservar mi empleo, de poder estar en casa. Tuve tres sustos, de toser hasta sentir que me ahogaba y moría, fiebre de 39. Y quedarme sin olfato, pero lo que me ocurre más frecuente es despertarme en la madrugada, oír las sirenas y llorar por el dolor de cuerpo, y por pensar en que en esa ambulancia va alguien mucho menos afortunado que yo. Intento conciliar el sueño de nuevo, pienso en las personas fallecidas, me entristezco profundamente y me quedo dormida pensando en “a ver qué diablos voy a sentir mañana”. Aprovechemos que ahora todo mundo se preocupa por todo mundo, Parece ser que así vivimos, ahora. Es momento de grades cambios y como ciudadanos de exigir nuestros derechos pero cumplir con nuestras obligaciones creo que los contagios no sólo se deben a malas políticas públicas de los gobiernos, también a las malas prácticas ciudadanas en los espacios públicos.

¡Tengo miedo y rabia!