/ miércoles 4 de abril de 2018

Sólo para villamelones

Independientemente de lo que representa para la ciudad y para el país, taurinamente hablando, la de Aguascalientes siempre será una feria interesante y un espacio en el que los ojos del mundo de la Tauromaquia necesariamente se ponen. La de su edición 2018 no es la excepción.

Este año, la empresa de la Feria de San Marcos ha confeccionado una serie de carteles que, desde mi particular opinión, acaso distante de las críticas que he escuchado y leído al respecto, resultan atractivos, en algunos casos bastante interesantes.

Para empezar, diré que regresa a esta plaza Enrique Ponce, después de una larga ausencia al ferial más famoso de México, y lo hace en dos tardes, privilegio que comparte con el peruano Andrés Roca Rey, un atractivo indiscutible para las taquillas del mundo, con el español Julián López, y con los mexicanos Joselito Adame y Sergio Flores, a todas luces como resultado de quien ha figurado a nivel internacional y de quien atraviesa por un momento de excepción, como triunfador de casi todas las plazas.

En Aguascalientes no olvidan a los toreros de la tierra, pues en la Feria tendrán cabida una docena de ellos, además de propiciar el escenario para dos doctorados, el de Javier Castro y el de José María Pastor.

Se despedirá de esta plaza Juan José Padilla, y lo hará compartiendo cartel con diestros que también cubren sobradamente, como el de Jerez, el segundo tercio, y también se anunció un festival en el que figuran nombres de toreros retirados de la talla de Espartaco, de Ortega Cano, de Pepe Luis Vázquez o del Zotoluco, entre otros.

Aparecen igualmente en los carteles nombre de diestros que causan un legítimo interés, como Paco Ureña, Antonio Ferrera o Román, se incluye una novillada de triunfadores, una corrida por la oreja de oro, y la presencia de otros toreros mexicanos de innegable calidad, como El Payo, Fermín Rivera, o incluso Michelito Lagraver, al que tan pocas oportunidades se le han dado en su país natal.

Sí, la de Aguascalientes sigue siendo la mejor feria taurina de México. Habrá que esperar que las reses de las ganaderías escogidas para el serial, algunas con necesaria cercanía con la empresa, tengan la presencia que este acontecimiento merece, y que su comportamiento nos deje ver lo que traen en las alforjas los toreros anunciados.

Independientemente de lo que representa para la ciudad y para el país, taurinamente hablando, la de Aguascalientes siempre será una feria interesante y un espacio en el que los ojos del mundo de la Tauromaquia necesariamente se ponen. La de su edición 2018 no es la excepción.

Este año, la empresa de la Feria de San Marcos ha confeccionado una serie de carteles que, desde mi particular opinión, acaso distante de las críticas que he escuchado y leído al respecto, resultan atractivos, en algunos casos bastante interesantes.

Para empezar, diré que regresa a esta plaza Enrique Ponce, después de una larga ausencia al ferial más famoso de México, y lo hace en dos tardes, privilegio que comparte con el peruano Andrés Roca Rey, un atractivo indiscutible para las taquillas del mundo, con el español Julián López, y con los mexicanos Joselito Adame y Sergio Flores, a todas luces como resultado de quien ha figurado a nivel internacional y de quien atraviesa por un momento de excepción, como triunfador de casi todas las plazas.

En Aguascalientes no olvidan a los toreros de la tierra, pues en la Feria tendrán cabida una docena de ellos, además de propiciar el escenario para dos doctorados, el de Javier Castro y el de José María Pastor.

Se despedirá de esta plaza Juan José Padilla, y lo hará compartiendo cartel con diestros que también cubren sobradamente, como el de Jerez, el segundo tercio, y también se anunció un festival en el que figuran nombres de toreros retirados de la talla de Espartaco, de Ortega Cano, de Pepe Luis Vázquez o del Zotoluco, entre otros.

Aparecen igualmente en los carteles nombre de diestros que causan un legítimo interés, como Paco Ureña, Antonio Ferrera o Román, se incluye una novillada de triunfadores, una corrida por la oreja de oro, y la presencia de otros toreros mexicanos de innegable calidad, como El Payo, Fermín Rivera, o incluso Michelito Lagraver, al que tan pocas oportunidades se le han dado en su país natal.

Sí, la de Aguascalientes sigue siendo la mejor feria taurina de México. Habrá que esperar que las reses de las ganaderías escogidas para el serial, algunas con necesaria cercanía con la empresa, tengan la presencia que este acontecimiento merece, y que su comportamiento nos deje ver lo que traen en las alforjas los toreros anunciados.