/ miércoles 10 de abril de 2019

Sólo para villamelones

Ricardo de Santiago, joven novillero potosino de excelentes maneras, que se encuentra hoy en el hule con una lesión muy parecida a la que también tiene postrado al diestro de Chiva, Enrique Ponce.

José Sáinz, también de San Luis, y quien, por cierto, substituyó a De Santiago el domingo pasado en la plaza sanmarqueña de Aguascalientes, que igualmente tiene buenas maneras y en quien ha puesto su interés y tutela el matador Manolo Mejía.

Miguel Aguilar, triunfador de España, quien acaba, en su Aguascalientes natal, de debutar con caballos, logrando caer con el pie derecho entre sus paisanos.

Diego Sanromán, hijo y nieto de toreros, que realizó una importantísima temporada europea el año pasado, que en éste está programado ya en Madrid y Sevilla, y que ha despertado el interés manifiesto de la crítica especializada española.

Héctor Gutiérrez, triunfador de varias plazas nacionales, que también está programado para este año en Madrid.

Isaac Fonseca, moreliano que ha alcanzado triunfos relevantes en Europa en su etapa como novillero sin caballos.

Juan Pedro Llaguno, ligado a la Fiesta de muy diversas maneras y alumno de la escuela de Sevilla, que lucha por alcanzar un puesto relevante en la baraja novilleril de aquí y de allá.

Arturo Gilio, de la Laguna, quien igualmente, con determinación y paciencia, se está labrando un porvenir, gracias a presentaciones exitosas en ambos lados del Atlántico.

André Lagravere, “El Galo”, de Mérida, quien ha ido superando su técnica y moldeando su estilo, consolidándose como un novillero eficaz, cercano ya a la alternativa.

Alejandro Adame, el más pequeño de los hermanos toreros, que desde hace años se prepara con dedicación en España y se va labrando su propio camino.

Nombres todos de novilleros que son el futuro de nuestra Fiesta nacional, que han dado muestras de calidad, se han estado preparando, teórica y prácticamente, en diversos espacios, y que, junto con el recién alternativado Francisco Martínez, representan una gran esperanza para el toreo mexicano.

Hacía tiempo que no teníamos una serie de prospectos como los relatados (y otros que también por ahí se están ganando un lugar), y menester es, como aficionados, mostrarles solidaridad y apoyo.

No es nada fácil abrirse camino en una profesión tan compleja como la de torero. Ser requiere tiempo, paciencia, también dinero, pero sobre todo, determinación. Esta última cualidad parecen tenerla todos. Es cuestión de esperar para conocer lo que el destino, las circunstancias y los toros, hace de ellos.

Ricardo de Santiago, joven novillero potosino de excelentes maneras, que se encuentra hoy en el hule con una lesión muy parecida a la que también tiene postrado al diestro de Chiva, Enrique Ponce.

José Sáinz, también de San Luis, y quien, por cierto, substituyó a De Santiago el domingo pasado en la plaza sanmarqueña de Aguascalientes, que igualmente tiene buenas maneras y en quien ha puesto su interés y tutela el matador Manolo Mejía.

Miguel Aguilar, triunfador de España, quien acaba, en su Aguascalientes natal, de debutar con caballos, logrando caer con el pie derecho entre sus paisanos.

Diego Sanromán, hijo y nieto de toreros, que realizó una importantísima temporada europea el año pasado, que en éste está programado ya en Madrid y Sevilla, y que ha despertado el interés manifiesto de la crítica especializada española.

Héctor Gutiérrez, triunfador de varias plazas nacionales, que también está programado para este año en Madrid.

Isaac Fonseca, moreliano que ha alcanzado triunfos relevantes en Europa en su etapa como novillero sin caballos.

Juan Pedro Llaguno, ligado a la Fiesta de muy diversas maneras y alumno de la escuela de Sevilla, que lucha por alcanzar un puesto relevante en la baraja novilleril de aquí y de allá.

Arturo Gilio, de la Laguna, quien igualmente, con determinación y paciencia, se está labrando un porvenir, gracias a presentaciones exitosas en ambos lados del Atlántico.

André Lagravere, “El Galo”, de Mérida, quien ha ido superando su técnica y moldeando su estilo, consolidándose como un novillero eficaz, cercano ya a la alternativa.

Alejandro Adame, el más pequeño de los hermanos toreros, que desde hace años se prepara con dedicación en España y se va labrando su propio camino.

Nombres todos de novilleros que son el futuro de nuestra Fiesta nacional, que han dado muestras de calidad, se han estado preparando, teórica y prácticamente, en diversos espacios, y que, junto con el recién alternativado Francisco Martínez, representan una gran esperanza para el toreo mexicano.

Hacía tiempo que no teníamos una serie de prospectos como los relatados (y otros que también por ahí se están ganando un lugar), y menester es, como aficionados, mostrarles solidaridad y apoyo.

No es nada fácil abrirse camino en una profesión tan compleja como la de torero. Ser requiere tiempo, paciencia, también dinero, pero sobre todo, determinación. Esta última cualidad parecen tenerla todos. Es cuestión de esperar para conocer lo que el destino, las circunstancias y los toros, hace de ellos.