/ jueves 14 de octubre de 2021

Sopa de letras | El Libellus un regalo a México


Estando en la ciudad eterna, salí al alba atravesando el Gianicolo, me sorprendió la policromía del amanecer en esa colina romana. Sentí el súmmum del éxtasis: de un lado el foro romano y el Coliseo al fondo, la cúpula de San Pedro.

Era el año de 1990, arribé en el Cortile del Belvedere y ya en el interior de las salas de estudio de la Biblioteca Apostólica de la Santa Sede, me enteré que el Presidente de México Carlos Salinas había creado una crisis en el entorno más cercano a su Santidad Juan Pablo II.

A pesar de que Ezequiel Montes Ledezma, terminó las relaciones diplomáticas con los Estados Pontificios y la Corte de Pio IX, y no teníamos un concordato con la Santa Sede, ni se habían restablecido las relaciones diplomáticas entre los dos estados.

El Papa Juan Pablo II, había decidido traer en su valija en su segundo viaje un obsequio muy especial para el pueblo de México.

Se trataba del Códice Libellus de Medicinalibus Idorum Herbis. Es considerado como el primer libro de medicina de las civilizaciones mesoamericanas y establece tratamientos para las enfermedades, la peste o pandemias de la época.

Se hizo en medio de una institución de cultura que se había constituido por esos días, era el Colegio de Tlatelolco. El Códice fue escrito por Martin de la Cruz originalmente en Nahua los directivos del Colegio ordenaron una traducción al latín.

El traductor fue Juan Badiano, un Xochimilca instruido y culto que plasmó en latín todo lo escrito en lengua nahua.

La pieza quedó en el limbo, y no fue sino hasta 1626 que el asistente del Papa Urbano VIII llegó a Roma con el Códice entre su equipaje.

Así en el siglo XVI desde España, el de la Cruz Badiano entró a formar parte de la Biblioteca Barberini durante más de 360 años, posteriormente Biblioteca Vaticana.

Es importante señalar que en los últimos 31 años, no ha llegado a México ningún otro documento original de la significación de Libellus.

Ahora la sociedad civil lo podrá apreciar en la exposición “Grandeza de Mexico” en Museo Nacional de Antropología en la ciudad de los Palacios.



Estando en la ciudad eterna, salí al alba atravesando el Gianicolo, me sorprendió la policromía del amanecer en esa colina romana. Sentí el súmmum del éxtasis: de un lado el foro romano y el Coliseo al fondo, la cúpula de San Pedro.

Era el año de 1990, arribé en el Cortile del Belvedere y ya en el interior de las salas de estudio de la Biblioteca Apostólica de la Santa Sede, me enteré que el Presidente de México Carlos Salinas había creado una crisis en el entorno más cercano a su Santidad Juan Pablo II.

A pesar de que Ezequiel Montes Ledezma, terminó las relaciones diplomáticas con los Estados Pontificios y la Corte de Pio IX, y no teníamos un concordato con la Santa Sede, ni se habían restablecido las relaciones diplomáticas entre los dos estados.

El Papa Juan Pablo II, había decidido traer en su valija en su segundo viaje un obsequio muy especial para el pueblo de México.

Se trataba del Códice Libellus de Medicinalibus Idorum Herbis. Es considerado como el primer libro de medicina de las civilizaciones mesoamericanas y establece tratamientos para las enfermedades, la peste o pandemias de la época.

Se hizo en medio de una institución de cultura que se había constituido por esos días, era el Colegio de Tlatelolco. El Códice fue escrito por Martin de la Cruz originalmente en Nahua los directivos del Colegio ordenaron una traducción al latín.

El traductor fue Juan Badiano, un Xochimilca instruido y culto que plasmó en latín todo lo escrito en lengua nahua.

La pieza quedó en el limbo, y no fue sino hasta 1626 que el asistente del Papa Urbano VIII llegó a Roma con el Códice entre su equipaje.

Así en el siglo XVI desde España, el de la Cruz Badiano entró a formar parte de la Biblioteca Barberini durante más de 360 años, posteriormente Biblioteca Vaticana.

Es importante señalar que en los últimos 31 años, no ha llegado a México ningún otro documento original de la significación de Libellus.

Ahora la sociedad civil lo podrá apreciar en la exposición “Grandeza de Mexico” en Museo Nacional de Antropología en la ciudad de los Palacios.