/ jueves 5 de julio de 2018

Tierra Adentro

Se modifica el mapa político serrano


Concluye el conteo de votos, luego de una álgida contienda electoral en una región serrana participativa y civilizada. Esta vez el sufragio de la ciudadana fue contundente a favor de los candidatos del Partido Revolucionario Institucional, PRI, partido al que se le arrebato, no hace mucho el control y poderío político que mantuvo por largas décadas, al menos en la zona norte del estado y semidesierto, hasta que inició la alternancia con el Partido de la Revolución Democrática (PRD), Partido Convergencia y Partido Acción Nacional (PAN).

Sin lugar a duda, aunque a nivel estatal el PAN mantiene su empoderamiento política, según los resultados hasta el momento confirmados, es claro que la zona norte del estado deja un fuerte descalabro al panismo que en el 2015 marco una clara hegemonía en la región serrana.

Hoy por hoy, la ciudadanía serrana “pinta su raya” rechazando con su voto el desempeño de las gobernantes albiazules, quizá en contra de la reelección en algunos casos o tal vez también por el mal ejerció de otras.

Más allá de los supuestos argumentos del resultado de la votación, es evidente que hubo varios componentes que influyeron en la elección, desde traiciones partidistas, hasta abusos de los “primeros damos”, o sea de los esposos, como sucedió en el caso de Pinal de Amoles, donde la arbitrariedad de marido desdibujo el desempeño de la gobernante panista.

Ante este inesperado descalabro, sobre todo para el mandatario estatal y su partido el PAN, que seguramente nunca espero este resultado, se espera constancia de la verdadera vocación democrática de él, en su nueva relación política con los gobernantes del tricolor.

Es ahora cuando el representante del Poder Ejecutivo, Francisco Domínguez Servién tiene la oportunidad real de confirmar su cariño y compromiso para con la región serrana, más allá de colores o posibles fobias partidarias.

En este contexto, los próximos gobiernos surgidos del PRI ante un gobernador de otra fuerza política tendrán que establecer una estrategia de dialogo, respeto y dignidad con objeto de generar las condiciones de desarrollo social que impone la situación serrana y su gente.

Ya confirmado el resultado electoral donde el PAN pierde su supremacía en los gobiernos locales de la región serrana y de la diputación por el distrito de la zona norte del estado, queda la esperanza, pero sobre todo la confianza de que el gobernador, Francisco Domínguez Servién, siga trabajando, como hasta ahora, para bien de la región en Arroyo Seco, Jalpan de Serra, Pinal de Amoles y Peñamiller, más allá de colores y partidos.

Se modifica el mapa político serrano


Concluye el conteo de votos, luego de una álgida contienda electoral en una región serrana participativa y civilizada. Esta vez el sufragio de la ciudadana fue contundente a favor de los candidatos del Partido Revolucionario Institucional, PRI, partido al que se le arrebato, no hace mucho el control y poderío político que mantuvo por largas décadas, al menos en la zona norte del estado y semidesierto, hasta que inició la alternancia con el Partido de la Revolución Democrática (PRD), Partido Convergencia y Partido Acción Nacional (PAN).

Sin lugar a duda, aunque a nivel estatal el PAN mantiene su empoderamiento política, según los resultados hasta el momento confirmados, es claro que la zona norte del estado deja un fuerte descalabro al panismo que en el 2015 marco una clara hegemonía en la región serrana.

Hoy por hoy, la ciudadanía serrana “pinta su raya” rechazando con su voto el desempeño de las gobernantes albiazules, quizá en contra de la reelección en algunos casos o tal vez también por el mal ejerció de otras.

Más allá de los supuestos argumentos del resultado de la votación, es evidente que hubo varios componentes que influyeron en la elección, desde traiciones partidistas, hasta abusos de los “primeros damos”, o sea de los esposos, como sucedió en el caso de Pinal de Amoles, donde la arbitrariedad de marido desdibujo el desempeño de la gobernante panista.

Ante este inesperado descalabro, sobre todo para el mandatario estatal y su partido el PAN, que seguramente nunca espero este resultado, se espera constancia de la verdadera vocación democrática de él, en su nueva relación política con los gobernantes del tricolor.

Es ahora cuando el representante del Poder Ejecutivo, Francisco Domínguez Servién tiene la oportunidad real de confirmar su cariño y compromiso para con la región serrana, más allá de colores o posibles fobias partidarias.

En este contexto, los próximos gobiernos surgidos del PRI ante un gobernador de otra fuerza política tendrán que establecer una estrategia de dialogo, respeto y dignidad con objeto de generar las condiciones de desarrollo social que impone la situación serrana y su gente.

Ya confirmado el resultado electoral donde el PAN pierde su supremacía en los gobiernos locales de la región serrana y de la diputación por el distrito de la zona norte del estado, queda la esperanza, pero sobre todo la confianza de que el gobernador, Francisco Domínguez Servién, siga trabajando, como hasta ahora, para bien de la región en Arroyo Seco, Jalpan de Serra, Pinal de Amoles y Peñamiller, más allá de colores y partidos.