/ jueves 25 de octubre de 2018

Tierra Adentro

No a la imposición como ejemplo de prepotencia


Al abrirse las convocatorias para la renovación de las autoridades auxiliares locales, se inicia el proceso interno más sobresaliente, después de la elección municipal para nombrar a sus representantes.

A lo largo y ancho de las demarcaciones municipales, el ambiente social es animado por su derecho libre y democrático para elegir a sus próximas autoridades auxiliares, atribuciones que sin lugar a duda tienen gran significación en las comunidades, sobre todo del medio rural queretano.

En la región serrana y el semidesierto, con excepción de Ezequiel Montes, donde la máxima autoridad decidió nombrar a los Delegados, no abrir a una elección abierta y libre, las convocatorias están cumpliendo cabalmente con su cometido, “que el pueblo elija a sus representantes administrativas auxiliares”.

Después del abierto rechazo social a la imposición de sus autoridades auxiliares como sucedió en Villa Progreso, Ezequiel Montes, la gobernante ex priísta de extracción de MORENA tuvo que recular y aceptar que aunque la Ley Orgánica Municipal vigente si lo permite, la de nombrar a sus autoridades auxiliares, sin embargo es necesario respetar la verdadera vocación democrática de una elección. O sea que, al final de cuentas en Villa Progreso si habrá elección de sus autoridades auxiliares.

Bajo este emblemático proceder legal pero poco inteligente, como sucedió en Ezequiel Montes, Querétaro, los demás gobiernos municipales siguen la tradicional competencia libre de elegir a sus representantes a partir de una convocatoria de participación libre.

Por lo pronto, acá en la región serrana y el semidesierto la ciudadanía se muestra lista para participar en la elección de sus próximas autoridades auxiliares, cargo o atribución que aspira a tener una respuesta en favor de la gente.

No resulta ocioso hacer notar que cada vez que un gobierno municipal decide nombrar a sus Delegados Municipales, casi siempre falla en su elección, por “elegir” a una persona cercana ella, pero muchas de las veces incompetente, irresponsable y poco comprometida con su comunidad.

Finalmente es importante resaltar que, en la elección de las autoridades auxiliares no debe prevalecer el interés partidista y mezquino del gobernante en turno sino la lógica de respeto a la decisión de sus gobernados.

No a la imposición como ejemplo de prepotencia


Al abrirse las convocatorias para la renovación de las autoridades auxiliares locales, se inicia el proceso interno más sobresaliente, después de la elección municipal para nombrar a sus representantes.

A lo largo y ancho de las demarcaciones municipales, el ambiente social es animado por su derecho libre y democrático para elegir a sus próximas autoridades auxiliares, atribuciones que sin lugar a duda tienen gran significación en las comunidades, sobre todo del medio rural queretano.

En la región serrana y el semidesierto, con excepción de Ezequiel Montes, donde la máxima autoridad decidió nombrar a los Delegados, no abrir a una elección abierta y libre, las convocatorias están cumpliendo cabalmente con su cometido, “que el pueblo elija a sus representantes administrativas auxiliares”.

Después del abierto rechazo social a la imposición de sus autoridades auxiliares como sucedió en Villa Progreso, Ezequiel Montes, la gobernante ex priísta de extracción de MORENA tuvo que recular y aceptar que aunque la Ley Orgánica Municipal vigente si lo permite, la de nombrar a sus autoridades auxiliares, sin embargo es necesario respetar la verdadera vocación democrática de una elección. O sea que, al final de cuentas en Villa Progreso si habrá elección de sus autoridades auxiliares.

Bajo este emblemático proceder legal pero poco inteligente, como sucedió en Ezequiel Montes, Querétaro, los demás gobiernos municipales siguen la tradicional competencia libre de elegir a sus representantes a partir de una convocatoria de participación libre.

Por lo pronto, acá en la región serrana y el semidesierto la ciudadanía se muestra lista para participar en la elección de sus próximas autoridades auxiliares, cargo o atribución que aspira a tener una respuesta en favor de la gente.

No resulta ocioso hacer notar que cada vez que un gobierno municipal decide nombrar a sus Delegados Municipales, casi siempre falla en su elección, por “elegir” a una persona cercana ella, pero muchas de las veces incompetente, irresponsable y poco comprometida con su comunidad.

Finalmente es importante resaltar que, en la elección de las autoridades auxiliares no debe prevalecer el interés partidista y mezquino del gobernante en turno sino la lógica de respeto a la decisión de sus gobernados.