No cabe duda que estamos viviendo momentos inéditos en todos los ámbitos de nuestra sociedad queretana.
Así lo demuestran los tres “suicidios” que se registraron en los últimos días en el estado de Querétaro en el Centro de Readaptación Social de Jalpan de Serra, otro en Cárcel Municipal de san Juan del Río, y uno más en la comandancia municipal de Jalpan.
Sin lugar a duda, nunca antes en menos de una semana tres personas bajo arresto, presuntamente se quitaron la vida y menos bajo el resguardo de instituciones como el CERESOS y en comandancias municipales preventivas.
Más allá del posible estado anímico de depresión que pudieron alterar la estabilidad emocional de los hoy occisos, es necesario una investigación a fondo que explique los sucesos que a todas luces empañan la confianza hacia esas corporaciones que forman parte de la Comisión Estatal del Sistema Penitenciario de Querétaro y cuerpos policiacos municipales.
En este contexto, resulta muy preocupante que se susciten este tipo de hechos, sobre todo dentro de inmuebles bajo la responsabilidad de autoridades estatales y municipales, como es el caso del CERESO y comandancia locales.
Algo está mal sin lugar a duda, y es en este sentido donde es importante la intervención de la Defensoría de Derechos Humanos de Querétaro a fin de esclarecer estos hechos que muestran una realidad inédita en la entidad.
