/ jueves 21 de mayo de 2020

Tierra Adentro

Avanzan los días bajo el resguardo sanitario “obligatorio” y con ello, aparejado también crece el índice de violencia intrafamiliar. La obligada “concentración familiar”, obvio, sin el consenso u aval de los involucrados, o sea de la familia, sobre todo de los papás, ha generado un fuerte “encontronazo” en el núcleo social básico de la comunidad.

A casi dos meses de haber iniciado el plan sanitario que impide actividades productivas y sobre todo se instruye a la gente al confinamiento familiar, o sea al encierro casero, el número de denuncias por maltrato y violencia familiar se han incrementado notoriamente en la región serrana.

La obligada “concentración” casera, lejos de convertirse en una oportunidad para enriquecer las relaciones íntimas, se traduce en un fecundo “caldo” de peleas, discusiones y hasta en fecundas agresiones físicas.

Los Sistemas DIF municipal de la zona norte del estado, reciben al menos una denuncia diaria por maltrato y violencia intrafamiliar, pidiendo, incluso las no pocas afectadas la intermediación de la autoridad.

Más allá del riesgo creciente por el número de casos confirmados por COVID 19 en la zona norte del estado, (En la zona serrana Jalpan de Serra con 4 casos confirmados, San Joaquín y Peñamiller presentan su primer caso confirmado. Pinal, Landa y Arroyo Seco en ceros al cerrar esta edición), existe mucha inestabilidad emocional en el núcleo básico de la sociedad ante una pandemia que exige “ponerse la camiseta”.

Avanzan los días bajo el resguardo sanitario “obligatorio” y con ello, aparejado también crece el índice de violencia intrafamiliar. La obligada “concentración familiar”, obvio, sin el consenso u aval de los involucrados, o sea de la familia, sobre todo de los papás, ha generado un fuerte “encontronazo” en el núcleo social básico de la comunidad.

A casi dos meses de haber iniciado el plan sanitario que impide actividades productivas y sobre todo se instruye a la gente al confinamiento familiar, o sea al encierro casero, el número de denuncias por maltrato y violencia familiar se han incrementado notoriamente en la región serrana.

La obligada “concentración” casera, lejos de convertirse en una oportunidad para enriquecer las relaciones íntimas, se traduce en un fecundo “caldo” de peleas, discusiones y hasta en fecundas agresiones físicas.

Los Sistemas DIF municipal de la zona norte del estado, reciben al menos una denuncia diaria por maltrato y violencia intrafamiliar, pidiendo, incluso las no pocas afectadas la intermediación de la autoridad.

Más allá del riesgo creciente por el número de casos confirmados por COVID 19 en la zona norte del estado, (En la zona serrana Jalpan de Serra con 4 casos confirmados, San Joaquín y Peñamiller presentan su primer caso confirmado. Pinal, Landa y Arroyo Seco en ceros al cerrar esta edición), existe mucha inestabilidad emocional en el núcleo básico de la sociedad ante una pandemia que exige “ponerse la camiseta”.