Al cabo de los meses la pandemia comienza a dejar numerosos estragos en la comunidad, por ejemplo en la región serrana donde día con día se incrementan los contagios por Covid-19.
Al menos dos funcionarios de primer nivel han pasado a mejor vida en la región del semidesierto y uno más al norte del estado.
El fallecimiento de al menos dos funcionarios municipales, presuntamente a consecuencia del virus maligno, debe hacernos reflexionar sobre los riesgos que sigue habiendo por la liberación de las medidas de protección.
Efectivamente, la pandemia no ha mermado y mucho menos hay indicios de su control para confiarse.
Las dos defunciones, una en Peñamiller y otra en Landa de Matamoros, Querétaro, no pueden quedar como un simple hecho aislado y remoto si queremos que haya menos riesgos y muertes que lamentar.
Ya bajo la amenaza de estar muy cerca de nosotros el riego de contagio y muerte urge profundizar las campañas de orientación y cuidado sanitario, sobre todo en la zona norte del estado donde mucha gente se siente fuera de peligro, hágame el favor.
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