/ jueves 1 de marzo de 2018

Tierra Adentro - Para los amigos todo y para los...

Al cabo  de los días se filtró finalmente el listado de beneficiarios del proyecto político de la dirigencia nacional del Partido Acción Nacional, PAN, destacando por su notoria contradicción  los nombres de numerosos representantes populares de la Cámara Alta, o sea del Senado de la República.

La vocación democrática, “presumida” con tanto orgullo por el viejo  panismo que está “entre la vida y la muerte”, se desliza por el angosto pasillo de la conveniencia personalísima, amiguismo y contradicción partidaria.

Del total de senadores vigentes, cerca de una docena de ellos, no lo va Usted a creer,  se encuentra en la lista de los que volverán a legislar desde la Cámara Baja, sólo que esta vez como diputados federales por la vía plurinominal, es decir sin competir por el cargo.

Obviamente, entre los beneficiados o favorecidos por el “palomazo”  para ocupar un escaño por la vía plurinominal para la Cámara Baja impuesto por la dirigencia nacional albiazul, encabeza por el mega discutido  dirigente y aspirante presidencial, Ricardo Anaya Cortes están los senadores anodinos y dóciles a él. Incluyendo, por ejemplo la mamá del gobernador de Nayarit, la senadora Martha Elena García Gómez.

Y como es de esperarse, los senadores panistas que han alzado su voz en contra del liderazgo “amañado y mañoso” del aspirante presidencial, como Ernesto Javier Cordero Arroyo, Luisa María Calderón Hinojosa, Gabriela Cuevas Barrón, o Roberto Gil Zuarth y José María Martínez Martínez, por ejemplo por supuesto van a la banca.

Frente a este proceso interno vivido, desde la elección de su dirigente, señalado por sus magnánimas contradicciones  Acción Nacional, como nunca antes se ha visto tan cuestionado por propios y extraños, dejando un  triste y desgranado Instituto Político. Generando que no pocos conocidos y reconocidos militantes ya estén en el PRI y/o en MORENA, y otros muchos simplemente fuera del escenario político vigente, como Manuel Ovalle Araiza o el diputado federal “lastimado”, Armando Rivera Castillejos o y primer gobernante estatal albiazul,  Ignacio Loyola Vera, incluso como muchos panistas s de la vieja guaria.  

Así, la carrera del político de 39 años de edad que preside al neo panismo  se ha definido entre constantes contradicciones, señalamientos e inconsistencias. Casi todos los políticos de los que se ha servido lo consideran traidor. Se le reclama porque dice algo, y luego mueve las piezas para su propio beneficio. También tiene señalamientos serios sobre posible desvío de recursos tanto del partido como de la Cámara de Diputados para apuntalar sus aspiraciones personales, entre otros cuestionamientos.

Aunque casi una docena de senadores de “confianza” estarán en las lista de plurinominales para diputado federal, hay otros que sí tendrán que buscar el mismo cargo, pero por la vía de Mayoría, o sea que tendrán que “rifársela” para estar en la Cámara Baja. Tal es el caso de María del Pilar Ortega Martínez, Juan Carlos Romero Hicks y Sonia Rocha Acosta. O lo que es lo mismo estos últimos  tres, por su trabajo y desempeño sí abonarán  miles de votos a su partido.

De acuerdo a información oficial del PAN, la senadora por Querétaro, María Marcela Torres Peimbert, ex esposa del ex gobernador del estado, Francisco Garrido Patrón, sin merecimiento alguno,  más que ser la “madrina política” del multicitado embroncado personaje (Anaya Cortés), será una de las favorecidas y  beneficiada para ocupar un cargo de representación popular, esta vez como diputada federal  plurinominal.

De ahí la desbandada de hartos panistas, según se observa a lo largo y ancho de todo el país, incluyendo, por supuesto de Querétaro.

Al cabo  de los días se filtró finalmente el listado de beneficiarios del proyecto político de la dirigencia nacional del Partido Acción Nacional, PAN, destacando por su notoria contradicción  los nombres de numerosos representantes populares de la Cámara Alta, o sea del Senado de la República.

La vocación democrática, “presumida” con tanto orgullo por el viejo  panismo que está “entre la vida y la muerte”, se desliza por el angosto pasillo de la conveniencia personalísima, amiguismo y contradicción partidaria.

Del total de senadores vigentes, cerca de una docena de ellos, no lo va Usted a creer,  se encuentra en la lista de los que volverán a legislar desde la Cámara Baja, sólo que esta vez como diputados federales por la vía plurinominal, es decir sin competir por el cargo.

Obviamente, entre los beneficiados o favorecidos por el “palomazo”  para ocupar un escaño por la vía plurinominal para la Cámara Baja impuesto por la dirigencia nacional albiazul, encabeza por el mega discutido  dirigente y aspirante presidencial, Ricardo Anaya Cortes están los senadores anodinos y dóciles a él. Incluyendo, por ejemplo la mamá del gobernador de Nayarit, la senadora Martha Elena García Gómez.

Y como es de esperarse, los senadores panistas que han alzado su voz en contra del liderazgo “amañado y mañoso” del aspirante presidencial, como Ernesto Javier Cordero Arroyo, Luisa María Calderón Hinojosa, Gabriela Cuevas Barrón, o Roberto Gil Zuarth y José María Martínez Martínez, por ejemplo por supuesto van a la banca.

Frente a este proceso interno vivido, desde la elección de su dirigente, señalado por sus magnánimas contradicciones  Acción Nacional, como nunca antes se ha visto tan cuestionado por propios y extraños, dejando un  triste y desgranado Instituto Político. Generando que no pocos conocidos y reconocidos militantes ya estén en el PRI y/o en MORENA, y otros muchos simplemente fuera del escenario político vigente, como Manuel Ovalle Araiza o el diputado federal “lastimado”, Armando Rivera Castillejos o y primer gobernante estatal albiazul,  Ignacio Loyola Vera, incluso como muchos panistas s de la vieja guaria.  

Así, la carrera del político de 39 años de edad que preside al neo panismo  se ha definido entre constantes contradicciones, señalamientos e inconsistencias. Casi todos los políticos de los que se ha servido lo consideran traidor. Se le reclama porque dice algo, y luego mueve las piezas para su propio beneficio. También tiene señalamientos serios sobre posible desvío de recursos tanto del partido como de la Cámara de Diputados para apuntalar sus aspiraciones personales, entre otros cuestionamientos.

Aunque casi una docena de senadores de “confianza” estarán en las lista de plurinominales para diputado federal, hay otros que sí tendrán que buscar el mismo cargo, pero por la vía de Mayoría, o sea que tendrán que “rifársela” para estar en la Cámara Baja. Tal es el caso de María del Pilar Ortega Martínez, Juan Carlos Romero Hicks y Sonia Rocha Acosta. O lo que es lo mismo estos últimos  tres, por su trabajo y desempeño sí abonarán  miles de votos a su partido.

De acuerdo a información oficial del PAN, la senadora por Querétaro, María Marcela Torres Peimbert, ex esposa del ex gobernador del estado, Francisco Garrido Patrón, sin merecimiento alguno,  más que ser la “madrina política” del multicitado embroncado personaje (Anaya Cortés), será una de las favorecidas y  beneficiada para ocupar un cargo de representación popular, esta vez como diputada federal  plurinominal.

De ahí la desbandada de hartos panistas, según se observa a lo largo y ancho de todo el país, incluyendo, por supuesto de Querétaro.