/ martes 29 de septiembre de 2020

Viaje al interior | Vivir en el ahora, vivir en el presente

Nuestro pensamiento va a una velocidad sin comparación, por nuestra mente aparecen cada segundo pensamientos de todo tipo, de lo que quedó pendiente, de las historias vividas, de las historias sufridas, de lo que anhelamos, de lo que no tenemos de lo que queremos, y así la descripción es infinita. La mente piensa sin cesar, ya sea de día o de noche la mente no se detiene.

El solo hecho de enfocar nuestra atención a observar nuestros pensamientos es alucinante, pues en general los pensamientos son repetitivos, y sin darnos cuenta, no vivimos en el ahora, y el ahora significa este instante, este momento preciso. El ahora significa respirar y habitar el cuerpo, apreciar y observar el cuerpo para comprender que no somos el cuerpo y no obstante lo necesitamos para experimentar la vida. Nuestra incapacidad para guiar a la mente genera un sin número de historias no gratas, esto nos arraiga en las creencias equivocadas de dolor sufrimiento caos quejas decepción y negatividad, lo que nos pone en una afluencia de víctima se de la vida, del destino e incluso nos hace pensar-sentir, no merecedores de la plenitud del alma, de la plenitud del ser.

Cuando habitas tu cuerpo, cuando estas enraizado a la vida, tu vibración, la frecuencia que generas es alta, así resuelves las circunstancias que se te presenten, también tu sistema inmunológico se activa por consecuencia el cuerpo está sano, carente de mal-estar. Ahora mismo si respiras profundo y toda tu atención está en estas líneas estas habitando tu cuerpo estas presente. Y si tomas otra respiración consciente de ella y agudizas tu oído, intensificaras las sensaciones y la percepción de la vida y del entorno se transforma. Es muy importante tomar espacios de tiempo para practicar y entrenar a la mente, pues la mente requiere que la guíes para que ella te genere una vibración de bien-estar.

Esta es la meditación más poderosa, habitar el cuerpo estar en el aquí y en el ahora, la bioquímica cambia, y transforma las programaciones, rompiendo los viejos hábitos podemos resonar en vida, y así autorizar que la vida es buena, que la vida es bella y que al trabajar en nuestros hábitos negativos nos liberamos de la autodestrucción, aprender a amar nuestra vida, es aprender a guiar a nuestra mente. Salir de los automatismo creados por nosotros y por nuestros ancestros, pues si queremos conocer la plenitud debemos aprender a trazar nuevas rutas.

Es indispensable aprender nuevas rutas, que lo cotidiano y ordinario sea cambiado a nuevas experiencias saliendo de la zona conocida podremos tener resultados diferentes de vida. Te invito a transformarte, en un entendimiento de que la vida misma es cambiante, te invito a tomar 5 minutos diarios para habitarte y para reprogramarte.

Respira profundo, y si lavas trastes, o si conduces lo realices habitandote, o bien cierres tus ojos 5 minutos poniendo atención a tu respiración, escuchando tu entorno, sintiendo tu cuerpo, practícalo por un plazo mínimo de 21 días y experimenta nuevas rutas, con absoluta certeza tu vida tendrá cambios favorables.

REDES SOCIALES

Agradezco tus comentarios: evolucionqro@gmail.com o a mi FB Mayra Arroniz

Te invito a seguirme y meditar en vivo los sábados de 8:30 am a 9:15

Nuestro pensamiento va a una velocidad sin comparación, por nuestra mente aparecen cada segundo pensamientos de todo tipo, de lo que quedó pendiente, de las historias vividas, de las historias sufridas, de lo que anhelamos, de lo que no tenemos de lo que queremos, y así la descripción es infinita. La mente piensa sin cesar, ya sea de día o de noche la mente no se detiene.

El solo hecho de enfocar nuestra atención a observar nuestros pensamientos es alucinante, pues en general los pensamientos son repetitivos, y sin darnos cuenta, no vivimos en el ahora, y el ahora significa este instante, este momento preciso. El ahora significa respirar y habitar el cuerpo, apreciar y observar el cuerpo para comprender que no somos el cuerpo y no obstante lo necesitamos para experimentar la vida. Nuestra incapacidad para guiar a la mente genera un sin número de historias no gratas, esto nos arraiga en las creencias equivocadas de dolor sufrimiento caos quejas decepción y negatividad, lo que nos pone en una afluencia de víctima se de la vida, del destino e incluso nos hace pensar-sentir, no merecedores de la plenitud del alma, de la plenitud del ser.

Cuando habitas tu cuerpo, cuando estas enraizado a la vida, tu vibración, la frecuencia que generas es alta, así resuelves las circunstancias que se te presenten, también tu sistema inmunológico se activa por consecuencia el cuerpo está sano, carente de mal-estar. Ahora mismo si respiras profundo y toda tu atención está en estas líneas estas habitando tu cuerpo estas presente. Y si tomas otra respiración consciente de ella y agudizas tu oído, intensificaras las sensaciones y la percepción de la vida y del entorno se transforma. Es muy importante tomar espacios de tiempo para practicar y entrenar a la mente, pues la mente requiere que la guíes para que ella te genere una vibración de bien-estar.

Esta es la meditación más poderosa, habitar el cuerpo estar en el aquí y en el ahora, la bioquímica cambia, y transforma las programaciones, rompiendo los viejos hábitos podemos resonar en vida, y así autorizar que la vida es buena, que la vida es bella y que al trabajar en nuestros hábitos negativos nos liberamos de la autodestrucción, aprender a amar nuestra vida, es aprender a guiar a nuestra mente. Salir de los automatismo creados por nosotros y por nuestros ancestros, pues si queremos conocer la plenitud debemos aprender a trazar nuevas rutas.

Es indispensable aprender nuevas rutas, que lo cotidiano y ordinario sea cambiado a nuevas experiencias saliendo de la zona conocida podremos tener resultados diferentes de vida. Te invito a transformarte, en un entendimiento de que la vida misma es cambiante, te invito a tomar 5 minutos diarios para habitarte y para reprogramarte.

Respira profundo, y si lavas trastes, o si conduces lo realices habitandote, o bien cierres tus ojos 5 minutos poniendo atención a tu respiración, escuchando tu entorno, sintiendo tu cuerpo, practícalo por un plazo mínimo de 21 días y experimenta nuevas rutas, con absoluta certeza tu vida tendrá cambios favorables.

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