El reciente informe del World Justice Project (WJP) sobre el Índice de Estado de Derecho en México 2023-2024 ha arrojado resultados preocupantes para el país en su conjunto. Con una calificación promedio que desciende de 0.42 a 0.41 en una escala del cero al uno, el panorama es desalentador: trece estados han disminuido sus puntajes, catorce los han mantenido y sólo cinco han logrado mejorarlos. En este contexto de estancamiento generalizado, Querétaro emerge como un notable contraste, liderando el índice con una calificación de 0.49, seguido por Guanajuato y Aguascalientes, ambos con 0.47.
La pregunta que surge naturalmente es: ¿por qué Querétaro? ¿qué factores han permitido que este estado se mantenga como un oasis de estado de derecho en medio de la crisis que atraviesa el país?
Uno de los factores más destacados es el liderazgo efectivo y la coordinación entre las autoridades de los tres poderes del estado. Mariela Ponce Villa, magistrada presidenta del Poder Judicial del Estado de Querétaro, subraya la importancia de esta colaboración en beneficio de los habitantes, siempre rigiéndose por la ley.
Este enfoque ha permitido a Querétaro ocupar el primer lugar en justicia penal, un logro significativo en un país donde la impunidad y la corrupción son problemas endémicos. La coordinación efectiva no es un hecho aislado, sino el resultado de una estrategia deliberada para fortalecer el Estado de Derecho. La administración de Querétaro ha demostrado un compromiso sostenido con la legalidad y la justicia, lo que ha generado confianza entre la ciudadanía y ha facilitado la implementación de políticas públicas efectivas.
Querétaro ha sido pionero en implementar innovaciones en seguridad y justicia que otros estados podrían emular. Entre ellos destaca la importancia de un enfoque humano en la seguridad y justicia, un modelo que Querétaro ha adoptado con éxito. La mejora en la percepción de seguridad es un reflejo de la eficacia de estas políticas. Además, la administración estatal ha hecho esfuerzos por la formación y profesionalización de sus fuerzas de seguridad, lo que ha reducido significativamente la incidencia delictiva y ha mejorado la percepción de seguridad entre los ciudadanos. Estas acciones han contribuido a crear un entorno más seguro y estable, esencial para el desarrollo económico y social.
Otro pilar fundamental del éxito de Querétaro es su lucha constante contra la corrupción. La transparencia y la rendición de cuentas han sido prioritarias, y la administración ha implementado mecanismos robustos para prevenir y sancionar actos corruptos. En esto destaca la importante coordinación interinstitucional entre el legislativo, el ejecutivo y el judicial para reducir la corrupción, una lección que Querétaro ha aplicado de manera ejemplar. Estas acciones no solo disuaden la corrupción, sino que también promueven la confianza ciudadana en las instituciones.
La protección de los derechos fundamentales y la promoción de un gobierno abierto son otras áreas en las que Querétaro ha sobresalido. La administración ha trabajado arduamente para garantizar que los derechos de los ciudadanos sean respetados y protegidos, creando un entorno en el que la justicia y la equidad prevalecen. En este sentido, la apertura y la transparencia en la gestión pública han sido esenciales. El gobierno de Querétaro ha adoptado políticas de gobierno abierto, facilitando el acceso a la información y promoviendo la participación ciudadana. Esto no solo mejora la rendición de cuentas, sino que también fomenta una cultura de inclusión y democracia participativa.
A pesar de estos logros, Querétaro no está exento de desafíos. Existe la necesidad de más personal en el Poder Judicial para manejar la carga de trabajo, una problemática común en muchas entidades federativas. Además, la administración debe continuar innovando y adaptándose a las nuevas realidades y retos que plantea el entorno cambiante del país. La experiencia de Querétaro demuestra que, incluso en un contexto de retroceso generalizado, es posible avanzar en la construcción de un Estado de Derecho sólido y efectivo. Alejandro González, jefe global de incidencia del WJP, ha enfatizado que el liderazgo y la voluntad política son cruciales para lograr avances significativos. Querétaro se erige como un ejemplo a seguir, mostrando que con compromiso y estrategias adecuadas, es posible crear un entorno más justo y seguro para todos.
Querétaro se destaca como un oasis de Estado de Derecho en medio de la crisis generalizada que enfrenta México. Su éxito se debe a una combinación de liderazgo efectivo, innovación en políticas de seguridad y justicia, lucha contra la corrupción, protección de los derechos fundamentales y un gobierno abierto. Estos factores han permitido a Querétaro no solo liderar el Índice de Estado de Derecho, sino también ofrecer una hoja de ruta para otras entidades que buscan mejorar sus propios sistemas de gobernanza. En un país donde el estancamiento y el retroceso parecen ser la norma, Querétaro nos recuerda que el progreso es posible y que, con las políticas correctas y el liderazgo adecuado, se puede construir un futuro más prometedor para todos.
*Diputado local del PRI