"Que usted la guise bien" una frase que inmortalizó la siempre gentil Lucía Josefina Sánchez Quintanar y que desde 1967, México y Latinoamérica la conoció como Chepina Paralta, una mujer que supo imponerse en un mundo desconocido, donde jamás se pensó que cocinar pudiera abrirle las puertas a la televisión.
Y es que ella revolucionó y posicionó el trabajo de la mujer, ama de casa, que gustaba cocinar para su familia, que hasta ese momento no había sido valorada y con su agradable estilo hizo que miles de televidentes la aceptaran y fuera parte de su día a día.
Alguna vez la chef reconoció que al principio sólo sabía algunas recetas que heredó de su abuela y madre, pero de temas televisivos no tenía idea pero sí poseía un humor muy liviano y era una excelente comunicóloga, pero cuando comenzó el éxito quiso prepararse con más técnicas y acudió a un sin fin de seminarios con chefs reconocidos mundialmente. Su trabajo la logró posicionar a nivel internacional sobretodo cuando en un capítulo de uno de los programas más visto "El Chavo del 8" con el también fallecido Roberto Gómez Bolaños, fue mencionada y posteriormente María Antonieta de las Nieves "La Chilindrina" estuvo como invitada a su programa.
En su haber se cuentan más de 7 mil programas de televisión y 9 mil en radio, autora de revistas y libros de cocina, entre sus producciones más destacadas resaltan "La Cocina de Chepina", "Cocinando con Chepina", "Chepina en tu cocina", entre otros.
Pero si alguien la recuerda lleno de nostalgia fue el productor Epigmenio Ibarra quien a través de su cuenta de Twitter contó que su madre enviudo cuando tenía 39 años y con 7 hijos a cargo y fue su amiga Chepina Peralta la que le dio trabajo y al finalizar el programa, le pedía se llevará la comida que se realizaba para que pudiera alimentar a sus pequeños. Ibarra también mencionó que fue una mujer generosa y que siempre le tuvo gratitud y cariño.
Imparable y aún con 90 años seguía escribiendo para rotativos y revistas a nivel nacional, su última publicación fue apenas el 12 de marzo. Al final de sus días edificó su hogar en la ciudad de Querétaro y siempre será recordada como una mujer con un gran espíritu de lucha y muchos deseos de superación.