Curiosa, elegante y bella es cómo podríamos describir a la orquídea, la cual disfrutamos también en primavera. Al contrario de lo que se suele creer, la gran mayoría de orquídeas solo florecen una vez al año, pero las flores pueden permanecer abiertas desde pocas horas hasta más de tres meses y si hablamos de orquídeas híbridas o de cultivares, pueden florecer dos o más veces por año.
Su particular y rara belleza, la convierte en una flor con gran significado; el nombre común: orquídeas, que es cómo se catalogan a más de 25 mil especies de esta flor y otros 6 mil híbridos.
Según el Manual para la propagación de las orquídeas de la SEMARNAT; aunque varían en su tamaño, estas flores tienen generalmente seis partes que son tres sépalos iguales entre sí, ubicados en la parte de atrás y tres pétalos que están enfrente, de los cuales dos son iguales y uno diferente; este último se encuentra al centro de la flor, siendo el labelo la parte más llamativa.
Si deseas cultivar una orquídea en casa, es necesario que sepas que sus cuidados son muy especiales y hay cinco factores importantes a destacar: luz, riego, ventilación, temperatura y fertilización.
1. LUZ
⁃ La mayoría de las orquídeas necesitan luz brillante, pero de forma indirecta para desarrollar sus flores, si la luz es muy débil puede tardar mucho en florecer o no hacerlo.
⁃ Cuando la planta se encuentra en floración, nunca se debe exponer a los rayos directos del sol, ni siquiera a través de un cristal (ventana o domo).
⁃ Algunas orquídeas toleran la luz directa del sol, pero sólo en otoño e invierno, cuando es más débil su intensidad y otras sólo en invierno.
2. RIEGO
⁃ Colocar los recipientes con las plantas sobre una bandeja con agua y grava, de tal forma que estos no estén en contacto directo con el agua.
⁃ Se pueden colocar recipientes con agua cerca de las plantas.
⁃ Colocar las plantas juntas para que entre ellas se cree un microclima.
⁃ Hacer revisiones periódicas para detectar a tiempo plagas o enfermedades, antes de que todas las plantas se contaminen.
⁃ Utilizar riego con aspersión para asegurar que la planta esté recibiendo la cantidad de agua y humedad que requiere.
3. VENTILACIÓN
Las orquídeas, como muchas plantas necesitan estar en sitios con ventilación adecuada para:
⁃ Renovar el aire que utilizan para sobrevivir.
⁃ Prevenir el ataque de hongos y bacterias por exceso de humedad.
⁃ Evitar las corrientes de aire frío
4. TEMPERATURA
⁃ La temperatura que se tiene al interior de las casas, es adecuada para cultivar los tipos más comunes de orquídeas. En general si la temperatura es confortable para el ser humano, lo será para las orquídeas; sin embargo muchas orquídeas se adaptan a condiciones desfavorables.
5. FERTILIZACIÓN
⁃ En su ambiente natural, las orquídeas se nutren de los restos orgánicos que se han acumulado durante muchos años o que poco a poco provee la naturaleza. Al cultivar las orquídeas fuera de su hábitat, se hace necesaria la intervención humana para su sobrevivencia, ya que las condiciones donde se van a desarrollar no son las mismas, por lo que debemos proveerlas de clima, suelo y nutrientes esenciales para su sobrevivencia y desarrollo.
⁃ Considerando que las orquídeas son normalmente plantas epifitas (su raíz puede desarrollarse fuera del suelo) están acostumbradas a recibir nutrientes diluidos en pequeñas cantidades, pero de forma constante. Por lo tanto, si queremos plantas sanas y vigorosas es mejor no aplicar demasiado fertilizante, sino más bien en poca cantidad.