Hay que tener mucho cuidado a la hora de comprar las frutas por mitad, principalmente la sandía, melón y papaya, pues según la Organización de Consumidores y Usuarios, en muchos mercados o en tiendas de supermercado, las piezas que fueron cortadas no están en refrigeración, además están junto a más frutas y cajas alrededor, solamente con un plástico film transparente para protegerlas, esto trae consigo un mayor riesgo de contaminación, ya que el contacto con la tabla, el cuchillo, las manos de quien la manipula y el plástico que la cubre, están mayormente expuestas al ambiente y agentes externos, los cuales no sufría gracias a la protección de su cáscara.
En uno de los informes que se dieron a conocer las frutas cortadas tienen una vida útil menor, por lo que al realizar el corte deben permanecer en refrigeración para evitar el crecimiento de microrganismos patógenos como Salmonella, Escherichia coli verotoxigénico o Listeria monocytogenes.
Las frutas no deben permanecer más de tres horas sin refrigerar una vez cortadas, quien las manipula debe desinfectar manos, tablas y cuchillos para no exponer a los consumidores.