El Sábado de Gloria, perdió su vieja tradición: la quema de Judas, en la que se volcaba la ironía popular con toda su agudeza y vena de humor al quemar a ‘personajes’ indeseables, detestables, o como se les quisiera llamar. Sí se hace la quema de judas, pero ya no tienen nada que ver con los antiguos: se queman personajes como el “Chavo” del ocho y acompañantes, y otros totalmente ‘modernos’. También, y es lógico y recomendable, se suspendieron los cubetazos de agua con los que de repente nos sorprendían a los chiquillos y jóvenes cuan íbamos descuidados o en plena guerra de los mencionados cubetazos.
Otra tradición que se conserva es acudir a los puestos donde se expenden todavía, en algunos de ellos, las muñecas, los judas y los caballitos de cartonería, ya mezclados con juguetes chinos y de otras procedencias.
Respecto a la liturgia del Sábado de Gloria, acudimos devotamente a la Misa de Gallo, a celebrar la resurrección del Señor. Anteriormente llamábamos Sábado de Gloria a este día, pero se cambió a Sábado Santo. Al término del ciclo litúrgico de la Cuaresma, tiempo de recogimiento, ayuno y tristeza por la pasión y muerte de Jesús, estalla el júbilo por la resurrección de Cristo se han abierto las puertas de la gloria para todos los creyentes y comienza así el Ciclo Pascual.
Respecto a la gastronomía queretana de la Semana Santa, en Querétaro acostumbramos comer romeritos con tortas de camarón, nopalitos guisados, capirotada, rellenos de cabellitos de ángel y acompañar con aguas frescas y las lágrimas de la Virgen.