Con el versículo “En el principio, Dios creó el cielo y la tierra” comienza el recorrido por la nueva exposición de la galería municipal Rosario Sánchez de Lozada, en la que 22 autores –a través de la escultura, la pintura y la instalación– exploran la espiritualidad en el mundo contemporáneo.
Bajo la curaduría de Francisco de Paula Nieto, esta muestra titulada “Gravedad y ligereza: tildes y espíritus” congrega la visión estética de los artistas plásticos, escritores, teatristas y críticos de arte como Esmeralda Néresis, Horacio Warpola, Gabriela Hermed, Angélica Noriega, Carlos Rangel, Esmeralda Torres, Hernando Lozada, Jonatán Olvera, Sergio Padilla, Leonor Pataki, Jessica Íñiguez e Ismail Hjaniram el Seid, quienes con su obra también discurren sobre las dialécticas y complejidades actuales, en la gravedad y ligerezas de la vida.
En la ceremonia inaugural, Francisco de Paula manifestó su preocupación por el arte contemporáneo, al considerar que las nuevas propuestas han perdido su fuerza transgresora y comunicativa.
“Detesto las exposiciones que dependen de un texto de sala, porque entonces no se entiende la retórica; eso es lo que sucede frecuentemente en el arte contemporáneo: entras a la exposición y no sabes qué pasa hasta que lees el texto de sala. Creo que eso es un déficit espantoso (...) yo pertenezco a una tradición que cree que el arte debe explicarse a sí mismo: me refiero a la tradición aristotélica y retórica; a la tradición de Ferdinand Saussure, Roland Barthes, Claude Lévi- Straus...”, dijo y señaló el texto de sala de la exhibición, en el que los nombres de los propios artistas fueron colocados como la única explicación de esta muestra.
Finalmente, el también semiólogo cultural, compartió que a través de estos proyectos explora la posición y el papel que juega el curador en el arte contemporáneo.
“Algunos simplemente entienden que un curador es aquél que escoge un autor, y el que administra un montaje... El curador es un creador; para mí esto es un acto creativo, pues cada pieza elegida, el discurso que se ocupa, la posición, el sitio de cada elemento y el diálogo con los artistas es un acto creativo; el curador es un creador. Esto [la exhibición] exalta mi espíritu porque me permite crear, algo que no puedo hacer todo el tiempo”, apuntó. La exhibición forma parte de tres actos discursivos que el curador promoverá este año en Querétaro y Guanajuato, en la que se incluyen un diplomado de semiología de Arte Contemporáneo a impartirse en el Museo de Arte Contemporáneo de Querétaro, y su participación en la exposición colectiva “Labyrinthus: univiario migratorio del alma”, como parte del Festival Cervantino 2019.