Elaborar desde/con/mediante/sobre el cuerpo

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Que no tenemos cuerpo, que más bien somos cuerpo, que el cuerpo es una casa, que también es un lastre, que los cuerpos fueron sexuados, cargados de significados, de identidades, de heridas. Que el cuerpo se politiza. Que el cuerpo duele, siente, desea, goza; tanto los cuerpos que caben y también los que no, los cuerpos silenciados. El cuerpo se desplaza, al cuerpo lo atraviesa el tiempo y todos los cuerpos que le precedieron y sus saberes heredados, borrados, invisibilizados. El cuerpo que no es sino cuerpa. El cuerpo que es materia, imperfecto, siniestro. El cuerpo que escribe, que pinta cuerpo, que enuncia, el cuerpo que crea, que produce simbólicamente, es decir que hace arte.

En el contexto local hay varias artistas exponentes de nociones particulares sobre el cuerpo, lo que voy a hacer a continuación es una reescritura de algunas de sus declaraciones y añadir una que otra anotación.

Nadia Bernal es una poeta interesada en el cuerpo, el dolor, la violencia y “el llanto sin cuarto propio”, cuyo proyecto casaycuerpx integra poesía y collage donde yuxtapone recortes que construyen versos como “la luz del margen incide en la naturaleza de mi cuerpo, no se disimula la tristeza”, en otro de sus poemas dice:

Desde hace días duermo en el piso de una casa que no es la mía, una casa que se parece al cuerpo que arrastro desde hace años: ajena.

y sobre los cuerpos que sangran sostiene que “nombrar la sangre es crear comunidad con otros cuerpos”.

A propósito de la sangre, Anaclara Muro, poeta, escribe:

Que hablar de nuestro cuerpo / tendría que ser completamente natural / que no tendría que darle vueltas / para dejar los papeles manchados porque / ni modo que no se manchen / que no tendría que fingir que no pasa / si pasa cada 28 días / que no tendría que aparentar estar bien.

Alejandra La Bala Rodríguez es artista multidisciplinaria que utiliza el performance, la escritura y el video para señalar todo lo que está jodido en el mundo patriarcal y racista visto por una disidente sexual y gorda; desde la herida, con rabia pero también con goce, con redes afectivas, con deseo y todo lo que ha sido negado a los cuerpos no hegemónicos.

Ariana Ibañez es una poeta que actualmente acompaña el taller “Decir yo, escribir cuerpo” donde plantea “nuestra relación cuerpo-escritura, así como exploraciones de escritura y sus posibilidades”; ella también escribe:

entonces la calma llegó a mi cuerpo, quieta, tan quieta cerré los ojos hasta convertirme en moho verde, era un océano

Susana Ginebra, artista y terapeuta, desarrolló el proyecto llamado “Camina como niña” que llevaba como declaración:

El cuerpo, nuestro territorio. Los afectos, nuestro vínculo sensible con la vida. La calle, el espacio donde nos construimos.

y que se componía de un taller y una investigación sobre género, cuerpo y espacio público partiendo de la interdisciplina y la tecnología con “la intención de reunir a mujeres interesadas en la exploración de sus afectos y sensaciones mediante el acercamiento a sus cuerpos, la experiencia de ser mujer y transitar la calle”. También ha abordado la relación casa-cuerpo en el proyecto “Entre pliegues: exploraciones microscópicas sobre los territorios olvidados” y gestiona el espacio terapéutico Casa Ixcuina que pone al centro la intuición y la incorporación de saberes que se originan desde una en contraposición a los planteamientos coloniales que universalizan experiencias.

Aurora Vizcaíno es una pintora que a través de la técnica del retrato al óleo pone en discusión las relaciones de poder en la forma de ver al otro, cómo es representado, su rostro y por ende su cuerpo, contemplando la vulnerabilidad a la que se expone el retratado, justamente porque en la pintura hay cierta tradición en la representación de las mujeres y de ahí en el imaginario colectivo, en los medios y la publicidad. Tomando esto como punto de partida y revirtiéndolo, Aurora realizó la serie pictórica "Invisible Sintagma: Alegorías sobre la masculinidad actual" como un ejercicio que explora la fragilidad del retratado, una búsqueda lúdica y las posibilidades alrededor de las masculinidades, para seguir lanzando las preguntas sobre la objetificación y la verticalidad de la mirada.

Nicole Cuéllar, artista visual (y joven promesa, yo añadiría), realiza una investigación sobre el horror corporal, donde trata de desmontar el cuerpo idealizado e indagar sobre su materialidad, lo siniestro y lo abyecto.

La pintora Alix Yolitzin está presentando en el Museo de la Ciudad de Querétaro la serie “El cuerpo femenino: Territorio de batalla en México” que tiene como objetivo “visibilizar la violencia de género y dignificar el cuerpo de la mujer” y estará expuesta hasta el 6 de febrero. O sea, hay que ir.