Un total de 120 palabras con las que el pintor y muralistamexicano David Alfaro Siqueiros (1896-1974) se pinta a sí mismo decuerpo entero, integran el libro “Siqueiros de la A a la Z”,presentado anoche en la librería del Fondo de Cultura Económica(FCE) situada en el Parque Ecológico Juana de Asbaje, en la zonade Tlalpan, en el sur de esta ciudad.
Se trata de un trabajo de investigación de Adriana Olvera,quien rinde un homenaje y a la vez celebra el 120 aniversario denatalicio, de quien es considerado uno de los tres grandesexponentes del muralismo mexicano, junto con Diego Rivera y JoséClemente Orozco.
“Son 120 palabras que celebran el nacimiento del Coronelazoeste 29 de diciembre y con ello, rendimos un homenaje; lo que hicefue una investigación al tomar de las memorias del pintor,llámese, entrevistas, conferencias, etcétera, de lo que no estabapublicado, algunos de sus pasajes de su vida y a su vez le asignéun concepto, como por ejemplo: abuelos, amor, árbol, batalla,entre muchos más”, dijo a Notimex.
De acuerdo con la investigadora del Muralismo Mexicano y delmovimiento de la estampa y grabado, lo que le atrajo del artista yque compiló en esta obra editada por Espejo de Agua y EdicionesEON, fueron los diferentes pasajes de su vida.
“Hay una parte en la que él habla sobre el amor y dice queéste es el alimento más delicioso que existe. Y me pregunté¿Por qué no sabíamos esto?, o bien, que hizo un intento deatentado contra Trotsky. No sabemos que también se pronunciabaasí del amor o del beso”, señaló la joven autora, para quienestas palabras representan “oro molido”.
El afán permanente del muralista por desafiar el espacio con lapoliangularidad o conocer los químicos para producir colores que,hasta la fecha, perduran inigualables, lo llevó a acercarse a laciencia, su interés se ve correspondido en el prólogo de RosauraRuíz y Bruno Velázquez, destacados investigadores en Filosofíade la ciencia.
Siqueiros, añadió, habló de las plantas, de los dijes, loszapatos, tendencias, whiskey, sudor, reloj, rana, hasta de unapequeña mancha.
Y es que para Adriana Olvera, David Alfaro Siqueiros fue unhombre ejemplar, que vivió lo más importante del siglo XX, conquien se identifica por su ideología y toda la revolucióntécnica que hizo en la pintura, y que se debió a sumilitancia.
El libro presenta en su portada al ser humano entrañable,sensible y vigoroso, en una faceta poco conocida: la de jonronero,aunque se desempeñaba mejor como cátcher y primera base.
El muralista protagonizaba grandes encuentros de pelota porqueadoraba el béisbol; era capaz de convertir un pedazo de tierra enun diamante. El béisbol fue su segunda pasión después delmuralismo.
Para Olvera, el texto cobra importancia porque permite no sólodescubrir a un mexicano ejemplar que amaba a su país, de carácterférreo pero bondadoso, que respondió a la complejidad de sutiempo, sino conocer el ímpetu que lo llevó a alcanzar lomonumental.