/ martes 22 de febrero de 2022

Olor a muerte y pasos sobre ataúdes, así es la instalación de “Stock” en Museo de la Ciudad

El ambiente lúgubre y funerario se puede palpar en la obra del artista visual Gaspard Le Guen, que actualmente se exhibe en el Museo de la Ciudad de Querétaro

Con decenas de antiguos ataúdes de madera, luz sombría, polvo negro que recuerda a la tierra negra de panteón y la llamada cama de muerto hecha con paja, es como se presenta la instalación “Stock” del artista Gaspard Le Guen, en el Museo de la Ciudad de Querétaro y que tendrá permanencia hasta el 15 de mayo.

Con este trabajo, el artista de origen francés da continuidad a su proyecto “Servicio funerario”, a través del cual realiza el rescate de la antigua Funeraria Ortega, que permaneció abandonada durante muchos años en el barrio de El Tepetate.

“La historia comenzó con la Funeraria Ortega, que tiene una parte en donde guardan cosas que ya no se usan, casi basura, muchos ataúdes de madera y otros objetos muy antiguos, son los que presento en esta instalación; encontramos este polvo negro que hace referencia a los hornos donde quemaban los cuerpos, la cama de muerto que estaba hecha de pasto y los ataúdes por donde camina la gente.

“Con el proyecto de la funeraria he estado en contacto con objetos con mucha carga energética, quiero llevar al público a ese mismo nivel, lo que me interesa cuando hago arte es la inmersión, experiencia y la experimentación de situaciones de la vida diaria y que puedo exponer de tal forma hasta crear una instalación, que aunque sea algo muy común, se tenga una experiencia casi cinematográfica”.

Fue durante en 2018 cuando el artista visual se encontró con la antigua bodega en donde la familia Ortega, dueña de la funeraria, guardaba cientos de ataúdes, candelabros, cortinas y demás objetos utilizados durante las velaciones.

Atraído por la curiosidad, Gaspard se contactó con los dueños del sitio no sólo para conocer los antecedentes familiares, sino para aprender más sobre el lugar y lo que ahí se hacía. Fue así que realizó la primera instalación, en la bodega misma, donde expuso los diferentes objetos encontrados, entre estos, los ataúdes que por su tamaño podrían ser para niños, que actualmente se exhiben en el Museo de la Ciudad.

Foto: Donna Oliveros | Diario de Querétaro

Durante la inauguración, el propio artista se plantó en la escena y explicó a los asistentes el concepto de la instalación; respondiendo preguntas y afirmando que desde el inicio del proyecto “Servicio funerario” se sentía tan cómodo al andar entre ataúdes y demás objetos mortuorios, que incluso podría vivir ahí. “Creo que este es un lugar muy cómodo, sería un lugar muy cómodo para vivir”.

Aunque para el artista éste era un lugar confortable, para la mayoría de los asistentes es una escena sombría y escalofriante que incita a la imaginación, pues no todos los días se camina sobre ataúdes de madera en uno de los recovecos de un antiguo convento.

Gaspard Le Guen advierte que “Stock” es sólo una de las muchas etapas del proyecto final sobre Funerales Ortega, pues aún se encuentra haciendo el inventario de todos los objetos encontrados en la antigua funeraria.

“Ya he realizado otras cosas en la antigua funeraria, la instalación en el museo de la ciudad es el capítulo cinco del proyecto final, quiero seguir trabajando otros temas como el traslado de los muertos en estos ataúdes hacia Estados Unidos, veo una relación como de una funeraria fantasma”.

“Sigo en el conteo de objetos en la antigua bodega, cuando ese espacio esté listo lo veo como un espacio abierto para que otros artistas muestren su trabajo, y claro para mis propias obras, los trabajos que yo mismo realice en un futuro”.

Foto: Donna Oliveros | Diario de Querétaro

Con decenas de antiguos ataúdes de madera, luz sombría, polvo negro que recuerda a la tierra negra de panteón y la llamada cama de muerto hecha con paja, es como se presenta la instalación “Stock” del artista Gaspard Le Guen, en el Museo de la Ciudad de Querétaro y que tendrá permanencia hasta el 15 de mayo.

Con este trabajo, el artista de origen francés da continuidad a su proyecto “Servicio funerario”, a través del cual realiza el rescate de la antigua Funeraria Ortega, que permaneció abandonada durante muchos años en el barrio de El Tepetate.

“La historia comenzó con la Funeraria Ortega, que tiene una parte en donde guardan cosas que ya no se usan, casi basura, muchos ataúdes de madera y otros objetos muy antiguos, son los que presento en esta instalación; encontramos este polvo negro que hace referencia a los hornos donde quemaban los cuerpos, la cama de muerto que estaba hecha de pasto y los ataúdes por donde camina la gente.

“Con el proyecto de la funeraria he estado en contacto con objetos con mucha carga energética, quiero llevar al público a ese mismo nivel, lo que me interesa cuando hago arte es la inmersión, experiencia y la experimentación de situaciones de la vida diaria y que puedo exponer de tal forma hasta crear una instalación, que aunque sea algo muy común, se tenga una experiencia casi cinematográfica”.

Fue durante en 2018 cuando el artista visual se encontró con la antigua bodega en donde la familia Ortega, dueña de la funeraria, guardaba cientos de ataúdes, candelabros, cortinas y demás objetos utilizados durante las velaciones.

Atraído por la curiosidad, Gaspard se contactó con los dueños del sitio no sólo para conocer los antecedentes familiares, sino para aprender más sobre el lugar y lo que ahí se hacía. Fue así que realizó la primera instalación, en la bodega misma, donde expuso los diferentes objetos encontrados, entre estos, los ataúdes que por su tamaño podrían ser para niños, que actualmente se exhiben en el Museo de la Ciudad.

Foto: Donna Oliveros | Diario de Querétaro

Durante la inauguración, el propio artista se plantó en la escena y explicó a los asistentes el concepto de la instalación; respondiendo preguntas y afirmando que desde el inicio del proyecto “Servicio funerario” se sentía tan cómodo al andar entre ataúdes y demás objetos mortuorios, que incluso podría vivir ahí. “Creo que este es un lugar muy cómodo, sería un lugar muy cómodo para vivir”.

Aunque para el artista éste era un lugar confortable, para la mayoría de los asistentes es una escena sombría y escalofriante que incita a la imaginación, pues no todos los días se camina sobre ataúdes de madera en uno de los recovecos de un antiguo convento.

Gaspard Le Guen advierte que “Stock” es sólo una de las muchas etapas del proyecto final sobre Funerales Ortega, pues aún se encuentra haciendo el inventario de todos los objetos encontrados en la antigua funeraria.

“Ya he realizado otras cosas en la antigua funeraria, la instalación en el museo de la ciudad es el capítulo cinco del proyecto final, quiero seguir trabajando otros temas como el traslado de los muertos en estos ataúdes hacia Estados Unidos, veo una relación como de una funeraria fantasma”.

“Sigo en el conteo de objetos en la antigua bodega, cuando ese espacio esté listo lo veo como un espacio abierto para que otros artistas muestren su trabajo, y claro para mis propias obras, los trabajos que yo mismo realice en un futuro”.

Foto: Donna Oliveros | Diario de Querétaro

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