La música está de luto en Querétaro. Margarito Estrada, uno de sus más grandes compositores en los géneros del bolero y la música norteña, murió la noche del martes a los 87 años.
Nacido en el seno de una familia campesina de Santa Rosa Jáuregui, el compositor migró a la Ciudad de México a los 23 años para probar suerte como muchos otros queretanos.
Con Rosario de penas y Las últimas gaviotas, interpretadas por primera vez por Chelo Silva, el compositor logró abrirse paso en los años 50 en la industria musical mexicana.
En una entrevista con Suplemento Barroco, Margarito Estrada contó que antes de lograr que sus canciones fueran cantadas por las estrellas de la época, trabajó como mozo en el Ayuntamiento de Coyoacán, y al poco tiempo consiguió un trabajo en una fábrica de tuercas de bronce, ubicada a dos cuadras de la XEW, que solía visitar después de su jornada para ver de cerca a las grandes estrellas de aquella época.
Con sus letras bajo el brazo, el compositor recuerda que aguardaba largas horas en los pasillos de la radio, esperando ver pasar a cantantes como Toña la Negra, Jorge Negrete, Fernando Fernández, Javier Solís, Antonio Aguilar y Amparo Montes, para ofrecerles sus canciones.
“Tras muchas desveladas, hambres, malos ratos, desprecios y muchos azotones de puerta –dice recordando particularmente el desaire de Miguel Aceves Mejía–, un día gritaron en la W: ‘¿Quién por aquí es Margarito Estrada?’ . El autor, incrédulo, alzó la mano: “Tienes mucha suerte, te acaba de grabar Chelo Silva”, recordó.
Bajo la firma de Columbia, en 1958 Chelo Silva, conocida también como “La reina del arrabal” grabó Rosario de Penas y Las últimas gaviotas, y a partir de entonces agrupaciones y artistas como Los Alegres de Terán, Irma Serrano, Las Hermanas Huerta, Gerardo Reyes, Felipe Arriaga y Flor Silvestre comenzaron a cantar sus temas.
Su repertorio suma más de 400 canciones originales que han sido utilizadas también como soundtraks para bioseries y películas mexicanas como El ojo de vidrio (1969), El padrino es mi compadre (1975), La muerte del soplón (1978) y Ángel del Silencio (1978).
Entre sus éxitos se enlistan Flor hermosa, Puede que sí, puede que no, Borracho y loco, Junto a un perro, El errante, El jaboncito, De México a Durango y Gaviota Traidora; interpretadas por artistas como Las hermanas Calle (Colombia), Banda MS, Paquita la del Barrio, Conjunto Primavera, Los Huracanes del Norte, K- Paz de la Sierra, Antonio Aguilar y La Banda El Recodo.
Por su trayectoria como compositor, músico y cantante –a través del dueto Oro y Plata–, Margarito fue reconocido con diversos premios por parte de la Sociedad de Autores y Compositores de México y por la BMI Awards, un galardón que le fue entregado en 2016 por sus 60 años como compositor en Las Vegas, Nevada; de manos de Los Tigres del Norte.
Tras cumplir medio siglo en esta labor, el pueblo de Santa Rosa Jáuregui lo celebró en grande. Y en gratitud, Margarito Estrada produjo un disco dedicado a su tierra, en la que suenan canciones como Querétaro mío, Queretanita, La Carambada y En Santa Rosa nací:
"En Santa Rosa nací
Y ahí mismo yo fui criado
Y que a sembrar aprendí
Eso no se me ha olvidado
No me avergüenza decir
Que soy de raza morena
Huelo a zurco y a barzón
Soy cerrero y no me apena
En Santa Rosa nací
Y a carnitas ando oliendo
La boca me sabe a miel
De una que me anda queriendo
Santarroseño yo soy
Y es Querétaro mi estado
En Santa Rosa nací
Y ahí mismo fui bautizado
Los invito a conocer
Vengan que hoy el indio invita
Siempre a su paso han de hallar
Alguna mujer bonita
Raza morena yo soy
Y un indio de nacimiento
Pero doy el corazón
Y mi amor al cien por ciento
Los invito a conocer
Pie de gallo y La Solana
Dispónganse a disfrutar
Del taco a la mexicana
Buenavista que caray!
También Santa Catarina Juriquilla como no
Montenegro gente fina
De mi alma repartiré
A cada quien un cachito
Mi Santa Rosa pa´ ti
Mi corazón enterito."