Hermosillo, (Notimex).- Durante esta Cuaresma las distintas organizaciones religiosas realizan actividades propias para conmemorar la muerte y resurrección de Jesucristo, lo que en Sonora tiene una visión peculiar con las manifestaciones de los pueblos autóctonos.
Para estas fechas, una de las tradiciones más arraigadas previa a Semana Santa, pertenece a las comunidades yaquis, un ritual que combina la religión católica y las antiguas costumbres y creencias de la etnia.
Esta festividad cobra especial colorido en la figura de los fariseos, quienes son penitentes que durante 40 días recorren las calles de Hermosillo, pues desean un favor de la divinidad o pagar milagros ya recibidos.
Para hablar de este rito y las acciones que conlleva, realizaron una conferencia de prensa funcionarios municipales y dirigentes de las ramadas, como se llama a los puntos de reunión de los participantes indígenas.
En su intervención, el líder yaqui, Manuel Rentería, aseguró que el interés de ellos es dar a conocer de forma más profunda sus tradiciones para que estas no se pierdan.
Detalló que cada actividad, cada aspecto de la vestimenta de un fariseo tiene un propósito y un significado, tal como la vestimenta blanca con la que inician la jornada de los días de Cuaresma.
"La cual representa la vestimenta de Jesús cuando estuvo en la Tierra, representa también su alma pura y la humildad con la que llevan a cabo el proceso", comentó.
Por su parte, el capitán mayor de la ramada de la colonia Coloso Alto, Joel Coronado Amado, explicó que los fariseos de Hermosillo recorren las calles de la ciudad alimentándose sólo de lo que la gente tiene a bien regalarles.
"Cada persona pues se maneja por manda, por agradecimiento por haber estado enfermo. Y uno va y paga en ese modo. Mucha gente dice es que no trabaja, pero no, es una manda la que va y paga", detalló.
"El sacrificio principalmente, dejar las comodidades de la casa, estar durmiendo a la intemperie, en el suelo, no bañarse, eso es una parte del sacrificio que se está haciendo", dijo.
Agregó que ellos bendicen cada hogar y cada persona que los apoya con un vaso de agua o un bocado de comida.
“En el recorrido nos acompaña la Pasión, Cristo Crucificado y un plato pequeño donde piden apoyo, y la bendición representada por una bandera roja, que simboliza la sangre derramada por los antepasados y una azul, que representa a la Virgen María”, resaltó.
Por su parte, la titular del Instituto Municipal de Cultura y Arte (IMCA) de Hermosillo, Diana Reyes González, declaró que en este 2019 las autoridades respaldarán y acompañarán dicho proceso.
Afirmó que se lleva al cabo un trabajo de coordinación entre dependencias como Seguridad Pública, Alumbrado Público, Servicios Públicos, Inspección y Vigilancia, y la Coordinación de Infraestructura, Desarrollo Urbano y Ecología (Cidue).
Además del IMCA, el gobierno del estado, por medio de Comisión Estatal para el Desarrollo de los Pueblos y Comunidades Indígenas (Cedis), apoyarán en Hermosillo esta celebración, y en todo Sonora.
Resaltó que cada dependencia de los tres órdenes de gobierno realizará las acciones necesarias para facilitar esta manifestación de las comunidades autóctonas yaquis asentadas en la capital del estado y en otros municipios.
El titular de la Cedis, José Antonio Cruz Casas; Manuel Rentería y Víctor Manuel, representantes de las ramadas Revolución y Amapolas, respectivamente, y Diana Reyes comentaron que elaboraron una agenda conjunta.
Explicaron que mediante esa agenda darán a conocer a los hermosillenses cada actividad que se lleva al cabo en el periodo de Cuaresma.