/ sábado 1 de septiembre de 2018

Jardín de San Sebastián – Jardín Niños Héroes de Chapultepec

Entramado social

La plaza es un espacio en el que se mueven padres y niños deprisa para llegar la escuela en los minutos de tolerancia; las mamás se ocupan en vender productos por catálogo, intercambian informaciones, inician tandas y formalizan compromisos de compadrazgo. Al medio día los chiquillos salen de la escuela en estampida a comprar elotes, la comida chatarra a base de harinas y grasas saturadas con su infaltable salsa y limón. Dulces y otras “delicias”; es el momento propicio para el intercambio de estampitas del álbum de moda que nunca se terminan de llenar. Abren los juegos en la plaza con el improvisado partido de futbol, pateando la pelota o una lata de refresco; no importa los goles cuentan igual.

En otros tiempos

El escenario es el mismo, pero con otros matices y personajes: ya no se ve al soldador con cautín en mano para reparar tinas y cubetas de lámina galvanizada; al afilador con su silbato entre los labios rodeado por las vecinas con sus tijeras, cuchillos en mano; desapareció el baratillero que vendía espejitos, moños, cintas de colores, prendedores, pasadores y cachivaches comprados en abonos que el vendedor apuntaba en una libretita, igual que los “encargos para de hoy en ocho”. Tampoco se ve a las vecinas de los barrios de La Trinidad y El Cerrito, bajar por las escarpadas rocas, cargadas con sus líos de ropa que iban a lavar en el río. Territorio de aquellos típicos ropavejeros que “cambiaban, compraban y vendían” trocaron su costal de tiliches por una camioneta. El Señor fulano, “Le compra toda clase de cosas usadas, trastes, cuadros, libros, CDs., menajes de casa y muebles en general”, promocionándose ya sea usando tarjetas de cartoncillo o con una vieja camioneta provista de un altavoz. Igual pasa con los vendedores de camotes y tamales “oaxaqueños”.

Recomposición del territorio

En 1602 fueron congregados en éste lugar "indios naturales", trasladados de varios pueblos comarcanos. Disponiendo la traza y repartimiento de solares para casa y huerta, así como de tierras para el cultivo. Se levantó un templo pequeño en 1718 de cal y canto, bajo la advocación de San Sebastián Mártir. Teniendo la función como ayuda de parroquia y en 1720 como parroquia. En 1768 fue entregada al clero secular. Para 1774 se encontraba operando la Cofradía del Santísimo Sacramento y de las Ánimas. El templo fue ampliado en 1810, con nuevas bóvedas y cúpula. Colocando un "altar de piedra" obra del maestro Astudillo.

Plaza y fuente

La plaza fue acondicionada en 1778, debido la donación del predio ubicado frente al templo. El 24 de julio de 1778 se realizó la bendición de la pila y fuente. Quedando el barrio enlazado al sistema de conducción de aguas limpias. Desde la alcantarilla del atrio de San Francisco hasta la plaza de San Sebastián hubo que colocar 1 311 varas de cañería de barro y 30 varas de cañones de plomo. La fuente fue repuesta en 1888. Con modificaciones posteriores. Una placa que se encuentra en un muro de la Casa del Faldón refiere: “JARDÍN NIÑOS HÉROES DE CHAPULTÉPEC / FORMADO POR LA JUNTA ORGANIZADORA / DE MEJORAS DEL BARRIO / DE LA OTRA BANDA / DE ACUERDO CON EL H. AYUNTAMIENTO / QUERÉTARO 30 DE SEPTIEMBRE DE 1925.” Desde una banca, el poeta Chava Alcocer se pregunta ¿Qué ciudad es ésta? y sueña con “Canarios ciegos”…

La Otra Banda

Fue tenida como un sitio "ameno" por sus frondosas huertas, con árboles frutales. Extensos sembradíos, viñedos y los follajes de la ribera del río. Con sus ahuehuetes, sabinos, robles, nogales y pirules. En 1609 fue puesto en marcha un molino y por el mismo rumbo tenería, obraje y fábrica de aguardiente. En el siglo XIX se convirtieron en el paseo favorito de los queretanos; los Baños de Pathé, las visitas a los manantiales de San Juan de los Álamos, la Huerta Grande y a las tamalerías.

Acciones de guerra en el barrio de San Sebastián

Durante el sitio de Querétaro en 1867, se dieron acciones de combate que definieron la estrategia de los republicanos y los imperialistas. [...] “El 1º de abril se efectuó una salida para tomar la iglesia del Barrio de San Sebastián ocupado por el enemigo que la había fortificado y guarnecido con tropas [...] como a las tres de la mañana el general Miramón, salió de la ciudad a la cabeza de una columna de infantería [...] logró sorprender a la iglesia de San Sebastián llamada Parroquia.”[1] Miguel Miramón se dio cuenta que podía avanzar hacia estas líneas con cierta seguridad, y en una acción rápida, tomó la posición de la Cruz del Cerrito e intentó acometer hasta San Pablo, pero los republicanos cambiaron la táctica: el “Batallón de Supremos Poderes” entró en acción para apoyar al Batallón Guanajuato, y Miramón no tuvo otro remedio que retroceder.

Inmueble simbólico

La Casa del Faldón es una notable construcción frontera a la plaza y templo de San Sebastián. Es un referente del barrio de la Otra Banda. El torreón que se levanta, luciendo sus medias lunas y un remate arabesco le dotan de un carácter singular. Su construcción data de finales del siglo XVII y primeras décadas del XVIII y está asociada a un relato legendario que parece a un entremés del teatro clásico español o pieza de zarzuela. Son algunas de las historias, de un espacio que se encuentra en la memoria colectiva de los queretanos.

[1] Hans, Alberto. Memorias de un oficial del Emperador Maximiliano. Colección: México heroico, Editorial JUS, México, 1962, pp. 111-115.

Desde Anbanica - Teocalhueyacan. Agosto de MMXVIII.

Entramado social

La plaza es un espacio en el que se mueven padres y niños deprisa para llegar la escuela en los minutos de tolerancia; las mamás se ocupan en vender productos por catálogo, intercambian informaciones, inician tandas y formalizan compromisos de compadrazgo. Al medio día los chiquillos salen de la escuela en estampida a comprar elotes, la comida chatarra a base de harinas y grasas saturadas con su infaltable salsa y limón. Dulces y otras “delicias”; es el momento propicio para el intercambio de estampitas del álbum de moda que nunca se terminan de llenar. Abren los juegos en la plaza con el improvisado partido de futbol, pateando la pelota o una lata de refresco; no importa los goles cuentan igual.

En otros tiempos

El escenario es el mismo, pero con otros matices y personajes: ya no se ve al soldador con cautín en mano para reparar tinas y cubetas de lámina galvanizada; al afilador con su silbato entre los labios rodeado por las vecinas con sus tijeras, cuchillos en mano; desapareció el baratillero que vendía espejitos, moños, cintas de colores, prendedores, pasadores y cachivaches comprados en abonos que el vendedor apuntaba en una libretita, igual que los “encargos para de hoy en ocho”. Tampoco se ve a las vecinas de los barrios de La Trinidad y El Cerrito, bajar por las escarpadas rocas, cargadas con sus líos de ropa que iban a lavar en el río. Territorio de aquellos típicos ropavejeros que “cambiaban, compraban y vendían” trocaron su costal de tiliches por una camioneta. El Señor fulano, “Le compra toda clase de cosas usadas, trastes, cuadros, libros, CDs., menajes de casa y muebles en general”, promocionándose ya sea usando tarjetas de cartoncillo o con una vieja camioneta provista de un altavoz. Igual pasa con los vendedores de camotes y tamales “oaxaqueños”.

Recomposición del territorio

En 1602 fueron congregados en éste lugar "indios naturales", trasladados de varios pueblos comarcanos. Disponiendo la traza y repartimiento de solares para casa y huerta, así como de tierras para el cultivo. Se levantó un templo pequeño en 1718 de cal y canto, bajo la advocación de San Sebastián Mártir. Teniendo la función como ayuda de parroquia y en 1720 como parroquia. En 1768 fue entregada al clero secular. Para 1774 se encontraba operando la Cofradía del Santísimo Sacramento y de las Ánimas. El templo fue ampliado en 1810, con nuevas bóvedas y cúpula. Colocando un "altar de piedra" obra del maestro Astudillo.

Plaza y fuente

La plaza fue acondicionada en 1778, debido la donación del predio ubicado frente al templo. El 24 de julio de 1778 se realizó la bendición de la pila y fuente. Quedando el barrio enlazado al sistema de conducción de aguas limpias. Desde la alcantarilla del atrio de San Francisco hasta la plaza de San Sebastián hubo que colocar 1 311 varas de cañería de barro y 30 varas de cañones de plomo. La fuente fue repuesta en 1888. Con modificaciones posteriores. Una placa que se encuentra en un muro de la Casa del Faldón refiere: “JARDÍN NIÑOS HÉROES DE CHAPULTÉPEC / FORMADO POR LA JUNTA ORGANIZADORA / DE MEJORAS DEL BARRIO / DE LA OTRA BANDA / DE ACUERDO CON EL H. AYUNTAMIENTO / QUERÉTARO 30 DE SEPTIEMBRE DE 1925.” Desde una banca, el poeta Chava Alcocer se pregunta ¿Qué ciudad es ésta? y sueña con “Canarios ciegos”…

La Otra Banda

Fue tenida como un sitio "ameno" por sus frondosas huertas, con árboles frutales. Extensos sembradíos, viñedos y los follajes de la ribera del río. Con sus ahuehuetes, sabinos, robles, nogales y pirules. En 1609 fue puesto en marcha un molino y por el mismo rumbo tenería, obraje y fábrica de aguardiente. En el siglo XIX se convirtieron en el paseo favorito de los queretanos; los Baños de Pathé, las visitas a los manantiales de San Juan de los Álamos, la Huerta Grande y a las tamalerías.

Acciones de guerra en el barrio de San Sebastián

Durante el sitio de Querétaro en 1867, se dieron acciones de combate que definieron la estrategia de los republicanos y los imperialistas. [...] “El 1º de abril se efectuó una salida para tomar la iglesia del Barrio de San Sebastián ocupado por el enemigo que la había fortificado y guarnecido con tropas [...] como a las tres de la mañana el general Miramón, salió de la ciudad a la cabeza de una columna de infantería [...] logró sorprender a la iglesia de San Sebastián llamada Parroquia.”[1] Miguel Miramón se dio cuenta que podía avanzar hacia estas líneas con cierta seguridad, y en una acción rápida, tomó la posición de la Cruz del Cerrito e intentó acometer hasta San Pablo, pero los republicanos cambiaron la táctica: el “Batallón de Supremos Poderes” entró en acción para apoyar al Batallón Guanajuato, y Miramón no tuvo otro remedio que retroceder.

Inmueble simbólico

La Casa del Faldón es una notable construcción frontera a la plaza y templo de San Sebastián. Es un referente del barrio de la Otra Banda. El torreón que se levanta, luciendo sus medias lunas y un remate arabesco le dotan de un carácter singular. Su construcción data de finales del siglo XVII y primeras décadas del XVIII y está asociada a un relato legendario que parece a un entremés del teatro clásico español o pieza de zarzuela. Son algunas de las historias, de un espacio que se encuentra en la memoria colectiva de los queretanos.

[1] Hans, Alberto. Memorias de un oficial del Emperador Maximiliano. Colección: México heroico, Editorial JUS, México, 1962, pp. 111-115.

Desde Anbanica - Teocalhueyacan. Agosto de MMXVIII.

Finanzas

Crece 20% proyectos de vivienda vertical, en Querétaro

Detalló que hace dos años había 90 planes y actualmente son 130

Local

Marzo, por segunda ocasión es el mes más caluroso

Varios municipios de Querétaro están en una situación alarmante al encontrarse en sequía excepcional

Local

Querétaro registra mil 24 casos de picadura de alacrán

El estado se posiciona en el lugar número 12 a nivel nacional

Local

Gana el Tec de Monterrey apoyo para investigación

Equipo de investigación da una “segunda vida” a los residuos de la industria mezcalera

Cine

Filmarían en Querétaro 10 películas este año

En el estado hay más de 20 productoras locales; 2023 fue inédito al concretarse 6 proyectos

Local

Fin de semana caluroso en Querétaro y zona metropolitana

En contraste, en la Sierra Gorda existe una probabilidad de 90 por ciento de lluvia