Las historias están en todas partes. Se pueden encontrar en la calle, en un concierto, en alguna charla, e incluso, bajo las sábanas durante la sesiones de cuento para dormir. Así fue como Joselo Rangel, mejor conocido por ser el guitarrista de Café Tacvba, dio vida a “La niña aburrida”; una historia que improvisó para arrullar a sus pequeñas hijas y que ahora se encuentra en las repisas de muchos otros pequeñines.
Joselo estuvo en la ciudad hace un par de días, como parte de la sexta edición del Hay Festival Querétaro; participó para hablar de este libro, que considera, es el más exitoso de todos los que ha escrito.
“¿A qué crees que se deba?”, le cuestiona su interlocutora. “A que fue un cuento que escribí para mis hijas; está contado con amor y eso conectó con el público”, dice el también autor de Los desesperados (2018), Crócknicas marcianas (2015) y One hit wonder (2015).
Aunque se trata de una ficción, Joselo considera que es la obra más íntima que ha publicado; aunque también hay un poco de él en las otras.
“Yo tenía una columna en el periódico Excélsior, era de crónica y vivencias, yo pensé que eso era lo más personal que había escrito hasta que saqué mi libro de cuentos One hit wonder , me di cuenta que eso era todavía más personal, porque aunque en la ficción tú te inventas todo, no dejes de hablar de ti mismo: de tus traumas, tus ilusiones, de tu forma de ser…. y lo haces sin darte cuenta. Escribir ficción es como desnudarte y leerla como meterte en la cabeza de alguien”, asevera.
La niña aburrida cuenta la historia de una pequeña que, cansada de jugar sola, busca compañía frente al espejo, pero tampoco es divertido. Cuando está apunto de darse la vuelta e irse resignada, la niña del espejo le sonríe y antes de que pueda reaccionar a la situación, ya está con ella del otro lado.
“El inicio de la historia está inspirada en una anécdota. Un día mi hija pequeña se acercó y me dijo: estoy aburrida, mi hermana no quiere jugar conmigo. `Juega tu sola… ´, le dije y me contestó que ella no sabía jugar sola, que necesitaba compañía para hacerlo. `Bueno, pues ve al espejo y juega contigo´ y ahí empezó todo”, relata.
El aburrimiento y la soledad son dos temas que Joselo ha resignificado en esta historia, y que cobran otro peso en el actual contexto de la pandemia. Muchos, asegura, le han preguntado si esa es la razón por la que decidió centrar la narración en estas dos emociones, y asevera que todo es parte de una coincidencia, pero que le da gusto que “el universo se alinee” y el cuento ayude a otros a recobrar el ánimo en estos momentos.
Amante de la ciencia ficción
Joselo asegura que la literatura llegó antes que la música a su vida. Recuerda que su curiosidad por los libros empezó al ver a sus padres pasar horas absortos en la lectura.
Aunque desde entonces ha visitado varios géneros, afirma que la ficción siempre ha sido su preferido. El tenía 10 años cuando se estrenó la película de Star Wars y de ahí todo libro de ciencia ficción caía a sus manos, era devorado por él.
“Mi papá leía mucha ciencia ficción y cuando salió Star Wars me aficioné a al género, me leí todos los libros que tenía mi papá en casa y luego yo empecé a comprar los míos; partir de ahí amé los libros y comencé a soñar en ser un escritor de ciencia ficción”, cuenta.
Cuando se le pregunta por sus autores favoritos, Joselo dice que son muchos, y que podría enlistar “el abecedario completo con los autores que he leído de ciencia ficción: Asimov, Bradbury, Clarke, Delany, Ellison, Faber…”, enumera divertido.
Entre los nombres, también pronuncia el de algunos mujeres como Margaret Atwood y Octavia Butler. “He estado leyendo a muchas escritoras de ciencia ficción que ahorita las están traduciendo y que les están dando el valor que antes no se les daba por todo este rollo patriarcal que ya está empezando a moverse (…) Justo acabo de terminar un libro de Margaret Atwood, se llama Oryx y crake, y tiene que ver un poco con el momento que estamos viviendo ahora; con un rollo de pandemia y del fin del mundo… me encantó”, asiente.
Finalmente, comparte que, aunque ha dedicado más tiempo a la música, la escritura siempre ha sido lo que más ha disfrutado como creador y público:
“Cuando comencé en la música yo en realidad quería escribir canciones, componerlas; estos amantes que son la letra y la música, siempre me han fascinado. Y siempre en todas las artes lo que más me interesa es saber quien escribió la película, la serie o quien escribió el guión de un cómic o tal canción que es un `hitaso´; no me interesa quien la canta, sino quien la escribió. Por eso creo que las letras siempre han estado ahí, marcando todo en mí”.
