Abordaje: El pasado para construir el futuro desde el convulso presente. Más allá de la evocación, la efeméride, el avatar, del rescate de la arqueología del recuerdo con fechas, catálogos de personajes y minucias anecdóticas. La memoria como una construcción colectiva dimensionada no para una servidumbre ideológica sino para conducir a una liberación humana.
En el año de 1821 cuando el país adquirió su independencia, se enfrentó a la tarea de la reconstrucción en medio de expectativas adversas, presiones internas y externas, bandos confrontados radicalmente, y dentro de este entorno, se hizo partícipe a las estructuras religiosas, militares a la burocracia otrora virreinal, a las corporaciones y demás fuerzas vivas, para que juraran la Independencia Nacional y en esta forma crear un gobierno de facto. Se trataba desde luego más que de un formulismo solicitado por el gobierno recién constituido; de un acto solemne en donde se afirmaba y reconocía la soberanía de México a través del Plan de Iguala y los Tratados de Córdoba. En dicho acto se comprometían a prestar fidelidad y obediencia a la Junta Provisional Gobernadora.
Jura de la Independencia. Con toda la solemnidad que el acontecimiento requería, tal como se daba con el protocolo virreinal, se llevó a cabo la Jura de la Independencia en la ciudad de Santiago de Querétaro el 12 de noviembre de 1821. El Diario... de José Xavier Argomaniz, (escrito entre 1807 y 1826) nos ubica en el escenario de la ciudad de Querétaro y nos enteramos de los detalles. "La tarde de este día se verificó la Jura de la Independencia con cuanta solemnidad y decencia permite esta ciudad; al efecto se constituyó con alguna antelación de días, un magnifico tablado en la Plaza Mayor. [Hoy Plaza de Armas]. Dirigido por Don, Montañez, cuyo costo habrá abordado a tres mil pesos, con estatuas y pinturas alusivas al triunfo del Excmo. Sr. Don Agustín de Iturbide".
Pompa barroca: "A las cuatro de la tarde se ordenó el paseo por las calles de la estación en que salió lo principal de este vecindario, tanto del eclesiástico como del secular bajo las masas de la ciudad. Concluido dicho paseo se leyó en voz alta por el Secretario del Cabildo Don Mariano Blasco de los decretos de la Soberana Junta Provisional del Imperio, referentes a esta ceremonia, el Plan de Iguala y los Tratados de Córdoba, lo que finalizando se proclamó y juró la Independencia por el Señor Alcalde de la Primera Elección Don Juan José Rebollo, quien tiró alguna cantidad de monedas al pueblo según costumbre. Por la noche de este día fue la iluminación general en toda la ciudad, sin haber advertido el más leve desorden, habiendo predicho Bando para que no se abrieran las vinaterías estos días."
El autor anónimo de Acuerdos Curiosos, quien también registra puntualmente los acontecimientos de la época finisecular del siglo XVIII y las primeras décadas del XIX nos describe cómo se llevó a cabo la Jura en la Plaza Constitución, llamada así por la Constitución de Cádiz, desde luego se refiere a La Plaza Mayor hoy Plaza de la Independencia o de Armas. Se observa el protocolo virreinal en un acto solemne, la continuidad de las prácticas sociales, creencias usos y costumbres. Los íconos son otros... "Noviembre 1821. 12. A las seis de la mañana se tocó repique general de campanas en toda la ciudad y durante él hubo salva de artillería. Media hora después se enarboló en las casas consistoriales la bandera Trigarante y al ejecutarlo hicieron una descarga de fusiles cuarenta granaderos de la milicia urbana que había venido a la plaza para tal efecto, tocando diana después con cajas y pitos. Para esta función se edificó en la Plaza de la Constitución una tablada que ocupaba su frente casi toda la acera que ve al norte, cosa de 10 varas de ancho y 18 de altura, estaba sostenida de 20 columnas redondas estriadas, en lo general de orden compuesto; representaba una galería con tres tramos: en el centro tenía tres estatuas sobre pedestales, en medio la América coronada de laurel, a la derecha el ángel tutelar del reino, con una espada y una corona imperial en las manos, y a la izquierda la Justicia.
Artilugios del arte efímero: "En los intercolumnios de la derecha tenía dos cuadros de pintura al temple; el primero representaba al Señor Iturbide con otros jefes haciendo el compromiso de Iguala, en el 2º, al mismo jefe en el acto de ser coronado por la América con una corona real de primera invención, o antigua hechura, y sobre ella otro laurel. En los de la izquierda del primer cuadro mostraba un europeo y un americano hablándose y tomándose de las manos en significación de la unión, y en el 2º, el pasaje de [en blanco en el original] cuando a vista de su ejército hizo quitar a un caballo una cerda de la cola y también hizo ver la dificultad de quitarlas todas juntas, para manifestar a sus soldados la fuerza de la unión. En lo alto de lo interior del centro, en un medio punto estaba la Religión en figura de matrona vestida de pontifical. En lo exterior del edificio se remataba este con un triángulo y sobre él puesta una estatua de la Fama tocando un clarín y con otro en la mano izquierda; en el centro del tímpano estaba el escudo de armas de México y en los ángulos de las dos esquinas del tablado que sirven de puertas, dos escudos de armas de esta ciudad.
Paseo por las calles: A las cuatro y media de la tarde salió para este tablado de las casas de la ciudad por las calles acostumbradas el siguiente paseo; comenzaban un cabo y seis dragones de batidores, seguía un piquete de cosa de 40 infantes de Santo Domingo y luego una docena de indios vestidos con pantalón blanco de elefante y casaquetas y sombreros encarnados ceñidos con bandas tricolores. Tocando tambores pífanos y clarines a su usanza, luego seguían los bebedles y el acompañamiento (todos pie a tierra por orden del Señor Iturbide) compuesto por los individuos del Ilustre Ayuntamiento, oficialidad, curas, prelados, religiosos, muchas personas de la nobleza de esta ciudad y los ayuntamientos de los pueblos de esta provincia, indistintamente revueltos; al fin iba el Señor Intendente Don Jesús García conduciendo el estandarte que sobre una manta pequeña de raso de los colores de las garantías tenía bordadas las armas del imperio a la derecha y a la izquierda las de esta ciudad, la rodeaban cuatro reyes de armas con mazas, vestidos de terciopelo carmesí y tela fina de oro y verde y además una escolta de granaderos; seguía una compañía de éstos 8milicianos) con música y cerraba todo lo dicho un piquete de cincuenta dragones de Querétaro al mando de un capitán.
En la Plaza: Discurrieron por las calles acostumbradas y concluyeron subiendo al tablado al que subieron, colocaron el pendón en un pedestal de plata, leyó el Secretario de Cabildo el acta de la Independencia, la Capitulación de Iguala, la de Córdoba y la Orden de la Suprema Junta sobre la actual ceremonia. Hizo el intendente el juramento, tomó el pendón y colocándose al frente del tablado excitó al pueblo a los vítores acostumbrados quien los hizo con mayor alegría y entusiasmo; luego le tiró cosa de 300 pesos en reales y al fin la bandeja en ocho gajos, retirándose después a las Casas Consistoriales con el acompañamiento. El gentío que asistió a este lucidísimo acto se calculó en 15 mil almas, colocados no solo en la plaza, calles, balcones y azoteas, sino aún en las torres y cornisas, hasta el extremo de dar cincuenta pesos por dos balcones. En la noche se iluminó el dicho tabulado con tres candiles y dos bombas de cristal, cirios en el balaustrado y en el suelo, al frente del tablado, ocho gigantes e candiles e manteca. Hubo música de soplo desde la oración hasta media noche que remató en gallo por las calles."
Acta de Independencia del Imperio Mexicano. De esta manera surgía un nuevo proceso que daría nacimiento a una nación libre e independiente. Efeméride cuyo Bicentenario conmemoramos. La entrada triunfal del Ejército Trigarante a la Ciudad de México el 27 de septiembre de 1821. Al día siguiente -el 28-, en lo que fuera el Real Palacio -Ahora Palacio Nacional-, se firmó el Acta de la Independencia del Imperio Mexicano. La mayoría de los miembros de la Junta Provisional Gubernativa firmaron; el caudillo insurgente Vicente Guerrero no signó el documento de igual manera Juan O´Donojú jefe político y superior de la Provincia de Nueva España. Cabe destacar que de los 38 miembros de la Junta catorce eran funcionarios, nueve criollos americanos con títulos nobiliarios, siete eclesiásticos, cinco militares, dos comerciantes y uno hacendado.
Desde Anbanica - Teocalhueyacan. Septiembre de MMXXI.
