Durante décadas las maneras de expresión han evolucionado, y el grafiti no es la excepción, ya que de pasar de simples trazos hoy por hoy se ha convertido en arte urbano.
Los jóvenes que se sumergen en este tipo de expresiones no conocen de reglas, ni de respeto por las paredes blancas o de colores en inmuebles históricos, para ellos solo es un modo de rebeldía o de moda, sin embargo, hay personas que se involucran, estudian, desarrollan e implementan nuevas técnicas, convirtiéndolas en grandes murales que proyectan o incentivan alguna causa social.
Las pintas como coloquialmente se les denomina, son líneas que en muchas de las ocasiones solo son con el objetivo de marcar territorio de pandillas o mostrar a otros jóvenes superioridad, y por lo regular, estas son efectuadas en la obscuridad de la madrugada.
Por el lado contrario, en San Juan del Río existe “la ruta del mural" que se realizan con autorización y a plena luz del día, estas son trazadas desde la proyección de un artista, con tiempo, dedicación y determinada visión hacia embellecer un espacio.
Muchas diferencias se podrían resaltar, pero la realidad es que este tipo de expresión sigue siendo tema social, por el gran impacto que tiene en la imagen urbana de cada lugar.
