Próximos a celebrar el aniversario 490 de San Juan del Río, tras su fundación por los españoles el 24 de Junio de 1531, una década después de la caída de México Tenochtitlan. El municipio de San Juan del Río, cuenta con un antecedente histórico que data del año 400 a.C.
Dando pauta así a un sin fin de historias de vida que a través de los siglos han sido contadas.
A lo largo de esos años y ubicándonos en la actualidad, la ahora ciudad de San Juan del Río ha sido testigo de pobladores sobresalientes que con su labor humanitaria y social han impactado de manera positiva a la población, y que con sus obras y acciones han marcado un antes y un después en el municipio, dejando un legado que trascenderá por generaciones.
Siendo estos pobladores cinco mujeres que a lo largo de sus vidas han entregado todo de si mismas y que su vida y obra hoy es un ejemplo a seguir para muchos Sanjuanenses.
María del Rosario Lucia Lazara Cortes Martínez, mejor conocida como “Chayito”, una mujer de origen Sanjuanense con 98 años de edad ha dedicado sus últimos 82 años de vida a preparar a niños, jóvenes y adultos para recibir los sagrados sacramentos como el Bautismo, Confirmación y la Santa Comunión, al igual que en cada Semana Santa realizar la preparación de 12 niños Sanjuanenses para ser apóstoles y llevarlos el Jueves Santo al lavatorio de pies o Mandatum en el Templo del Señor del Sacro Monte.
Desde muy niña Chayito sintió el llamado de Dios para ser catequista, e, inculcada por su madre recibió preparación por parte de la congregación religiosa De Las Hijas de María, siendo la misma educación recibida base para ejercer la vocación de ser catequista como en su tiempo lo fue su madre.
Preparar a los niños para que estén limpios de pecado y reciban a nuestro señor ha sido su principal motivación ya que para ella es una acción santa y hermosa que la impulsa a seguir con su labor social y religiosa.
Al igual que Chayito, una mujer sobresaliente en la sociedad por su gran sentido de labor y ayuda humanitaria es María del Carmen Ernestina Bárcena, con 82 años de edad, misma que fue nombrada Mujer del Año en 2002, por su notable trayectoria como presidente de la asociación de mujeres voluntarias del Instituto Mexicano del Seguro Social en San Juan del Río, las cuales eran encargadas de cuidar y velar por la integridad de todo aquel ya fuera paciente o familiar que no contara con los recursos económicos suficientes para cubrir los gastos de medicamentos o bien algún aparato que facilitara su rehabilitación, al igual que ayudando a cubrir cualquier otra necesidad como hospedaje, comida, vestimenta o servicios de sacerdotes que el mismo instituto no cubría.
Esta enseñanza de servir y ayudar a la población fue inculcada en ella a través de sus padres, misma que se volvió su vocación al ver a un grupo de mujeres voluntarias portando una distintiva casaca color amarillo con franjas horizontales blancas, ayudar de igual manera en el hospital La Raza. Replicando así dicha labor en San Juan del Río, hasta el día de hoy. Siendo para ella una obligación social y personal el ayudar tanto como le sea posible, teniendo como gratificación el cariño más puro de las personas.
Ángela Ochoa y las hermanas Modesta Ugalde Rodríguez de 83 años y M. Guadalupe Ugalde Rodríguez con 80 años de edad, con sus historias son ejemplos de como vivir para servir es un estilo de vida que deja infinidad de alegrías y satisfacciones que trascenderan a las generaciones más jóvenes y a las que están por venir.
Por su parte la señora Angelita como es mayormente conocida lleva en su andar diecinueve años ininterrumpidos como peregrina a la Basílica de Santa María de Guadalupe, siendo esta su inquietud desde los quince años.
Sin embargo fue hasta el año 2001 que al pedir un milagro a Nuestra Señora de Guadalupe y este ser escuchado inicio su peregrinar, encontrando en la peregrinación la misión con la cual Dios le daría la dicha y alegría de ayudar a sus hermanas peregrinas a cumplir ellas también con su encomienda, esto mediante la sanación de las heridas físicas ocasionadas por caminar largos periodos durante días, siendo por eso y por su inmensa bondad y el gran sentido humano y católico que la caracteriza, una de las peregrinas más importantes y queridas en la peregrinación saliente de San Juan del Río.
Por otra parte las hermanas Ugalde nos comparten que seguir llevando una manera de vida apegada a las costumbres enseñadas en casa por sus padres y siendo fieles creyentes de la fe viviendo en eucaristía las ha colmado de muchas bendiciones, invitando a las generaciones más jóvenes a ser personas con un alto sentido de seriedad, esto dándole importancia al peso de su propia palabra, cumpliendo lo que prometen por más sencillo que parezca y aconsejando que en vez de perder el tiempo en cosas improductivas, se ocupen en leer, ya que la lectura da conocimientos y una persona leída toma el volante de su propia vida y define sus caminos sin permitir que alguien más conduzca sus vidas, de igual forma invitan a la población a una vez que sea seguro viajen por el mundo, se llenen de cultura y también se llenen de Dios.
Teniendo estas 5 mujeres Sanjuanenses en común un compromisos con Dios, la sociedad y consigo mismas para seguir siendo referente e inspiración entre las personas.
