Los mitos y las leyendas son creaciones artísticas de los seres humanos. Están son a la vez muestra de su creatividad pero son útiles para infundir miedo o controlar las acciones de las personas [...] Se consideran también los mitos como la expresión de una normatividad social en ellos contenida y cuyos restos <<arqueológicos>> dan cuenta de un orden primordial. Ambas concepciones se ubican en un nivel antropológico de explicación
Martínez. 2010
Entre los relatos legendarios se encuentran actos violentos, diríamos en un contexto contemporáneo, feminicidios, agresión intrafamiliar, misoginia y xenofobia, cuyo escenario fue la Plaza de las Tamboras. En la Calle de la Degollada, hoy Progreso –dice un relato de finales del siglo XVII– que en la plaza situada en la transición de la Plaza de Arriba y el convento de la Cruz de los Milagros (hoy a espaldas del templo de la Merced). Un hombre celoso por los supuestos coqueteos de su esposa, se abalanzó contra ella con un puñal hiriéndole por el cuello mortalmente. La moribunda mujer fue auxiliada por los vecinos que escucharon los gritos y lamentos; a decir de testigos casi tenía la cabeza desprendida... La mujer se encomendó a la virgen del Pueblito pidiendo por su vida. Al transcurrir el tiempo sanó totalmente, quedando solamente una enorme cicatriz. Un retablo –exvoto– que se encuentra en el Santuario del Pueblito da testimonio del hecho. El nombre antiguo de la calle le vino de tal suceso. En el plano anexo a la Ordenanza de Ignacio Ruiz Calado de 1796 en la Manzana Núm. 38 se encuentra la Calle de la Degollada. En la manzana Núm. 14 de la Flor Alta se aprecia una edificación de dos pisos conocida como la Casa de la Zacatecana.
Casa de la Zacatecana
Inmueble ligado a la Plaza de Las Tamboras por los hechos trágicos narrados en la leyenda queretana. (Frías, 1989). Tradición oral reunida por don Valentín Frías en sus Leyendas y tradiciones queretanas en las postrimerías del siglo decimonono. Como toda narración tiene sus variantes a través del tiempo y los imaginarios colectivos. Casona ubicada en Independencia #59, antigua calle de la Flor Alta. Edificación que resguarda relatos legendarios y consejas de fantasmas, aparecidos y espantos.
Leyenda
Se dice que un matrimonio proveniente de Zacatecas compró el inmueble y lo habitó durante algún tiempo. Las murmuraciones con respecto a la pareja consistían en el abandono del marido. Porque no se le veía ya en el vecindario ni en la misa dominical. La Zacatecana decía que se encontraba atendiendo negocios en la ciudad norteña. Con el tiempo la servidumbre refirió que la Zacatecana había contratado los servicios de una persona para que diera muerte al marido, para buscar un partido más joven. Una vez que el asesino cumpliera con la encomienda, la Zacatecana lo mató para que no hubiese testigos del primer crimen. Sepultó los cuerpos en el corral de su casa. La leyenda refiere que en 1859 por el mes de abril, en la acera de la Plaza de las Tamboras fue encontrado el cuerpo de la Zacatecana victimado con decenas de puñaladas. Hecho que causó revuelo en el barrio y toda la ciudad. ¿Quién daría muerte a la señora?, ¿el supuesto amante? Las pesquisas concluyeron que los perpetradores entraron por el balcón y por ahí mismo habían bajado el cuerpo para tirarlo atrás del templo de la Merced –en la Plaza de las Tamboras–. Otras versiones indican que el cuerpo de la Zacatecana estaba colgado de uno de los balcones de su casa. No hubo aprehensiones por tal hecho. A principios del siglo XX, al restaurar el inmueble fueron encontradas dos osamentas en los subterráneos de la casa. Las leyendas referidas nos reflejan en su narrativa la visión que había sobre las mujeres en el siglo XIX –que prevalece en muchos sectores de la sociedad– y el castigo que deberían recibir por alejarse de las convenciones de una sociedad de doble moral.
La residencia
Este espacio resguarda otras historias –que no referiré–. Solamente apunto que esa casa la habitó durante el juicio de Maximiano, Miramón y Mejía el teniente coronel de infantería Manuel Aspiroz fiscal del proceso. Donde por cierto recibió la visita de Inés Elisabet [sic] Winona Lecrec Joy., mejor conocida como la princesa de Salm-Salm. En esa casa fue embalsamado el cadáver del general imperialista Miguel Miramón el 20 de junio de 1867, cuando el inmueble pertenecía a la señora Cobos amiga íntima de Concepción Lombardo Gil de Partearroyo –Concha Miramón–, esposa de Miguel Miramón quien solicitó al doctor Rivadeneryra que extrajera el corazón del "joven Macabeo".
La Casa Museo de la Zacatecana
En su primera etapa constructiva data del siglo XVII, la planta alta corresponde al siglo XVIII, con intervenciones en los siguientes siglos. (Loyola, 2006). En la restauración realizada en la primera década del siglo XXI se encontraron vestigios de la pintura mural dieciochesca. La casa, en la actualidad, es un museo, donde resguarda una pinacoteca con más de un centenar de obras. Una completa manifestación de las artes decorativas como: esculturas europeas, una colección de Cristos, muebles de diferentes procedencias, materiales y elaboración. Es de destacar la espléndida colección de relojes de porcelana, madera, bronce, mármol y cristal. Una colección de cerámica y cristal. Espejos, lámparas, candiles, tapetes persas y otros objetos de uso cotidiano que nos refiere diversas épocas, culturas, expresiones artísticas y artesanales. Objetos debidos a la filantropía de J. Antonio Origel y de la familia Loyola. Regularmente –hasta antes que la pandemia nos alcanzara– se llevaban a cabo conciertos, presentaciones de libros, conferencias, teatro y otras expresiones artísticas.
Reflexión
"El mito entraña prescripciones –ritos– y prohibiciones –tabúes–, al tiempo que re-crea en el orden cultural los deseos más inconfesables del individuo, posibilitando así su realización proyectiva. [...] La hermenéutica profunda en tanto método de indagación social, posibilita el establecimiento de las contextualidades histórico-sociales y culturales de la producción material de los mitos y leyendas que explican en parte su emergencia y evolución a partir de determinadas coordenadas espacio-temporales y geográficas, así como su lugar y función social". (Martínez. 2010).
Desde Anbanica - Teocalhueyacan. Febrero de MMXXI.
