La mañana de ayer, el mundo literario mundial se conmovió con la noticia del fallecimiento de Carlos Ruiz Zafón, escritor barcelonés autor de la celebérrima La sombra del viento (Planeta, 2001) tras librar una larga batalla contra el cáncer. La muerte del escritor, acaecida en su casa de Malibú, en Los Ángeles, fue confirmada por Planeta, su casa editorial.
Ruiz Zafón nació en Barcelona, España, en 1964. Educado en el Colegio San Francisco Sarrià, desde niño se decantó por la comunicación y por las ciencias de la información, lo cual le abrió la puerta para entrar al mundo de la publicidad. Su gran imaginación y el manejo versátil de los símbolos, mismo que se evidencia en sus obras, lo llevó a ser director creativo de una importante empresa de Barcelona, cargo que ocupó hasta 1992, cuando decidió entregarse de tiempo completo a la literatura.
“A veces me parece que es mejor no hablar demasiado de los planes que uno tiene o de lo que tiene entre manos en cada momento porque luego uno cambia de idea y termina haciendo algo muy diferente a lo que los lectores esperaban”, decía Ruiz Zafón en una entrevista en 2016 para el periódico español ABC, en la que compartía a sus lectores que estaba a punto de terminar El laberinto de los espíritus, la última novela de la tetralogía “El cementerio de los libros olvidados”.
Carlos comenzó en la literatura infantil con El príncipe de la niebla, su incursión en la novela que también le significó su primer éxito comercial. Cambió su residencia a Estados Unidos, fascinado desde la infancia por la ciudad de Los Angeles, su cine y su cultura, desde donde escribió literatura juvenil y “La trilogía de la niebla”.
Su incursión al éxito mundial se dio con La sombra del viento la cual, a pesar de que tuvo una aceptación lenta en el mercado español, se convirtió casi de inmediato en una de las novelas más vendidas del mundo con 15 millones de ejemplares. Como inicio de la tetralogía “El cementerio de los libros olvidados”, La Sombra del viento fue insuperable por su propio autor, aunque los números siguientes siempre estuvieron en la lista de los más vendidos.
Su imaginación se plasmó tanto en la publicidad, en el guionismo, en la fotografía, en la literatura como en la música. Ruiz Zafón solía escribir sus propias bandas sonoras para sus obras y dar recitales de piano. “La ficción es lo que nos permite entender la realidad, lo que nos sirve para comprender cosas que la literalidad no nos permite”, dijo a propósito de sus apasionantes historias y memorables personajes.