En ¿La rebeldía se volvió de derecha? (Siglo XXI, 2021), un libro provocativo y penetrante de Pablo Stefanoni, investigador del Área de Estudios y Análisis de la Fundación Carolina y doctor en Historia por la Universidad de Buenos Aire, se aborda con agudeza el complejo paisaje político contemporáneo, donde la izquierda tradicional parece haber perdido terreno en la narrativa de la rebeldía. Con un enfoque crítico, Stefanoni explora las transformaciones ideológicas que han llevado a la derecha, específicamente a la corriente Alt-Right, a capitalizar la indignación social, mientras la izquierda se debate en su adaptación a la normatividad y corrección política.
El libro nos introduce en el fenómeno global donde la derecha, en sus diversas expresiones, ha logrado presentarse como la voz de la disidencia y la resistencia. Stefanoni argumenta que la izquierda de corte progresista ha quedado atrapada en el corsé de lo políticamente correcto, perdiendo así su conexión histórica con la rebeldía, la desobediencia y la transgresión, baluartes de la izquierda de la segunda mitad del siglo XX. Este vacío ha sido hábilmente llenado por la derecha, que se ha mostrado irónicamente muy eficaz para cuestionar el “sistema” (cualquier cosa que eso signifique), aunque a veces carezca de una base sólida para sus críticas.
El autor examina la actualidad desde varias perspectivas, destacando el declive de la Ilustración y el descrédito de la educación y la ciencia en un mundo que percibe como “radicalmente antiilustrado”. La incertidumbre sobre el futuro, en lugar de generar resistencia, parece haber fomentado paradójicamente una actitud conservadora de defensa de lo existente, de las instituciones y el multilateralismo. La izquierda, según Stefanoni, ha enfrentado dificultades para ofrecer respuestas concretas y atractivas en un contexto donde el futuro se nos presenta como una amenaza.
En un análisis agudo, Stefanoni destaca la audacia de la extrema derecha la cual, de manera similar a como ocurre con ciertos presidentes populistas de la izquierda latinoamericana (como en el caso de México), que se apoya en la demagogia y la falta de escrúpulos morales para articular propuestas sin necesidad de un respaldo factual. Mientras tanto, la izquierda, atrapada en su batalla cultural y su adaptación hacia un capitalismo más hipster, ha perdido parte de su mística política y se ha vuelto menos atractiva en el campo de la acción transformadora. Acaso esta decantación se haya reflejado de manera contundente en las pasadas elecciones de Argentina en donde Javier Milei arrasó entre los jóvenes con el 70% de los apoyos entre los menores de 24 años, en contraste con los mayores de 45 años que votaron por el peronista Sergio Massa.
El autor no se limita a señalar los cambios en la derecha, sino que también examina las transformaciones internas en la izquierda. Stefanoni argumenta que la izquierda dejó de leer a la derecha, mientras que la derecha, especialmente la alternativa (o sea, Alt-Right), ha mostrado disposición para discutir con la izquierda. Este fenómeno, vaticinaba el autor, se manifiesta en Argentina con la emergencia de figuras libertarias como Javier Milei, que han construido una subcultura de derecha atractiva para los jóvenes en búsqueda de perspectivas diferentes.
El libro se estructura en varios capítulos que exploran la evolución de las extremas derechas, la incorrección política como forma de revuelta antiprogresista, la conexión entre los libertarios y la extrema derecha, las relaciones entre sexualidad y extremismo de derecha, y el abordaje de la ecología por parte de estos movimientos. En el primer capítulo, Stefanoni traza el curso de las extremas derechas desde el conservadurismo de figuras como Reagan y Thatcher hasta las derechas alternativas más contemporáneas. Examina la mutación que llevó a actores marginales al centro del tablero político, destacando el papel de Donald Trump en el cambio de paradigma en 2016.
El segundo capítulo se sumerge en el fenómeno de la incorrección política como una forma de revuelta antiprogresista. Stefanoni examina cómo la izquierda ha quedado asociada con lo políticamente correcto, mientras que la derecha se ha erigido como la voz de la irreverencia y la transgresión. Esta inversión de roles plantea preguntas fundamentales sobre la adaptabilidad de la izquierda a los cambios en el discurso político.
En el tercer capítulo, el autor se adentra en la paradoja de los libertarios que, a pesar de abogar por un Estado mínimo o su abolición, encuentran un terreno común con sectores autoritarios y reaccionarios de la derecha. El análisis se centra en figuras como Javier Milei, ahora presidente electo, cuya retórica desafiante y estilo renovado han atraído a una subcultura de derecha en Argentina, especialmente entre los jóvenes.
El cuarto capítulo examina las complejas relaciones entre sexualidad y extremismo de derecha. Se abordan cuestiones como el homonacionalismo y la presencia de figuras homosexuales en la escena de la extrema derecha europea. Este análisis destaca las contradicciones en la postura de ciertos movimientos de derecha en relación con la diversidad sexual.
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El quinto capítulo se sumerge en la intersección de la ecología y las extremas derechas. Aquí, Stefanoni explora cómo la crisis climática puede alimentar visiones tanto solidarias como individualistas sobre cómo abordar los riesgos del calentamiento global. Se destaca la ética del bote salvavidas, que aboga por salvar a unos pocos en detrimento de muchos, como una respuesta particularmente preocupante.
En su conjunto, ¿La rebeldía se volvió de derecha? desafía las percepciones convencionales y ofrece un análisis profundo y provocador de las dinámicas políticas contemporáneas. Stefanoni no solo ilustra los cambios en la derecha y la izquierda, sino que también nos invita a reflexionar sobre el papel de la rebeldía en un mundo donde las fuerzas políticas tradicionales están en constante transformación. Asimismo, su obra nos proporciona una base sólida para comprender los desafíos y las oportunidades que enfrenta la izquierda en su búsqueda de revitalizar la narrativa de la rebeldía en el siglo XXI.