/ miércoles 12 de agosto de 2020

“Nahui Olin. La loca perfecta”, mujeres en la literatura

Más que una novela biográfica sobre la artista de ojos infinitos y temperamento volcánico, Valeria Matos reflexiona en torno a la figura de la pintora y poeta mexicana, cuestionando en el camino, la libertad de quien embelesó y escandalizó a sus contemporáneos con su vida y obra

¿Qué hay detrás de la musa, de la poeta y la pintora? ¿Qué hay detrás de la libertad sexual de una mujer que escandalizó a su generación y fue olvidada por las otras? ¿Realmente fue libre? Se cuestiona sobre Nahui Olin Valeria Matos, quien tras años de estudiar su figura y de embarcarse en un proyecto literario, este 2020 presenta la novela: “Nahui Olin. La loca perfecta”.

Más que una novela biográfica sobre la artista de ojos infinitos y temperamento volcánico, la escritora afirma que se trata de un bosquejo sobre su época, y la de sus antecesoras; de una aproximación al contexto sociohistórico y cultural en el que creció la poeta.

Y es que aunque Nahui se antepuso a las normas sociales de su tiempo a través del ejercicio de una sexualidad sin tapujos, no deja de ser una mujer de su época; constreñida a las expectativas sociales de sus contemporáneos. Y justo es esto lo que la también historiadora buscó develar con el olfato que caracteriza a los de su disciplina, y desde la sensibilidad propia de quienes dominan el lenguaje infinito de la literatura.

En 192 páginas la autora bosqueja algunos de los rasgos más característicos de la artista, presentando su lado humano, contradictorio y complejo desde la interpretación de otros, y desde los versos de la misma poeta.

Y aunque es un libro que se puede leer “en una sentada”, en sus páginas se concentran años de reflexión y trabajo en torno a una mujer hecha tótem.

Buscando desmitificar su figura y entender a la mujer más allá del personaje, Matos retoma y reconstruye algunos capítulos de su vida, para trazar los rasgos de una época en la que otras mujeres también buscaron reconfigurar el sistema cultural y político para abrirse paso en el espacio público desde sí mismas, y para sí.

“Me acerqué a este personaje como un pretexto para reflexionar, para pensar, para cuestionar; como un pretexto para repensar nuestro cuerpo, nuestro erotismo y sexualidad… Nahui Olin es una puerta a todo esto, es una puerta también a una época y a un momento en que las mujeres se cuestionaban como sujetos sociales, su papel [en la sociedad]. Es también un pretexto para acercarnos a una época, a un sistema sexista, a un sistema patriarcal para visibilizar esto en otros tiempos, para ver de qué maneras hemos avanzado, de qué maneras podemos desarticular ciertos mecanismos de opresión… Es un pretexto para pensar muchas cosas y rebasar al personaje, rebasar a la mujer, rebasar a la artista y ver desde otro lente… desde la totalidad”, dice Matos.

En entrevista con BARROCO, la coautora de libros como “Esencia de líder” (2016) y “¿Vivir del arte? Sí. El universo del mercado y la valuación de las artes plásticas” (2018), cuenta que fue a raíz de un escrito que publicó la investigadora Adriana Malvido, autora del libro “Nahui Olin: la mujer del sol” (1994), que se interesó en la vida y obra de esta mujer nacida a finales del siglo XIX bajo el nombre de Carmen Mondragón.

Matos recuerda que tenía 16 años cuando la publicación llegó a sus manos, justo en su momento de mayor rebeldía: “Me enamoré de ella al instante. Hice clic con esta mujer desde diferentes aristas… unas conscientes y otras no tanto. Pero a lo largo de ese enamoramiento uno va cuestionando a la persona de quien se enamora, y uno va encontrando que no era tan perfecto después de todo (…) Cuando llegué a una deconstrucción –quizás no completa pero sí por fragmentos– pude volcarlo en esta novela, y lo hice así porque en realidad no me interesaba ejercer tal cual como historiadora, no me interesa plantear verdades, ni buscar los hechos exactos. Me interesa trazar hipótesis de cómo pudo ser a partir de la experiencia humana”, relata.

Para escribir la novela, la autora se adentró en las investigaciones de Malvido y Tomás Urián, así como en fuentes primarias. “Me gusta asomarme a otros siglos a partir de los periódicos y a partir de las revistas para señoritas; ahí se encuentra mucha información sobre qué se espera, sobre cómo se moldea a una mujer a partir de la publicidad de determinados años (…) Todo esto es para situar a una mujer en un contexto histórico. Están por ejemplo los manuales de conducta para las señoritas del siglo XIX, con los que seguro fue educada la madre de Nahui”, detalla.

También menciona las investigaciones de otras historiadoras como Gabriela Cano y Carmen Ramos Escandón, quienes desde la perspectiva de género han estudiado el papel de las mujeres en el país, en diferentes épocas.

El resultado, dice, fue una novela con pinceladas históricas, que busca plantear nuevas hipótesis sobre Nahui, y sembrar en las y los lectores la curiosidad sobre su época, y la situación de otras mujeres de su generación.

Entre sus planteamientos, Matos discurre sobre el sistema patriarcal y los cánones de belleza; cuestiona si es posible hablar de libertad en un contexto donde ser bella posibilita a una mujer a acceder a ciertos privilegios o círculos de poder: “¿se puede ser libre entonces dentro de un círculo artístico dirigido por hombres donde fácilmente una mujer pasa de ser artista a musa?”, se pregunta, refiriéndose en específico a los muralistas, y a creadores de gran poder simbólico y político como Diego Rivera.

Al igual que otros, Nahui se abre paso en los años 20, en la época posrevolucionaria, cuando en un deseo colectivo de que México resurgiera de entre las cenizas como ave fénix, emanaron diferentes manifestaciones artísticas.

Fotógrafos como Edward Weston y Antonio Garduño, y pintores como Rivera, quien la retrató en un mural como la musa de la poesía erótica, Erato, participaron en la construcción del mito detrás de los “ojos de sulfato de cobre”, como la describiera Elena Poniatowska.

Por supuesto, en la lista también figura el Dr. Atl, pintor y escritor mexicano responsable del seudónimo que acompañó a la artista hasta los últimos días de su vida: en la pobreza, la locura y el olvido.

“Realmente se puede ser libre en un sistema patriarcal en donde una se expresa a partir del canon de belleza impuesto? ¿Realmente se puede ser libre bajo la necesidad de ser mirada, de ser contemplada? ¿Bajo qué circunstancias se puede ser libre así? ¿Se puede ser libre dentro de este círculo artístico dirigido por hombres?

¿Nahui pudo ser libre por que era bella dentro de estos cánones de belleza y se le permitió entonces expresarse de esa manera? ¿Le abrieron la puerta porque les encantaba contemplarla como arte y co-crear con ella?”, inquiere Matos.

Las artistas hoy

Aunque la autora considera que el contexto actual ha cambiado para las mujeres, afirma que todavía hay lastres culturales e ideológicos que se siguen arrastrando.

Asevera que el papel de las mujeres artistas en esta transformación ha sido fundamental, pues en ese camino de recuperar su imagen y enunciarse en el campo simbólico como desean ser miradas y representadas, ha permitido deconstruir y ampliar el imaginario social sobre su figura.

Más que irrumpir en los espacios artísticos masculinos “ellas han creado sus propios colectivos y propuestas… de esa manera inciden en la sociedad” eso ha sido sustancial, afirma.

Como escritora, confiesa que el camino no ha sido fácil. Tan solo para publicar su nuevo libro tuvo que enfrentarse al mutismo y las puertas cerradas de varias editoriales.

“No contestan, no tienen siquiera la amabilidad de decirte no, entonces tuve que buscar puertas que estuvieran abiertas a esta manera de ver distinto. Fue complicado, pero al fin encontré la posibilidad de dar cabida a una manera no tradicional de hacer biografías o de acercarse a la historia del arte (…)”, comparte.

Actualmente Matos colabora en la revista Este País. Desde el año pasado publica ensayos breves sobre la obra de diferentes artistas, a fin de visibilizar su presencia en la historia del arte, y develar en ese camino el contexto de producción de las creadoras.

Bajo la expresión “Ad libitum” (que en latín quiere decir “como guste”), la autora ya ha retomado el trabajo de creadoras como Georgia O´Keeffe, Remedios Varo, Lotte Laserstein, Leonora Carrington, Rosalba Carriera, Frida Kahlo y Josefa de Óbidos.

Valeria Matos es egresada de la licenciatura en historia por el Instituto Cultural Helénico- UNAM y Maestra en Estudios de la Mujer por la UAM- Xochimilco. Su formación le ha permitido generar ficciones sobre mujeres que vivieron en épocas pasadas, así como análisis sobre la inequidad de los géneros en las sociedades.

¿Qué hay detrás de la musa, de la poeta y la pintora? ¿Qué hay detrás de la libertad sexual de una mujer que escandalizó a su generación y fue olvidada por las otras? ¿Realmente fue libre? Se cuestiona sobre Nahui Olin Valeria Matos, quien tras años de estudiar su figura y de embarcarse en un proyecto literario, este 2020 presenta la novela: “Nahui Olin. La loca perfecta”.

Más que una novela biográfica sobre la artista de ojos infinitos y temperamento volcánico, la escritora afirma que se trata de un bosquejo sobre su época, y la de sus antecesoras; de una aproximación al contexto sociohistórico y cultural en el que creció la poeta.

Y es que aunque Nahui se antepuso a las normas sociales de su tiempo a través del ejercicio de una sexualidad sin tapujos, no deja de ser una mujer de su época; constreñida a las expectativas sociales de sus contemporáneos. Y justo es esto lo que la también historiadora buscó develar con el olfato que caracteriza a los de su disciplina, y desde la sensibilidad propia de quienes dominan el lenguaje infinito de la literatura.

En 192 páginas la autora bosqueja algunos de los rasgos más característicos de la artista, presentando su lado humano, contradictorio y complejo desde la interpretación de otros, y desde los versos de la misma poeta.

Y aunque es un libro que se puede leer “en una sentada”, en sus páginas se concentran años de reflexión y trabajo en torno a una mujer hecha tótem.

Buscando desmitificar su figura y entender a la mujer más allá del personaje, Matos retoma y reconstruye algunos capítulos de su vida, para trazar los rasgos de una época en la que otras mujeres también buscaron reconfigurar el sistema cultural y político para abrirse paso en el espacio público desde sí mismas, y para sí.

“Me acerqué a este personaje como un pretexto para reflexionar, para pensar, para cuestionar; como un pretexto para repensar nuestro cuerpo, nuestro erotismo y sexualidad… Nahui Olin es una puerta a todo esto, es una puerta también a una época y a un momento en que las mujeres se cuestionaban como sujetos sociales, su papel [en la sociedad]. Es también un pretexto para acercarnos a una época, a un sistema sexista, a un sistema patriarcal para visibilizar esto en otros tiempos, para ver de qué maneras hemos avanzado, de qué maneras podemos desarticular ciertos mecanismos de opresión… Es un pretexto para pensar muchas cosas y rebasar al personaje, rebasar a la mujer, rebasar a la artista y ver desde otro lente… desde la totalidad”, dice Matos.

En entrevista con BARROCO, la coautora de libros como “Esencia de líder” (2016) y “¿Vivir del arte? Sí. El universo del mercado y la valuación de las artes plásticas” (2018), cuenta que fue a raíz de un escrito que publicó la investigadora Adriana Malvido, autora del libro “Nahui Olin: la mujer del sol” (1994), que se interesó en la vida y obra de esta mujer nacida a finales del siglo XIX bajo el nombre de Carmen Mondragón.

Matos recuerda que tenía 16 años cuando la publicación llegó a sus manos, justo en su momento de mayor rebeldía: “Me enamoré de ella al instante. Hice clic con esta mujer desde diferentes aristas… unas conscientes y otras no tanto. Pero a lo largo de ese enamoramiento uno va cuestionando a la persona de quien se enamora, y uno va encontrando que no era tan perfecto después de todo (…) Cuando llegué a una deconstrucción –quizás no completa pero sí por fragmentos– pude volcarlo en esta novela, y lo hice así porque en realidad no me interesaba ejercer tal cual como historiadora, no me interesa plantear verdades, ni buscar los hechos exactos. Me interesa trazar hipótesis de cómo pudo ser a partir de la experiencia humana”, relata.

Para escribir la novela, la autora se adentró en las investigaciones de Malvido y Tomás Urián, así como en fuentes primarias. “Me gusta asomarme a otros siglos a partir de los periódicos y a partir de las revistas para señoritas; ahí se encuentra mucha información sobre qué se espera, sobre cómo se moldea a una mujer a partir de la publicidad de determinados años (…) Todo esto es para situar a una mujer en un contexto histórico. Están por ejemplo los manuales de conducta para las señoritas del siglo XIX, con los que seguro fue educada la madre de Nahui”, detalla.

También menciona las investigaciones de otras historiadoras como Gabriela Cano y Carmen Ramos Escandón, quienes desde la perspectiva de género han estudiado el papel de las mujeres en el país, en diferentes épocas.

El resultado, dice, fue una novela con pinceladas históricas, que busca plantear nuevas hipótesis sobre Nahui, y sembrar en las y los lectores la curiosidad sobre su época, y la situación de otras mujeres de su generación.

Entre sus planteamientos, Matos discurre sobre el sistema patriarcal y los cánones de belleza; cuestiona si es posible hablar de libertad en un contexto donde ser bella posibilita a una mujer a acceder a ciertos privilegios o círculos de poder: “¿se puede ser libre entonces dentro de un círculo artístico dirigido por hombres donde fácilmente una mujer pasa de ser artista a musa?”, se pregunta, refiriéndose en específico a los muralistas, y a creadores de gran poder simbólico y político como Diego Rivera.

Al igual que otros, Nahui se abre paso en los años 20, en la época posrevolucionaria, cuando en un deseo colectivo de que México resurgiera de entre las cenizas como ave fénix, emanaron diferentes manifestaciones artísticas.

Fotógrafos como Edward Weston y Antonio Garduño, y pintores como Rivera, quien la retrató en un mural como la musa de la poesía erótica, Erato, participaron en la construcción del mito detrás de los “ojos de sulfato de cobre”, como la describiera Elena Poniatowska.

Por supuesto, en la lista también figura el Dr. Atl, pintor y escritor mexicano responsable del seudónimo que acompañó a la artista hasta los últimos días de su vida: en la pobreza, la locura y el olvido.

“Realmente se puede ser libre en un sistema patriarcal en donde una se expresa a partir del canon de belleza impuesto? ¿Realmente se puede ser libre bajo la necesidad de ser mirada, de ser contemplada? ¿Bajo qué circunstancias se puede ser libre así? ¿Se puede ser libre dentro de este círculo artístico dirigido por hombres?

¿Nahui pudo ser libre por que era bella dentro de estos cánones de belleza y se le permitió entonces expresarse de esa manera? ¿Le abrieron la puerta porque les encantaba contemplarla como arte y co-crear con ella?”, inquiere Matos.

Las artistas hoy

Aunque la autora considera que el contexto actual ha cambiado para las mujeres, afirma que todavía hay lastres culturales e ideológicos que se siguen arrastrando.

Asevera que el papel de las mujeres artistas en esta transformación ha sido fundamental, pues en ese camino de recuperar su imagen y enunciarse en el campo simbólico como desean ser miradas y representadas, ha permitido deconstruir y ampliar el imaginario social sobre su figura.

Más que irrumpir en los espacios artísticos masculinos “ellas han creado sus propios colectivos y propuestas… de esa manera inciden en la sociedad” eso ha sido sustancial, afirma.

Como escritora, confiesa que el camino no ha sido fácil. Tan solo para publicar su nuevo libro tuvo que enfrentarse al mutismo y las puertas cerradas de varias editoriales.

“No contestan, no tienen siquiera la amabilidad de decirte no, entonces tuve que buscar puertas que estuvieran abiertas a esta manera de ver distinto. Fue complicado, pero al fin encontré la posibilidad de dar cabida a una manera no tradicional de hacer biografías o de acercarse a la historia del arte (…)”, comparte.

Actualmente Matos colabora en la revista Este País. Desde el año pasado publica ensayos breves sobre la obra de diferentes artistas, a fin de visibilizar su presencia en la historia del arte, y develar en ese camino el contexto de producción de las creadoras.

Bajo la expresión “Ad libitum” (que en latín quiere decir “como guste”), la autora ya ha retomado el trabajo de creadoras como Georgia O´Keeffe, Remedios Varo, Lotte Laserstein, Leonora Carrington, Rosalba Carriera, Frida Kahlo y Josefa de Óbidos.

Valeria Matos es egresada de la licenciatura en historia por el Instituto Cultural Helénico- UNAM y Maestra en Estudios de la Mujer por la UAM- Xochimilco. Su formación le ha permitido generar ficciones sobre mujeres que vivieron en épocas pasadas, así como análisis sobre la inequidad de los géneros en las sociedades.

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