A poco más de un mes de que la textilera Hércules cerrara sus puertas definitivamente , el fotógrafo queretano, Martín Moya, realizó un homenaje fotográfico a todas las generaciones de obreros que, por más de 170 años ,mantuvieron en marcha la maquinaría de esta compañía considerada la más antigua de Querétaro.
Junto a Felipe Alcántara y el cronista, Guadalupe García, hace cuatro años Moya se dedicó a recopilar información y material fotográfico en el Museo Regional y el Sindicato Hércules; en archivos familiares de los ex trabajadores y compilaciones de investigadores como Guadalupe Zárate y Valentín García.
La búsqueda resultó en “Nostalgia”, una exposición con más de 50 fotografías, que muestran el ayer y hoy de la fábrica, así como la vida cotidiana de un pueblo que se fundó y creció gracias a la presencia de esta textilera, construida en 1846 por Cayetano Rubio.
En la exhibición se develan también los rostros de los pioneros de futbol del barrio, así como la de los músicos que conformaron la primera orquesta del sindicato.
También aparecen en ellas la figura del luchador sindical Rafael Jiménez, quien en 1917 fue el encargado de acompañar a los obreros al Congreso Constituyente, para preparar el artículo 123.
Como documentos sociales, la fotografías atestiguan el paso por la fábrica de ex presidentes como Porfirio Díaz, Venustiano Carranza y Adolfo López Mateos, y la cotidianidad de un día de plaza en 1884.
La huelga obrera del 21 de diciembre de 1943 y el homenaje que los obreros realizaron a los mártires de Río Blanco, también forman parte de este recorrido visual por la historia de la fábrica.
“Hace cuatro años yo ya veía venir su cierre inminente, porque cada vez eran menos trabajadores , (…) Por decirte que hace 50 años o más, la economía local giraba en torno a la fábrica, y la plantilla era de más de 3 mil trabajadores (…) Por eso desde que cerró, en Hércules todos andábamos como cuando se muere alguien: nadie quiere tocar el tema, nadie levantó la mano para decir: `vamos a brindar o a tocar las golondrinas´… ninguna instancia lo hizo”, lamenta Moya.
Para no pasar desapercibido este hecho, junto con otros habitantes de Hércules, Moya organizó un programa de actividades, en el que además charlas sobre la historia de la fábrica y el barrio, enmarcó esta exposición que sirve de preámbulo para una publicación que integrará este material, y la trascendencia histórica de la textilera.