Por la angustia
Por el dolor, por el miedo
Por la tristeza, por el llanto, por las calumnias
Por la soledad
Por la violencia ejercida
Por el abuso infame del cuerpo ajeno
Por la maldad
Por la tortura impune
Por la injusticia del que encubre al violador
Por la rabia
Por la impotencia, por la espera
Por los años detrás de los juzgados
Por la voz
Por los gritos que el poder no escucha
Por la revictimización ante preguntas morbosas
Por la vergüenza injusta
Por la palabra maltrecha
Por las arrinconadas y olvidadas
Porque la justicia se siente entre nosotros pronto
Porque los sordos y ciegos escuchen y vean ya
Por el abrazo solidario y la justicia severa
Porque las flores vuelvan a florecer
Porque niñas y niños crezcan entre nuevos ejemplos
Porque nunca, nunca más, una mujer vuelva a ser violentada