Con más de seis mil piezas en su acervo, esta noche abrió sus puertas la Fonoteca Regional de la Sierra Gorda” Reynaldo Mota Molina”, con el objetivo de preservar y divulgar el patrimonio musical y la memoria sonora de las diversas regiones culturales de Querétaro, México y el mundo.
El espacio se localiza al interior del Museo Histórico de la Sierra Gorda, en el municipio de Jalpan de Serra, y forma parte de la red de la Fonoteca Nacional de México.
La inauguración fue encabezada por la secretaria de Cultura de Querétaro, Paulina Aguado; el director general de la Fonoteca Nacional de México, Pável Granados; el director del Museo Histórico de la Sierra Gorda, Junípero Cabrera y del locutor y gestor cultural, Reynaldo Mota Molina, impulsor de este proyecto y donador de las piezas que conforman a esta colección.
Su acervo incluye desde cilindros de cera, discos de vinil, cintas de carrete abierto y magnéticas, hasta casetes, discos compactos y archivos digitales.
Cuenta además con una pequeña colección de dispositivos de sonido como el fonógrafo inventado por Thomas Alva Edison; tocadiscos y diversos reproductores de cintas magnetofónicas de diferentes épocas.
La idea es que el público que lo visite pueda sumergirse en la cultura de la escucha a través de la reproducción de su acervo, en el que están reflejadas diferentes épocas y géneros musicales.
Entre las curiosidades se encuentra la grabación original de un discurso del dictador alemán Adolf Hitler, así como una ceremonia oficial con Porfirio Díaz y registros de campo de la música y lenguas originarias de Querétaro.
También dispondrá pronto de una audioteca especializada con más de medio millón de archivos digitales de la Fonoteca Nacional.
Preservar los sonidos del país
De acuerdo con el director general de la Fonoteca Nacional, Pável Granados, es importante valorar los sonidos del país como documentos que pueden ayudarnos a conocer de otra manera nuestro pasado.
“No es lo mismo leer un libro que escuchar la voz del autor , no es lo mismo dar una conferencia que escucharla y saber cómo se dio; no es lo mismo saber que existió Porfirio Díaz que escuchar su voz; de algún modo a veces tenemos la impresión de que la historia es muda y la historia ha hablado; solo hay que abrir una ventanita a otros tiempos y descubrir cómo sonaban las voces , cómo hablaban las personas para sumergirnos en otro mundo que no se ha valorado cómo se debe”, compartió en entrevista.
Y es que a decir del director, apenas hace 40 años el sonido comenzó a ser considerado documento histórico y despertado el interés de los investigadores.
Informó que en el país existen alrededor 90 fonotecas – entre personales, privadas y públicas–, y después de la Fonoteca de Tlaxcala, la de Querétaro sería la segunda institucional y descentralizada.