Para reivindicar su identidad cultural y obtener la autonomía sobre su territorio, San Francisquito busca ser incluido en la Ley de Derechos y Cultura de los Pueblos y Comunidades Indígenas del Estado de Querétaro, así como ser reconocido legalmente como barrio indígena urbano.
Esto ocurre luego de las reiteradas denuncias que han hecho sus habitantes a los procesos de gentrificación y turistificación que han afectado a esta zona, ubicada en las inmediaciones del Centro Histórico.
“El barrio está en peligro por la gentrificación, esto amenaza no solo el lugar donde viven las personas, sino también, las tradiciones”, afirmó en una entrevista anterior Camila Vera, una de las voceras de la Confederación Indígena del Barrio de San Francisquito (COIBSAF).
Para detener el avance de estas transformaciones urbanas en el barrio, y con ello el desplazamiento de sus habitantes, la población se ha organizado a través de asambleas– Asamblea en Defensa del Barrio de San Francisquito y Asamblea de Barrios Unidos de San Gremal–, para manifestar su desacuerdo con proyectos de infraestructura – como la construcción del eje vial Zaragoza en 2019 – e iniciativas culturales externas.
“Creemos que la gentrificación también se legitima a través de cierto tipo de ideas sobre la cultura. Estamos rodeados de casas culturales, museos y galerías como casa BEMA, el Museo de Arte Contemporáneo, y ahora, el Centro de Arte Emergente, que creemos que promueven una cultura que no es la propia del barrio y que muchas veces no recupera la realidad de las personas de aquí (…) No nos sentimos invitados a participar en sus propuestas (…) y casa BEMA, que está aquí dentro del barrio, no se articula con la comunidad. Vemos muy clara esa separación. Cuando tienen eventos viene gente de afuera, no es para gente del barrio (…) A la gente de casa BEMA no los ves caminando por el barrio, no los ves conviviendo con la gente (…) Ellos mismos marcan esa separación”, aseveró la vocera.
Por lo anterior es que la COIBSAF ha decidido proceder jurídicamente para defender el territorio y la cultura de esta demarcación, consiguiendo en este proceso el respaldo del Centro INAH Querétaro.
“Hay elementos suficientes para que sean reconocidos como población indígena, convencidos que esto puede impactar positivamente a la salvaguarda comunitaria de una tradición centenaria que está plenamente relacionada con la historia y cultura de la ciudad de Querétaro", manifestó dicha institución en un dictamen oficial.
Hace una semana, la COIBSAF llevó a cabo una asamblea general en este barrio, en la que se recabaron firmas y se acordó presentar la solicitud formal ante LX Legislatura de Querétaro.
Al encuentro asistieron varias mesas de concheros, así como habitantes de otros barrios y miembros del tianguis Cultural San Pancho y “La Casa del Gran Corazón”, dos iniciativas del mismo barrio que buscan fortalecer el tejido social de San Francisquito.
