Un estudio desarrollado por el Instituto Politécnico Rensselaer de Nueva York ha estimado que la década de los años 60 fue la más creativa de la historia del cine. Ahora, a través de cuatro cintas, el Cine Club del Museo de la Ciudad ofrece un viaje en el tiempo a través de la proyección de cuatro de las cintas de 1963 los martes a partir del 11 de septiembre a las 18:00 y a las 20:00 horas, con entrada libre.
“El sirviente”, un drama psicológico multipremiado de Joseph Losey será la cinta con la que dé inicio este ciclo; la historia gira en torno a un intrigante y manipulador mayordomo que consigue, gradualmente, dominar la vida del señor al que sirve, aprovechándose de sus debilidades sexuales.
Para el 18 de septiembre le seguirá “El desprecio”, la cinta francesa de Jean-Luc Godard. Esta historia se desarrolla en torno a un dramaturgo francés que acepta reescribir algunas escenas para “La odisea”. En un primer encuentro con el productor norteamericano, deja que su mujer se vaya en el coche con el productor a la finca de éste. Este hecho dará lugar a un grave mal entendido entre el Javal y su esposa, quien cree que la ha ofrecido como moneda de cambio para obtener un mejor pago. Como consecuencia de esta situación, el escritor se verá inmerso en una dolorosa crisis matrimonial.
La tercera cinta a presentar será “El verdugo” de Luis García Berlanga la cual presenta a José Luis, el empleado de una funeraria, que proyecta emigrar a Alemania para convertirse en un buen mecánico. Su novia es hija de Amadeo, un verdugo profesional. Cuando éste los sorprende en la intimidad, los obliga a casarse. Ante la acuciante falta de medios económicos de los recién casados, Amadeo, que está a punto de jubilarse, trata de persuadir a José Luis para que solicite la plaza que él va a dejar vacante, lo que le daría derecho a una vivienda.
El ciclo cerrará el 2 de octubre con “El gatopardo” , cinta italiana de Luchino Visconti; situada en la época de la unificación de Italia en torno al Piamonte, cuyo artífice fue Cavour. La acción se desarrolla en Palermo y los protagonistas son Don Fabrizio, Príncipe de Salina y su familia, cuya vida se ve alterada tras la invasión de Sicilia por las tropas de Garibaldi. Para alejarse de los disturbios, la familia se refugia en la casa de campo que posee en Donnafugata en compañía del joven Tancredi, sobrino predilecto de Don Fabrizio y simpatizante del movimiento liberal de unificación.