Para abrir el año con manteles largos, el empresario Martín Becerra brindó la primera corrida de toros en el Lienzo Charro Juan Flores de Adán Luis de La Paz, donde triunfaron los matadores Francisco Martínez y José María Macías con una oreja cada uno.
ERNESTO JAVIER “EL CALITA”
Con el ánimo arriba llegó Ernesto Javier, quien recibió al primero de su lote, un toro con poco empuje y que quedó a deber, trató de sacarle el máximo provecho, pero no pudo con la espada y eso le costó caro.
En su segundo de la tarde recibió a “Cielo” de 490 kilos, el “Calita” que había logrado una buena faena en su primero, buscaba coronar con premio en esta segunda oportunidad.
Logró meter al toro en su terreno, verónica y chicuelinas bien elaboradas, siempre estoico y de frente, una buena combinación para llevar al toro por buen camino. A la hora de matar pinchó y eso fue suficiente para quitarle una oreja que parecía cantada.
JOSÉ MARÍA MACÍAS
José María Macías, vestido en blanco y oro, recibió a “Gallito” de 540 kilogramos, un toro bien presentado de la ganadería de Gonzalo Iturbe, muy bien con el capote luciendo unas “verónicas” bien plantadas.
El toro fue complicado por se pegaba demasiado y lo dejaba hacer su faena tranquilamente, incluso perdió la muleta en uno de sus derechazos.
Tras una lucha constante nunca pudo sacarle provecho y tuvo que apresurar su estocada, lamentablemente pinchó en sus cinco intentos y se fue con las manos vacías.
Con la intención de reivindicarse, el joven Macías lidió con un toro de 515 kilogramos, haciendo un gran trabajo con el capote, un astado que le permitió lucir su clase y valentía. Una buena faena muy lúcida y con una gran estocada para rematar le valió una oreja.
FRANCISCO MARTÍNEZ
El originario de San Miguel de Allende, vestido de salmón y oro, recibió a “Contigo” de 500 kilos, un toro al que fue llevando por buen camino, se prestó para lucir una buena combinación de pases y remates, pero a la hora de matar un doble pinchazo le quitó la posibilidad de llevarse un premio en su primero de la tarde.
En su segundo de la tarde de nombre “Amanecer” de 480 kilos, Francisco Martínez estaba obligado a buscar llevarse algo, en su reaparición después de la lesión.
Martínez puso los tres pares de banderillas y con eso prendió a la buena cantidad de aficionados en el Lienzo Charro Juan Flores, una buena faena con la muleta dejando ver su clase, mucho más confiado salió decidido a llevarse la tarde.