Las autoridades sanitarias han dado el visto bueno a este plan de asistencia en el famoso circuito que ha servido de centro de vacunación contra la Covid-19. Los afortunados que tengan la dicha de presenciar en vivo la carrera deberán usar obligatoriamente mascarillas, someterse a controles de temperatura y cumplir con un protocolo de separación entre personas en todas las partes del recinto deportivo.
El futbol es otro de los deportes que trabaja con más ahínco para que los aficionados vuelvan a las gradas. La Liga MX y la MLS, ya cuentan con una reducida presencia de seguidores en algunos de los estadios de sus campeonatos.
Un paso adelante al que se quieren sumar las grandes ligas europeas, hasta ahora impedidos de poder contar con público en sus estadios. En este sentido ya se han producido algunos experimentos como la final de la Carabao Cup de Inglaterra (Copa de La Liga) que reunió en Wembley a 8.000 espectadores el 25 de abril, en la victoria del Manchester City al Tottenham.
La liga española ha hecho avances en este mismo sentido, autorizando la presencia de aficionados -30 por ciento del aforo, con un tope de 5.000 personas- en las dos últimas jornadas del campeonato aunque sólo en zonas geográficas donde la incidencia sea mínima, circunstancia que afectará sólo a cinco partidos de la Primera División. En Italia, se considera un paso muy firme la presencia de 4.700 espectadores en la final de la Copa, el próximo 19 de mayo, entre el Juventus y el Atalanta en el Mapel Stadium de Reggio Emilia.
La UEFA también trabaja en la presencia de público en las finales de la Europa League y la Liga de Campeones. Para el primer envite, entre el Villarreal y el Manchester United el 26 de mayo en Gdansk (Polonia), las autoridades polacas han autorizado a la UEFA la presencia de 9.000 aficionados, un 25% del aforo. La final de la Liga de Campeones, entre el Chelsea y el Manchester City, prevista en principio en Estambul el 29 de mayo, se disputará en Oporto (Portugal) por las restricciones sanitarias británicas a viajar a ciertos países, como es el caso de Turquía. Para este partido se permitirá la asistencia de 6.000 aficionados de cada equipo.
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El escenario que plantea el futbol es similar a otros deportes y competiciones como la NBA, que ya autoriza en algunos pabellones la presencia de entre el 10 y el 25% de aficionados, aunque no parece que se vaya ampliar el aforo para los "play-off" que arrancó el sábado.
El ejemplo es parecido a lo que ocurre en las Grandes Ligas de beisbol, aunque en este campeonato se ha producido algún “error” e “irresponsabilidad”, en palabras del presidente estadounidense Joe Biden, al permitir que los Texas Rangers llenarán su estadio, el Globe Life Field, para el primer partido de la temporada, el pasado 5 de abril, con la asistencia de 40.000 espectadores.
Otro paso adelante se ha producido en la Fórmula Uno con la presencia de 1.000 espectadores en el último Gran Premio de España, disputado en el circuito de Montmeló (Barcelona), el pasado 9 de mayo.
EL CANELO
El combate entre “Canelo” Álvarez y el británico Billy Joe Saunders permitió al mexicano acopiar tres de las cuatro fajas mundiales del peso supermediano pero, además, establecer una nueva marca de asistencia de aficionados en la historia del boxeo en Estados Unidos, reuniendo en el AT& Stadium de Arlington (Texas) a más de 70.000 enfervorizados seguidores, una gran demostración de que el deporte quiere y pretende volver a la normalidad tras más de un año mermado por la pandemia del coronavirus.
El boxeo y “Canelo” han dado un paso adelante en el deseado regreso del público a las gradas de los estadios y el efecto “contagio” ya se ha hecho notar en el deporte estadounidense, que espera una notable presencia de aficionados en las tradicionales 500 millas de Indianápolis, el próximo 30 de mayo.