El mundo de la lucha libre en Querétaro se encuentra de luto con la pérdida de uno de sus más grandes íconos, José Guadalupe Martínez Ramírez, conocido en el cuadrilátero como “Tarzán Ramírez”, el gladiador falleció el pasado 2 de septiembre, dejando un legado imborrable en la historia de la lucha libre en México, por lo que fue despedido por sus familiares y amigos.
Martínez Ramírez, nació en Querétaro el 10 de julio de 1947, comenzó su carrera en la lucha libre en 1964, debutando en la extinta Arena Olimpia, ubicada en el actual sitio de Plaza Constitución, en la que empezó a forjar una carrera exitosa en la que destacó en los años 70 y 80, cuando vivió su mayor auge, al compartir el encordado con leyendas de este deporte como El Santo, Mil Máscaras, Aníbal, El Solitario, Blue Demon y El Signo, entre otros grandes nombres de la época.
La carrera de Tarzán Ramírez lo llevó a realizar numerosas giras por distintos estados de la república, consolidándose como uno de los luchadores más emblemáticos de su generación, además en muestra entidad fue un habitual en recintos como el Coliseo de la Josefa Ortiz, el Club de Leones y la Arena Querétaro, donde dejó una huella imborrable en el corazón de los aficionados locales.
Este icónico gladiador queretano formó parte de equipos inolvidables con luchadores locales de renombre, como el Gato Rodríguez, Bulldog Quintero, Ángel Negro, Red Star, Blue Danger, Enigma Negro, El Bandido, Zarpa de Tigre y Los Dragones, entre otros miembros de la vieja escuela queretana, por lo que su estilo y habilidad en el ring lo convirtieron en una figura respetada y querida por los aficionados y sus compañeros de profesión.
Sus últimas presentaciones en el ring fueron en las luchas del recuerdo que se realizaron en la colonia Palmas alrededor del año 2012, donde demostró que, a pesar de los años, su pasión por la lucha libre seguía intacta, a pesar de haberse retirado de los encordados tras una carrera estelar, se dedicó a la promoción de eventos y a la renta de rings y sillas para funciones de lucha en diferentes municipios de Querétaro, nunca dejó de ser un apasionado del deporte.
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Los recuerdos de sus enfrentamientos, su entrega en el cuadrilátero y su legado como promotor y figura clave en la lucha libre queretana, permanecerán en la memoria de todos aquellos que lo conocieron y disfrutaron de su espectáculo, hoy, la lucha libre en Querétaro llora la pérdida de uno de sus grandes campeones, pero su legado continuará inspirando a nuevas generaciones de luchadores y aficionados.
Descanse en paz, Tarzán Ramírez.
